I Kissed Him. Larry/Ziam.

20-"Te lo prometo"

20

+++++HARRY+++++

Me levanté con cuidado de la cama, para ir al baño porque me estaba meando desde hacía un rato y la enfermera no me había dejado levantarme. Me dio una especie de bote y me dijo: —Orina aquí, tu estado no es el mejor para levantarte. Le asentí y ella salió, dándome privacidad. Y ahora era yo quien pasaba de las indicaciones e iba al baño. Me levanté la bata aquella asquerosa que me habían puesto y bajé mis bóxers, me agarré el pene apuntando a la taza del váter.

Mientras meaba pensé en cualquier idiotez, era extraño estar en un hospital. La última vez que había estado ingresado había sido hacia 2 años atrás y no por un disparo. Sino por sobredosis de cocaína.

Recuerdo todo como si hubiese sido hace dos días. Estábamos en los barrios bajos, Zayn y yo esperábamos a uno de nuestros clientes. En cuanto le vendimos su droga, él nos pago también con unas bolsitas de cocaína. Zayn no la probó y yo prometí no hacerlo. Pero esas bolsitas con el polvito blanco me las había llevado yo, así que al estar en casa la probé por primera vez. Supongo que las 5 bolsitas que tenía las gasté en un tiempo record de un día, ni sé cómo sobreviví a eso.

Me coloqué los bóxers.

Aun no sé cómo mamá no me interno en desintoxicación. Aunque supongo que la mentira del “Mamá, no recuerdo que sucedió. Yo solo me tomé lo que me dieron. Pensé que era refresco” le valió mucho más que creer que fui yo solito.

Me senté en la cama y sentí un punzante dolor en el estomago. Gruñí por lo bajo, levantándome la bata y mirando la herida. Era roja, y redonda. Se veía totalmente fea. Parecía que estaba mutando y me estaba saliendo un quinto pezón, porque ya tengo cuatro.

—¡Harry! —me gritó alguien, mientras mi dedo se dirigía a mi herida.

Elevé la mirada confundido, captando a Louis tapándose los ojos. Reí por su acto y bajé mi bata. Después me levanté lentamente y me acerqué a él, envolviendo mis brazos a su alrededor.

—Hola, pequeño —sonreí y él empezó a apartar las manos, llevándolas a mis hombros.

—¿Qu-Qué hacías? —preguntó asustado.

—Quería tocar la herida —contesté—. ¿Por?

—¡Eso no puedes hacerlo! –me regañó frunciendo el ceño.

—Claro que puedo. ¿Quieres ver? –le reté apartándome de él y de nuevo levantándome la bata.

En seguida sus manos fueron a mis mejillas y su boca capturó a la mía. Me besó con fuerza. Algo tenso. Pero poco a poco mis manos se adhirieron a su cintura y pegué su cuerpo más al mío. Sus labios eran el encaje perfecto a los míos. Sus movimientos suaves y serenos. Los besos con Louis siempre eran así. Mis manos bajaron lentamente a su trasero, que con lo grande que era merecía ser sobado. Así que a mí gusto lo agarré y froté mis manos por sus nalgas, ganándome un pequeño gemido de Louis que callé con un beso. Él se sonrojó y yo atiné a reír.

Era adorable y completamente mío.

Fui caminando de espaldas hacia la cama. Cuando choqué con el borde nos di la vuelta así siendo Louis quién estuviese debajo. Sus manos se metieron debajo de mi bata, mientras las mías se daban el lujo de pasearse por dentro de sus pantalones y calzoncillos, que eran unos slip. Tenía el culo suave, seamos sinceros. Sus manos iban con delicadeza por mi espalda, parecía que él creyese que me rompería en cualquier momento.