I Kissed Him. Larry/Ziam.

03-"De nuevo huyó"

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+++++HARRY+++++

Entré a la secundaria con la cabeza alta y de la mano de Chantal. Odiaba a las chicas pegajosas, pero aun no me la había llevado a la cama y llevábamos juntos casi una semana. Con un solo premio: sexo. Después de ese día que tengamos, la dejo y me busco a otra. Lógica Styles.

—Cariño, te noto raro —observó Chantal.

—¿Raro? —la miré— No estoy raro.

—Estás mirando a todos lados como un estúpido, ¿qué buscas?

—Ah, eso, nada que te incumba —contesté de mala gana.

Odiaba también a las personas entrometidas. Eran muy estúpidas y pesadas.

Pero una pequeña figura solitaria me hizo sacar de mi cabeza todos aquellos insultos. Louis Tomlinson, la persona más tímida, débil y marica, estaba solo esperando para entrar a clase. Me encaminé hacia él sin si quiera pensarlo, tirando de Chantal conmigo. Sabía que si me iba sin ella, me perseguiría.

Louis estaba jugando con su móvil. Uou, eso era un móvil de ricos.

—Ey, Tomlinson —lo llamé y él tembló, casi tirando su móvil al suelo. Pero consiguió sostenerlo.

—H-Hola —tragó saliva, guardando su móvil y manteniendo su mirada baja.

—¿Cómo va todo hoy? —soné amable y le sonreí.

—Supo-pongo que b-bien.

Para ser sinceros, sus tartamudeos me resultaban de lo más entretenidos y tiernos.

—¿Quieres entrar conmigo a clase?

Me sentía como un padre hablando con su hijo pequeño, explicándole cosas de la vida. Con Louis era así también. Tenías que preguntarle las cosas como si fuese un gilipollas que no entendiese nada.

Él me miró algo sorprendido.

—Vale, entraré con-contigo —vi el pequeño indicio de una sonrisa, pero esta nunca llegó.

—Soy Harry, por cierto —le tendí la mano.

—Y-Ya conoc-ces mi nombre —la estrechó con delicadeza, con miedo.

—Y yo soy Chantal —habló mi novia en un tono demasiado alto, para llamar la atención—, la novia de Harry —recalcó.

—Claro —rodé los ojos—. Nos vemos después, Chantal —besé sus labios y solté su mano.

—Adiós, amor —me besó de nuevo y se fue moviendo sus caderas en un vaivén que llamaba la atención de todo el mundo.

Miré a Louis, que estaba más pendiente de mis tatuajes que de Chantal haciendo su pavoneo matutino. Los miraba cada uno, con entusiasmo en cada observación.

—¿Te gustan los tatuajes?

—Emh, s-sí —me miró—. Son in-teresantes.

—Lo son —pasé mi brazo por sus hombros—. ¿Puedo ponerte así el brazo o me vas a apartar como ayer? —elevé mis cejas.

—N-No —miró al suelo.

Caminé junto a él, esperando que hablase algo o al menos hiciese algún otro gesto que demostrase que estaba vivo. Pero Louis Tomlinson era una persona muy callada. Al llegar a nuestra clase, lo miré por unos segundos y mi brazo abandonó sus hombros, para abrir la puerta y aguantarla para que él pudiese entrar. En cuanto pasó delante de mí, miré su culo. Y puedo decir que soy la persona más heterosexual del mundo, pero ese culo estaba demasiado bien hecho para no ser mirado. Y no, no me asustaban mis pensamientos homosexuales.

—¿Tú alguna vez sacas conversación? —pregunté llevándolo hasta un sitio a mi lado— ¿O deben hablarte primero?

—L-La verdad es q-que nadie suele hablarme y n-no es-estoy acostumbrado.

Depositó sobre su mesa los libros de esta asignatura y acercó la silla más al pupitre.

—¿Por qué?

—Supongo que n-no les gus-sto —relamió sus labios.

—A mi me gustas —declaré—. De ahora en adelante, seré tu amigo.

—¿D-De verdad? —me miró sorprendido, e incluso su tono de voz sonó más fuerte.

—De verdad —reí a verlo sonrojarse.

Las primeras clases junto a Louis no habían sido tan aburridas. Pues él comenzó a hablar un poco más. Aunque se sonrojaba y tartamudeaba mucho. La verdad es que era un chico muy divertido si se lo proponía. Yo lo miraba curioso cada vez que abría la boca para hablar. Tenía una voz muy bonita, era fina y chillona. Pero no chillona como la de las guarras de aquí. No, no. Porque la de él sonaba bien. Además, él tomaba muchos apuntes. Su letra no se entendía una mierda. Escribía muy rápido, parecía un médico cuando recetaba algún fármaco.

Al terminar la tercera hora, pudimos salir al fin a nuestra media hora libre. Yo iba con Louis hacía Liam y Zayn, que estarían donde siempre.

—Tío, has estado perdido —rió Liam.

—No —reí—, solo hacía un amigo nuevo.

—¿Eres el nuevo? —preguntó Liam mirando fijamente a Louis, él asintió— Oh, encantado, soy Liam —sonrió.

—L-Louis —mordió su labio Louis.

—No estés nervioso, ellos son buenos —le dediqué una sonrisa.

Zayn me miraba interesado quizá en mi actitud ante el nuevo. Ni si quiera yo entendía mi cambio de carácter con Louis.

—Zayn —dijo simplemente— ¿Eso que tienes ahí es un tatuaje? —señaló su brazo izquierdo.

Yo miré a Louis, quién tenía levemente sus mangas levantadas. Y ciertamente, tenía un tatuaje. Lo tomé de la mano, elevando su manga, aunque él se resistió un poco. Tenía el brazo lleno de tatuajes. Increíble.

—Tienes bastantes —los admiré—. Joder.

Y ahí fue cuando noté aun más golpes en sus brazos. Le bajé la manga despacio. Lo miré a los ojos, a esos orbes azules sin un toque de brillo.

—¿Quién te golpea? —pregunté en su oído.

Louis me miró por unos segundos, noté su mano sudar en la mía y la apartó rápido. Pestañeó rápido, y ahora en sus ojos había una capa húmeda. Empezó a respirar con dificultad. Me comenzó a asustar. Vi una triste lágrima recorrer su mejilla derecha, y después vino otra. Así seguidamente hasta que Louis estaba llorando frente a mí y los chicos.

—¿Qué? —preguntó Zayn levantándose de su sitio— ¿Estás bien, tío? —miró a Louis.

Él lloraba desconsoladamente. Me partía el alma verlo así. No entendía por qué mi afán a este muchacho y mi ira interior por golpear a aquel que le hacía esos daños.

Estuve a punto de preguntarle de nuevo, pero Louis salió corriendo.

Otra vez huyó.