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— ¿No piensas dormir nunca? — escuché la voz de Jack a mi derecha.
Sonreí, frotándome los ojos sin quitar la vista de la ventana.

Me volví hacia él, mirándolo directo a los ojos a pesar de la oscuridad. El televisor estaba apagado y la habitación estaba en silencio.

La idea de la universidad estaba adueñándose de mi cabeza por completo, haciéndome miles de preguntas.

— Si pudieras viajar en el tiempo, ¿A qué momento volverías? — pregunté repentinamente, probablemente tomándolo por sorpresa.

Guardó silencio por unos minutos, cuando preguntas completamente diferentes pasaron por mi cabeza, congelándome por completo como una cubeta con agua helada.

¿Jack iría a la universidad?
¿Se iría de la ciudad?
¿A dónde iría?
¿Se irá muy lejos?
¿Lo volvería a ver algún día?

— No me esperaba esa pregunta. — rio, trayéndome de vuelta a la realidad. — Creo que volvería a este momento. Justo aquí. Justo ahora.
Contigo.
— Eres un idiota, tomando ventaja de esa manera. — reí, sin quitarle la vista de encima.

Tragó saliva. Pude notar la sonrisa en su rostro.

— Definitivamente estoy coqueteando contigo. — dijo, haciéndome soltar una carcajada.

Su mano se sentía helada entrelazada con la mía, y no podía dejar de pensar ni un minuto en que esto era algo que no quería perder jamás.

— ¿Puedo besarte ahora? — preguntó, rompiendo el silencio. — Prefiero morir si no puedo hacerlo.

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Cerré la puerta detrás de mí, entrando al elevador. Presioné el botón de planta baja, y la espera realmente me pareció eterna.

Miré a mi alrededor cuando la puerta estuvo finalmente abierta, sonriendo involuntariamente.

Busqué las llaves en las bolsas de mi chaqueta, maldiciendo internamente.

— Olvidaste esto. — di un salto, dándome la vuelta. Jack rio, poniendo las llaves sobre mi mano.
— Casi me matas del susto.
— Es porque te quiero. — sonrió, mirándome directo a los ojos. — ¿Nos veremos mañana? — asentí con la cabeza.

Caminó un paso más, acercándose.

— ¿Lo prometes, Tommy?
— Lo prometo, Jacky. — besó mis labios cortamente para darse la vuelta y recorrer el pasillo hasta el elevador.
— Eres un idiota. Esta vez no pediste permiso.
— Novato. — rio. — Una vez otorgado, ya no hay porqué preguntar.

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— Ah, hola Thomas. — Hunter me recibió en el marco de la puerta, haciéndose a un lado. ¿Qué mierda?

Subí las escaleras rápidamente, encontrándome con Cara conversando alegremente con Tyler, que no parecía mostrar ningún interés.

— ¡Hola, Thomas! — Cara sonrió, abrazándome. Miré confundido hacia Tyler, pero el simplemente me fulminó con la mirada.
¿Dónde estabas? — gesticuló sin decir ni una palabra. Preferí no responder.

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— Quiero algo de tomar. — Cara apuntó a la máquina expendedora a unos metros de nosotros. — Regreso en un minuto.
— ¿Dónde estabas? — insistió Tyler, hablando entre dientes, ignorando completamente la presencia de Hunter.

Tragué saliva, mirando rápidamente a Hunter, y luego de vuelta a Tyler, tratando de ingeniar una excusa.

— Si corro, ¿Podrían dejarme ganar? — Hunter sonrió inocentemente. — Ya saben, porque es la primera carrera de Cara, y...

Tyler se balanceaba sobre sus talones, evitando mirarlo a toda costa.

— No. — contesté, fríamente. — La vida no funciona así. No te tengo lástima. — rodó los ojos, mirando hacia Tyler.
— ¿Tyler? Por favor.
— Sí, por mí está bien. — Cedió rápidamente, haciéndome ahogar un grito.

Hunter sonrió, pasándose la mano derecha por el cabello.

— Mierda, Tyler. Es la última carrera.
— Lo sé. — miró de vuelta hacia mí, probablemente buscando apoyo. No me había dado cuenta de cuanto me molestaba que Tyler se hubiera enamorado de Hunter — Pero al final creo que no importa tanto.

Di la media vuelta, encendiendo la pantalla de mi móvil.
12:04 PM. El tiempo pasaba más rápido de lo que pensé.

— ¡¿Qué crees que estás haciendo, Tyler?! — la voz de Cara a unos metros de mí estuvo a punto de darme un infarto. Miré hacia atrás, encontrándome con Hunter besando a Tyler.

En ese momento, estoy seguro de que de alguna manera dejé de funcionar completamente. Me mantuve ahí, inmóvil, mirando cómo las lágrimas rodaban por las mejillas de Cara, empañando sus anteojos.

Pude ver por el rabillo del ojo como Tyler y Hunter se habían separado. Miraban la escena, atónitos, como si les faltara la respiración.

— Cara. — Dije, dándome la vuelta por última vez. Parpadeé, y había desaparecido.

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¡Holaaa!
Antes que nada, quiero disculparme por tardarme tanto y traer un capítulo tan malo. Es sólo que me he vuelto a enamorar, y pues mi cerebro como que a veces no funciona.
Veamos como termina esto.
Perdón.
xo

boys. Où les histoires vivent. Découvrez maintenant