(17)

2.3K 238 39
                                    

No voy a mentir, la vida es una mierda.

Cruzo la calle con dificultad, y entrecierro los ojos para poder ver entre la lluvia.

El cabello mojado me cubre la frente, y puedo sentir el frío llegar hasta mis huesos, pero aún así continúo, con cuidado de no resbalarme.

Estoy perdido. Demasiado perdido.

Detesto este estúpido sentimiento, que me repite que estoy lejos, muy lejos de casa.

<><><>

Cuándo desperté, los escalofríos me recorrían aunque tuviese una cobija encima.

Miré a mi alrededor bruscamente, verificando que no estuviera en casa de Jack.

Solté un suspiro al ver a Tyler caminar por el pasillo en mi dirección.

— Despertaste, idiota. — dijo, revolviendo mi cabello. Retrocedí ante su tacto, sorprendiéndolo. — ¿Qué pasa?

Negué con la cabeza, pero quería gritar. Los recuerdos regresaron a mi cabeza, como balas.

A él le gusta revolverme el cabello.

Maldije internamente, y entrecerré los ojos. Por un momento mi cabeza se mantuvo en blanco, haciéndome sonreír.

Pero cuándo los recuerdos regresaron, finalmente tuve que aceptarlo.
Por más que quisiera, nunca iban a irse.

<><><>

El teléfono había sonado tanto, que podía marcar el ritmo del tono de llamada con mis manos.

Era Cara. No necesitaba ver el estúpido teléfono para saberlo. Y tampoco podía intentar salirme con la mía, tarde o temprano, Cara estaría tocando mi puerta.

Y así fue. Tyler bajó descalzo las escaleras cuándo escuchó al sonido del timbre insistir una y otra vez.

— Podrías abrir de vez en cuando, Thomas. — rio, desapareciendo de mi vista, para volver con Cara pisándole los talones.

Cara cruzó los brazos, mirando de reojo a Tyler.

— Me gustaría estar a solas con Thomas, por favor. — pidió, haciendo que Tyler levantara ambas manos, desapareciendo por el pasillo.

Cuando Cara lo perdió de vista, se sentó frente a mí, tomando una de mis manos.

— Necesito hablar contigo.
— ¿Es algo serio? — tragué saliva, haciendo que suspirara.
— Sea lo que sea, prométeme que seremos amigos después de esto. — asentí lentamente.

Amigos. Eso no daba muchas esperanzas.

— Yo... te quiero, Thomas. — bajó la mirada. — Pero... yo amo a otra persona.

Mi rostro no podía expresar la sorpresa que sentía en el interior de mi cabeza.

— Ah. — dije, evitando la mirada de Cara. Quería sonreír. En serio quería hacerlo, pero no lo hice.
— ¿Tú... vas a estar bien?
— Claro. — dije, casi a punto de reír.

Cara sonrió dulcemente, extendiéndome la mano.

— Entonces, ¿Amigos? — tomé su mano rápidamente, estrechándola.
— Para siempre.

<><><>

— Ya que finalmente "terminaste" con Cara, si gano la próxima carrera, quiero beber hasta quedarme inconsciente. — Tyler rio, deteniendo su auto frente al semáforo. — ¿Beberías conmigo, querido amigo?

Rodé los ojos, sonriendo.

— Querido amigo, te he acompañado desde siempre. — dije. — Pero aún soy muy joven, y todavía no quiero morir.

Soltó una carcajada, y aceleró cuando el semáforo estuvo en verde.

— ¿Dónde está el idiota de tu ángel de la guarda? — preguntó, mirándome de reojo rápidamente.
— ¿De qué mierda hablas? — respondí, dándole una calada al cigarro que acababa de encender.

Tyler rio, bajando ambas ventanas.

— De Jack, tonto. Ya no salen más. — hice lo posible por no ahogarme con el  humo.

Hijo de puta, estaba completamente desprevenido.

— Yo... — traté de decir, pero comencé a toser. — Yo espero que haya encontrado a alguien más a quién salvar.

boys. Där berättelser lever. Upptäck nu