Capítulo 9.

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—Sí, contigo, tú y yo, helado, tarde, juntos—La voz del chico le genero un ataque cardíaco

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—Sí, contigo, tú y yo, helado, tarde, juntos—La voz del chico le genero un ataque cardíaco. Ella jamás pensó escuchar las palabras "tú y yo" de parte de Timothy. Pero no mostraría debilidad, ni un poquito, se mostraría calmada aun cuando por dentro estuviese muriendo.

—Bien, está bien, me gustaría. Me tengo que ir, mamá me está llamando—Dijo antes de cortar la llamada. Su madre no la estaba llamando, ni siquiera se encontraba en casa, se golpeó con el teléfono antes de gritar lo más alto posible y comenzar a brincar en la cama. Se encontraba en pijama y llevaba despierta desde las 6 de la mañana, no era madrugadora pero teniendo en cuenta que la noche anterior se la paso hablando con el chico de sus sueños, se había levantado temprano esperando una respuesta, la cual llego a las 8 de la mañana, cuando lo llamo porque emocionada le mando el mensaje que iba para Olivia después de un screen de la conversación de ambos; así que tuvo que hacerlo creer que se encontraba dormida, no porque quisiera mentirle, era más bien porque le avergonzaba un poco decirle la verdadera razón detrás de todo—. ¡Tú, Pame Brown, tienes una cita con Timothy Fitzpatrick!

Brinco nuevamente sobre la cama mientras gritaba. Coloco música de fondo muy a su estilo y comenzó a simular un baile antes de darse cuenta que no tenía ropa y fue cuando comenzó a destrozar prácticamente todo su armario. David Brown, el padre de la chica apareció en el hogar, ella ese día se encontraba completamente sola, Loras estaba acompañando a Bradley al futbol y su madre fue a hacer mercado, así que la casa estaba totalmente sola para ella. Sin embargo su desorden a punto de colapso fue interrumpido por su padre que la miraba aterrado por cómo se estaba moviendo de un lado para otro.

— ¿Se puede saber cuál fue el huracán que paso por aquí? —Pregunto su padre. Pame rio sarcásticamente antes de lanzarse a la cama—. ¿Qué pasa mi chiquita? —Su padre era el único que podía en el fondo sacar la parte más sensible y tierna de ella. Además de ser el único que podía llamarla por apodos o cosas por el estilo; otra persona posiblemente moriría en el intento.

—No tengo ropa, Papá.

— ¿Cómo qué no tienes ropa? Tu closet esta hasta estallar, medio armario de Loras es tuyo y comprar camisetas a diario solo porque te agrada el estampado, ¿Cómo es eso de que no tienes ropa?

—No lo entiendes, es que mira...Nosotras tenemos ropa, pero llega un punto en nuestra vida donde no tenemos, donde necesitamos—Le explico pero él no lo entendió. Y pocas personas lo entendían realmente. Las mujeres tienen ropa, es cierto, pero cuando se va a un lugar especial, la ropa comienza a parecer la misma y al final, no tenemos ropa.

—A ver si entiendo, tienes ropa, pero no tienes ropa para lo que sea que vas a hacer el día de hoy, ¿así o estoy mal? —Expuso entrando a la habitación de su hija y sentándose en un lado de la cama. Pame se levantó y le miro.

—Justo así.

— ¿Y a dónde vas?

—Por ahí con una amiga—No quería negar a Timothy y su padre no era un hombre celoso, en lo que cabe del significado de la palabra claro está. Pero decirle que iba a salir con un chico suponía una hora y media de la charla. No quería eso, no ahora.

FUERA DE JUEGO | LIBRO #2|Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz