Capítulo 2

13K 1.1K 18
                                    

Capítulo 2

 

  Antonella se recordaba cómo había llegado hasta allí. Sin nunca haberse imaginado cuanto valor había tenido que tomar, sabiendo que mentía. Había respirado profundamente, mientras trataba de protegerse con su capa. Era un día frío y había empezado a nevar de nuevo. Sabía que si seguía caminando se moriría congelada. No tenía ninguna otra protección más que su vestido campestre, uno de esos que su madre tanto odiaba, y ella sólo usaba cuando iba a visitar a su abuela a Bath. Además de aquella capa, que ocultaba su rostro, mientras caminaba, sin realmente saber si lograría encontrar un trabajo. No era más que una señorita de veintitrés años, inexperta. Sin experiencia. A pesar de que ocultaba en su silencio quién era y por qué había tenido que huir a aquel lugar.

_ Buenas noches, ¿En qué puedo ayudarla?_ le había expresado a aquella mujer, quien la había mirado con cierta extrañeza.

_ Perdone mi imprudencia… Sé que no son horas para tocar una puerta. He venido a este lugar por recomendación de la señora Charlotte Wallace, quien me indicó que aquí solicitaban el servicio de una institutriz. Tal vez debí pedir una cita antes, solo que acabo de llegar y…_expresaba tímidamente y con una actitud que se preparaba a ser echada de esa casa, antes de ser interrumpida.

_ Pasa adelante._ le dijo aquella mujer con una sonrisa en su cara al ver su deseo realidad_. Mi nombre es Virginia O´Connor. Si vienes de parte de mi amiga Charlotte, no necesitas ninguna cita y mucho menos alguna referencia. Con su recomendación me es suficiente. Perdona la oscuridad de este lugar._ agregó al cerrar la puerta_. Sólo que no esperábamos ninguna visita. Peter, el mayordomo, se encuentra en otro lugar de la propiedad. Empezaras mañana…

_ ¿Está segura?_ preguntó sorprendida.

_ Más que segura… Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?

_ Mi nombre es Caroline Swanson…

_ Bienvenida, Caroline… Sígueme, te indicare cual será tu nueva habitación. Y mañana te indicare cuales son las normas del duque de St. Ives.

_ Ok…

 

  La había seguido hasta el ala donde estaban las habitaciones de la servidumbre. Descubriendo que habían pocos sirvientes. Y ahora se encontraba en aquella habitación.

_ Caroline Swanson…Ese será mi nombre._ se dijo Antonella finalmente, después de habérselo repetido más de diez veces, mientras recorría con la mirada aquella habitación.

   Se acercó de pronto a la ventana de aquella pequeña habitación. Tan distinta a la que ella había dejado atrás en Londres. Se detuvo a mirar hacia el jardín de aquella casa. Estaba muy descuidado, a pesar de que podría ser hermoso, si se le tuviese un mejor cuidado. Pronto caminó hacia la que sería su cama. Se tumbó en ella después de cambiarse. Por primera vez lo había hecho sin la ayuda de su criada. Y concilió el sueño, esperando el nuevo amanecer de su vida.

   A la mañana siguiente, despertó en aquel lugar, sintiendo que todo aquello no había sido un sueño. Se levantó y se lavó la cara, antes de bajar. De su pequeña maleta había sacado otro vestido. Sonrió al verlo, recordando lo que su madre solía decir de esos vestidos campestres que ella tanto amaba usar, para hacerle disgustar. Cuando estuvo lista, bajo, sabiendo que debía demostrar que era una persona puntual. Recordaba a qué hora siempre se levantaba su institutriz. Y ella quería ser igual.

Las lágrimas de un ÁngelWhere stories live. Discover now