Catch me (If you can) (Terminada)

Decir perdón no basta

Cuando Simón descubrió que Ambar  vendría al Open supo que esa era su oportunidad. Pasó todo la semana componiendo la música de una canción dedicada a la rubia que escribió tiempo atrás.

Nunca se había sentido tan nervioso por cantar como ahora, ni siquiera cuando estaba compitiendo contra Matteo. Luna trató de calmar sus nervios asegurándole que la canción era perfecta y que Ambar la amaría pero Simon no podía evitar dudar al recordar su última conversación.

Cuando el día llegó, el mexicano se encerró en el vestuario del Roller para practicar tanto como el tiempo se lo permitiera. Estaba tan concentrado en la canción que no notó el inicio del Open hasta que oyó una guitarra.

Lo primero que encontró cuando llegó al escenario fue a Matteo tocando una canción que nunca antes había oído, al comienzo pensó que era una canción para Luna pero al escuchar las letras y fijarse a en el mismo sitio que Matteo esta mirando, se dio cuenta de que no era así.

Era una canción para Ambar, la rubia se encontraba cerca de la barra luciendo tan hermosa como siempre. El rostro de ella reflejaba sorpresa mientras miraba al italiano cantar.

Matteo se acercó a ella y terminó la canción con una sonrisa, Simón sintió como si un balón lo golpeaba en el estómago al ver como Ambar se lanzaba a los brazos del italiano y lo abrazaba.

-Simón cálmate-dijo Luna trayéndolo de vuelta a la realidad mientras tomaba una de sus manos que estaban hechas puños.

-¿Acaso no estas viendo lo mismo que yo, Luna?-Le preguntó molesto mirando nuevamente como Matteo le susurraba algo a Ambar sin terminar el abrazo.

-No tienes motivos para estar celoso Simón, es Matteo.-Dijo la mexicana mirando la escena. Simón sabía que ella tenía la razón pero aún así no se sentía cómodo viendo como Ambar se encontraba a gusto en los brazos del italiano mientras que ni siquiera quería estar en la misma habitación que él.

Ellos finalmente se soltaron y Simón pudo ver como los ojos de Ambar estaban levemente húmedos pero su boca mostraba una sonrisa que era capaz de competir con el sol. Una voz en su cabeza le recordó que no fue él quién causo esa sonrisa.

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-Te odio Matteo Balsano-dijo Ambar mientras eliminaba todo rastro de lágrimas de su rostro.

-Como si de verdad pudieras odiarme-contestó el italiano mientras le dedicaba una sonrisa burlona. Ambar rodó los ojos y abrió su boca para responder pero fue interrumpida por alguien más.

-Sabía que estarías acá-Dijo la voz de Martin a sus espaldas. Ambar se congeló por unos segundos antes de girarse lentamente y encontrarse con Martín, Diego y Agustina.

-¿Qué están haciendo acá?-preguntó Ambar cuando salió de su estupefacción. Diego rodó los ojos y luego comenzó a mirar a su alrededor.

-¿Tu qué crees? Sabíamos que vendrías acá y quisimos venir para acompañarte-Contestó Agustina sonriendo.

-Además eres bastante predecible. En el momento en el dijiste que no vendrías, supimos que estabas mintiendo-Habló Diego mirándola con una mueca burlona mientras cruzaba sus brazos.

Ambar se sintió indignada por un momento, ¿ella predecible? Nunca. No mucho tiempo atrás era capaz de engañar a cualquier persona sin mucho esfuerzo y ahora no podía decir una pequeña mentira sin ser descubierta.

Matteo al oír el comentario del peli negro y mirar el rostro de Ambar se echó a reír, la rubia lucía tan indignada. Era frescante verla tan actuar de esa manera.

-Creo que no nos conocemos, Agustina Meléndez-dijo Agustina con curiosidad al notar al italiano detrás de Ambar.

-Matteo Balsano, el mejor amigo de Ambar-contestó mientras estrechaba la mano de la chica.

-Lo siento, pero ese es mi titulo. Diego Madrid. Él mejor amigo de Ambar-dijo Diego mientras miraba con una sonrisa a Matteo.  El italiano abrió la boca para contestar pero fue interrumpido.

-Cállense ya va a empezar-dijo Agustina señalando el escenario. Matteo notó que era Simón el que subía al escenario y pudo ver como Ambar se tensaba. El italiano contuvo el suspiro mientras pensaba en como esta situación podría terminar mal.

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Simón subió al escenario decidido, hoy sería el día en el que recuperaría a Ambar. Tomo el micrófono y centró su mirada en Ambar.

La rubia lucía nerviosa, evitaba mirar al escenario. Él noto como ella comenzó a mirar a sus alrededores buscando una salida.

-Ambar-dijo Simón deteniendo el escape de la rubia. Simón noto como la atención de todos iba hacía la rubia pero no le importó.

-Está canción es para ti-continuó hablando, él notó como Ambar contenía la respiración luego de unos segundos salió corriendo del lugar sin esperar por nadie. Simón dejó su guitarra y salió corriendo detrás de ella.

-Ambar-Gritó Simón alcanzando a la rubia en las afueras del Roller. Él finalmente pudo alcanzarla y la tomó por el antebrazo para detenerla.

-¿Qué crees que estas haciendo Simón?-Dijo la rubia molesta cuando finalmente lo encaró. Simón se sorprendió al ver enojo en sus ojos.

-¿Porque saliste corriendo?-preguntó Simón sin soltar su agarre.

-Porqué no quiero escuchar tu canción-contestó Ambar mirándolo a los ojos. Simón sintió como algo lo golpeaba en el estómago y lo dejaba sin aliento.

-Pero la de Matteo si ¿verdad?-preguntó Simón cuando se recuperó pensando en la escena que presenció momentos atrás.

-¿A ti que te importa? Suéltame-dijo Ambar tratando de soltarse de su agarre pero Simón lo permitió con su otra mano rodeo su cintura y la atrajo a su cuerpo.

-No quiero-contestó Simón mirándola a los ojos. Ambar sintió como el aire dejaba sus pulmones mientras miraba los ojos castaños del mexicano.

-Simón suéltame-susurro Ambar después de unos segundos de silencio tratando de soltarse sin mucha convicción. Simón se acercó a la rubia pero antes de poder besarla nuevamente fue jalado hacía atrás.

-Ella te dijo que la soltarás-dijo Martín mientras lo miraba seriamente. Detrás el rubio el mexicano pudo ver como Matteo era sostenido del brazo por Luna.

Ambar se encontraba confundida por súbita aparición de Martín pero al notar la manera en la qué el y Simón se estaban confrontados supo que debía intervenir.

-Paren-dijo Ambar mientras se ponía en el medio de ambos y les daba una mirada de advertencia a cada uno. Simón lucia molesto y sus manos formaban puños mientras que Martín lucia tranquilo pero cualquiera que lo conociera notaría la seriedad en su rostro.

-Creo que es momento de irnos-intervino Diego mientras se ponía a lado de Martín tratando de calmar la situación.

-No te acerques a Ambar al menos que ella te lo permita, ¿entendiste?-Dijo Martín ignorando a Diego. Simón intentó acercarse a rubio pero Ambar los separó poniendo su mano sobre el pecho del mexicano.

-Basta. Martín vámonos, ya le dieron a todos suficiente espectáculo-dijo Ambar al notar la mayoría de los chicos en la entrada del Roller. Tomó a Martín del antebrazo y empujó hacía el lado contrarío de Simón.

Agustina y Diego los siguieron y Ambar se vio tentada a mirar atrás pero se mantuvo firme y siguió caminando.