Capítulo 14.

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Nada funcionaba mejor para esperar que una canción

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Nada funcionaba mejor para esperar que una canción. Los altavoces del dulce hogar de la familia Fitzpatrick eran los encargados de ayudar en la espera interminable del menor de los chicos con una canción de Tom Petty sonando..."The waiting". Timothy era malísimo escogiendo canciones que fuesen con su estado de ánimo; pero eso importaba muy poco porque tenía un hermano mayor que podía fácilmente hacerle todo un playlist.

En cuanto apareció en casa, expuso su problemática a su querido hermano. Hubo un llamado de emergencia y ahora los tres chicos Fitzpatrick se encontraban sentados en el sillón de la sala de estar de la casa de sus padres esperando por lo menos un mensaje de gracias.

—Estoy comenzando a pensar que a lo mejor mi decisión hubiese sido la mejor. Las mujeres aunque digan que no, aman la comida—Comento Simón mirando a su hermano menor y luego mirando a su hermano mayor—. Mateo cree que todo se soluciona con flores, no, los problemas de la vida se solucionan comiendo.

— ¿Quién es el que está casado aquí? Cada vez que teníamos problemas en la relación le regalaba rosas. Le encantaban—dijo Mateo mirando como punto fijo la ventana de su casa—. Además, si le sigues dando comida pensara que quieres engordarla al estilo "Hanzel y Gretel", nada mejor que unas lindas rosas.

La canción llego al coro nuevamente y las palabras del cantante nunca fueron tan ciertas... "The waiting is the hardest part /Esperar es la parte más difícil". Timothy tomo su teléfono para revisar si había algún mensaje pero nada.

— ¿Ya pensaste bien que fue lo que hiciste? —Pregunto el mayor de los chicos.

—Nada, no hice nada. Simplemente fui a saludarla y dijo; pregúntale a tu novia si quieres saber que paso realmente. Pero hasta donde mi conciencia realmente puede recordar, lo cual es mucho. No tengo novia, a menos que este bloqueando algo psicológicamente hablando en mi mente que no me permita recordar el hecho de que tenga una novia—expreso Timmy dándose por vencido de tanto pensar sobre aquello. No quería verla triste y esa fue la principal razón por la que al salir de la universidad y verla con ese chico flacucho sacándole sonrisas que tuvo que convocar una reunión de emergencia de hermanos.

Dicha reunión solo había sido utilizada tres veces en la vida. La primera fue cuando Simón dio su primer beso, estuvo dos horas platicando sobre las razones por las que besar era la cosa más antihigiénica del mundo pero lo mucho que le había gustado. Timmy apenas tenía ocho años, pero para sus hermanos ya se encontraba en la edad de hablar sobre esos temas.

La segunda reunión fue convocada por Mateo una madrugada. Todo lo hizo porque necesitaba decir que por fin había tomado la decisión de pedirle matrimonio a Sasha su ahora esposa. Y por último se encontraba Timothy, quien había convocado la reunión de emergencia para el día de hoy.

—Esto suena muy raro... ¿Por qué una chica que ha pasado dos semanas prácticamente contigo todo el rato te dice eso? La única razón detrás de todo esto es...—Simon lo pensó muy bien antes de decirlo. Pero simplemente hizo silencio.

FUERA DE JUEGO | LIBRO #2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora