boys.

(8)

Tyler conducía despreocupadamente y por primera vez en mucho tiempo, el asiento del copiloto junto a él estaba vacío.

Yo no iba a sentarme con Tyler. No. En verdad no tenía ánimos para empezar otra discusión. Cara se puso el cinturón de seguridad y me tocó el hombro indicándome que también lo hiciera.

Asentí con la cabeza, dirigiéndole una sonrisa. Tyler pareció haberlo notado.

— Necesitamos hablar. — dijo Tyler cuándo el semáforo estaba en rojo. No podía definir la expresión en su rostro.

Me aclaré la garganta, con cuidado de no decir alguna estupidez.

— Habla.
— No ahora. — Tyler le dirigió una mirada rápida a Cara y regresó a acelerar cuándo el semáforo se puso en verde. — Cuándo estemos solos.

Cara desvió la mirada. Sabía que no estaba triste. No podía estarlo. Cara no se ponía triste por cualquier estupidez. Y no sé ni siquiera si estoy resentido o una mierda de ese estilo, pero por algún motivo, me molestó.

— Cualquier cosa que tengas que decir, puedes decirlo frente a ella. — Cara sonrió triunfante, pero Tyler sólo soltó un largo suspiro.
— ¿Cuánto más vamos a jugar este juego, Thomas?

Guardé silencio. Sé que Cara estaba mirándome. Y que Tyler también me miraba por uno de los espejos.

— ¿De qué juego hablas? — estuve a punto de preguntar, pero fue cómo si Tyler hubiera leído mi mente.

— Vamos, Thomas. Sabes de qué hablo. Este estúpido juego en el que me haces sentir cómo un idiota. Y me mantienes pensando que hice algo mal, pero no me dices qué hice mal.

Hubo silencio por unos minutos, hasta que Cara decidió terminar con la tensión que podía sentirse en el auto de Tyler.

— Llegamos. — dijo, y Tyler se estacionó junto al auto de Mikey, aunque ahora mismo sería el auto de Jack.
Ahí estaba, junto a Kourtney.

— Me pregunto si Mikey sabrá que Jack trae a su novia a las carreras mientras él no está. — dijo Tyler, pero yo seguía pensando que no era asunto nuestro.

Cuándo bajé del auto, Jack se dirigía hacía mí.

— Buena suerte en la carrera, Tommy. — dijo, extendiéndome su mano. La estreché, sonriente, tratando de sacar el pensamiento de la corazonada de Cara de mi cabeza.

Los motores de ambos autos se mezclaban con los gritos del público.
Cara echó un vistazo al auto de Jack.

— ¿Llevará a Kourtney como copiloto? — preguntó. — Eso es estúpido.

Me dirigí a mi posición habitual y agité la bandera sin decir nada.

Mis ánimos estaban por los suelos incluso cuando yo había vuelto al público y Tyler llevaba la ventaja, porque minutos después, Jack ganó la carrera.

Tyler salió del auto con la mirada hacia abajo, sin decir ni una palabra.
Jack y Kourtney saludaban con la mano mientras el público los aclamaba.
Escuchar todo eso fue una mierda.

— Vámonos. — le susurré a Cara, y asintió.
— ¡Hey, Tommy! — Jack trotó hasta donde estaba. — Soy una buena persona. — dijo. — Los dejaré correr una revancha, pero sólo si así lo quieres.

Me sonrió con malicia. ¿Se estaba burlando? ¿En serio estaba intentando humillarnos sólo porque Kourtney estaba con él? No pasaría. Definitivamente no pasaría.

— Acepto. — dije, escuchando aún más aplausos y gritos por parte del público. — Jacky.

Miré hacia atrás, y le hice una señal a Cara para que tomara la bandera, pero me miró confundida.

Tyler corría hasta su auto, cuándo lo aparté de un empujón.

— ¿Qué mierda, Thomas? — subí al asiento del conductor, y cerré la puerta.

Entonces Cara pareció entender, y corrió hasta ponerse en medio de ambos autos, agitando la bandera.

Cuando Cara se alejó, Jack tenía rápidamente la ventaja. Kourtney tenía la ventanilla abajo, y salía de vez en cuándo para saludar al público. Mierda, esa chica en serio necesitaba toda esa atención.

Rebasar a Jack fue más fácil de lo que creía que sería. Pasó tan rápido que cuándo me vio de pie sobre la meta, parecía sorprendido. Idiota.

Bajó del auto, y caminó hacia mí. No podía distinguir si la expresión de su cara era felicidad o exactamente sorpresa.

— Wow. — dijo, pasándose una mano por el cabello. — Así que no eres solamente algo bueno.

Sonreía. Ambos sonreíamos.

— Fue tan adorable de tu parte el haberme subestimado. — Revolví su cabello, intentando no reír con su reacción. — Deberías pensarlo dos veces la próxima vez.