Catch me (If you can) (Terminada)

No todo es como te lo imaginas

Simon no había dormido toda la noche, dio vueltas en la cama pensando en posibles escenarios del reencuentro: ¿cómo reaccionaría Ambar al verlos? ¿Los perdonaría? ¿Los evitaría?

Simón llevó su mano derecha a sus ojos frustrado. No tenía sentido darle vueltas a un asunto que se resolvería en horas, pero su mente seguía divagando.
¿Cómo estaría la rubia? ¿Habría hecho nuevos amigos? ¿Habría encontrado a alguien especial?

Simón nunca se planteó en esos meses la posibilidad de que Ambar podría haber avanzado con su vida, la idea de Ambar siempre estuvo relacionada con dolor y sólo cuando descubrió el paradero de la rubia su mente fue capaz de pensar más allá. Simón le aterraba la idea de perder a Ambar cuando ya estaba tan cerca de recuperarla. El problema era que una voz en su cabeza insistía en recordarle que Ambar nunca fue suya.

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El viaje al café donde se supone que Ambar trabajaba fue muy tenso, nadie hablaba, todos estaban demasiado nerviosos como para romper el silencio que había en la limosina, ni siquiera Luna trato de hablar en este momento, no tenía nada que decir.

Matteo mantenía la mirada en la ventana del coche. Simón se limpiaba constantemente las manos con la tela de sus pantalones. Gastón se miraba preocupado a su amigo. Delfina cruzaba y descruzaba sus brazos mientras que Luna los miraba a todos preocupados. ¿De verdad está era una buena idea?

Luna sintió como el coche se detenía y notó como todos se tensaban, listos o no había llegado el momento. Tino les abrió la puerta.

-Llegamos ¿Están listos?-le preguntó el peli negro. Luna no pudo evitar preguntarse ¿Lo estaban?

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Gastón fue el primero en entrar al café, después de todo él pensaba que era el que tenía el mayor chance de no salir herido en esta reunión. Lo demás rápidamente lo siguieron.

Lo primero que escuchó fue la risa de Ambar, la reconocería donde fuera, el peli castaño la solía oír todo el tiempo durante primer año en el Blake cuando las risas de Ambar, Delfina y Jazmín eran algo constante y Gastón no pudo evitar preguntarse ¿cuando todo cambió tanto?

Localizó a la rubia detrás de la barra del café en los brazos de un rubio alto, Gastón al ver la escena inmediatamente buscó la mirada de Matteo y Simón, tal como lo esperaba ambos lucían enojados y frustrados. Decidiendo no perder más tiempo continúo avanzado.

-¿Que haces? Para-dijo Ambar mientras trataba de soltarse y contenía las risas. Gastón vio de reojo como Simón apretaba los puños y decidió que era mejor intervenir antes de que todo saliera mal.

Aclaró su garganta esperando captar la atención de Ambar. La rubia inmediatamente dio la vuelta con una sonrisa en su rostro que desapareció al verlos.

Gastón siempre estuvo consciente de la belleza de Ambar, después de todo él tenía ojos, pero el hecho no haberla visto durante todo estos meses fue un impacto. Los ojos de Ambar brillaban como nunca, su rostro no mostraba ninguna señal de estrés o preocupación, su piel brillaba y su cabello estaba más largo . La rubia lucía como un ángel.

Gastón supo que todos estaban pensando lo mismo que él al ver la reacción en sus rostros. Matteo y Simón tenían la boca abierta, mientras que Delfina y Luna tenían los ojos abiertos.