"Mi secreto" [Park Jimin Y Tu]

Capitulo Final |Hasta la eternidad|

–¿Un alfa?–

–Si– sonreí débilmente

–Sabes... sinceramente no entiendo mucho, pero en los libros que he leído...un alpha es como el jefe de una manada ¿Cierto?– frunció el ceño

Sonreí tiernamente –Si– acaricie su mejilla suavemente –Ve a casa, Min-Ki. Después te contaré todo a detallé– susurré

–¿Por qué?–

–Solo ve. Quiero estar un momento sola, no te preocupes, no tardaré. A parte ya está oscureciendo– no muy convencido asintió, y beso mi mejilla para irse a casa

    Lo ví como se alejaba, y una pequeña sonrisa apareció en mi rostro. Tan tierno, tan dulce, tan educado, tan divertido y tan atractivo. Cómo Jimin. Min-ki es como un reflejo de el. Nunca me cansaré de decirlo.

    Levante mi vista hacia el cielo en donde se podía ver a la luna en su punto más alto, iluminando la oscuridad.

Jimin.

    Cada que la veía en lo alto su nombre llegaba a mi, así mismo es como si una película recorriera mi mente y me haga recordar todos los momentos en que estuve con el, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada mes. Sonreí inconscientemente en mi interior al recordar aquel día en que lo conocí por primera vez...

Me senté en una roca grande que se encontraba cerca de aquel lago, por instinto dirigi mi mirada hacia enfrente encontrandome con un bello y resplandeciente atardecer que dejaba ver sus tonos de colores más llamativos, estaba tan distraída que no me había percatado que empezaba a oscurecer, el viento comenzó a soplar un poco más fuerte y el bosque se convirtió en un lugar oscuro, el miedo comenzó apoderarse de mi cuando escuché aquellos sonidos provenientes de la oscuridad, eran pisadas, entonces fue ahí cuando mi miedo salió de límites.

    Un aullido potente y lleno de autoridad se escuchó demasiado cerca, baje de esta piedra en donde estaba sentada volteandome lentamente.

    Cuando mi cuerpo volteo completamente ví un lobo, sin embargo, esa criatura no era como lo conocía, ¿Cómo podía ser real aquella inmensa criatura? ¡Era un lobo gigante! Con pelaje negro que desde mi vista se veía suave, su altura sobrepasaba la mia, era más grande que yo, tenía una mirada fría y autoritaria a mi, y eso me asusto más. Comenzó a acercarse a mi, yo retrocedía mientras él se acercaba, no sabía que hacer. Cuando sentí en mi espalda algo duro entendí que era el gran árbol que se encontraba obstruyendo mi paso, fue así como ese lobo me acorraló dejándome sin escapatoria, en mi mente iban y venían ideas de cómo sería mi muerte en tan temprana edad por un lobo gigante, pero lo que hizo este me dejo demasiado confundida, agachó su cabeza junto con su cuerpo dándome a entender que yo lo podía dominar. Como si me hiciese una reverencia.

    Aquella lágrima traicionera que siempre estaba conmigo cuando no quería que estuviera, recorrió mi mejilla acompañada de otras más.

Comencé a sollozar sin evitarlo.

    Esta noche la odio por completo, me hace recordar momentos de los cuales quiero superar, y unos de esos fue mi primer beso con el... reí débilmente al recordarlo, ese beso había sido muy lindo aunque me había agarrado desprevenida...

—Gracias— sonreí un poco sonrojada tomando su mano para salir

—De nada. Me gustaría volver a repetir un día como este—

—A mi tambien Jimin,— sonreí —Nos vemos—

    Me acerque a su rostro para poder despedirme de él besando su mejilla, sin embargo, antes de que mis labios tocasen su mejilla, Jimin volteo su rostro juntando sus gruesos labios con los míos, en un pequeño y cálido beso que no veía venir.

    Realmente no puedo y no quiero olvidar sus labios, desde que el se fue, cuando me despierto siento la calidez de los labios de Jimin cuando me besaba. Hasta ahora sigue siendo así.

    Es como si Jimin fuera un ladrón escabullendose todas las noches a mi habitación solo para robar, adueñarse y dominar mis labios cálidamente.

    Dios. Me hace tanta falta, su modo de ser, su rostro, su cuerpo, su sonrisa, sus manos...

    Baje de la roca y me acerque al río, que a pesar de que la oscuridad inundaba aquel lugar, su brillo y claridad de este, siempre estaba presente...sonreí mientras seguía recordando todos los momentos con Jimin. Por un segundo cerré los ojos y lo imaginé.

    Un aullido de un lobo a lo lejos, sonreí internamente.

    Todo ocurrió como si hubiera pasado en camara lenta... Aullidos, lobos gigantes, corriendo delante de mí, un lobo negro que dirigía a aquellos lobos, sus ojos se conectaron con los míos tiernamente. Para después desaparecer de mi vista.

    Mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente, no sabía por qué razón. Simplemente sentía que el estaba cerca de mi. Su olor inundó mis fosas nasales. Sentia sus brazos fuertes rodeando mi cuerpo.

    Toda esa fantasía e imaginación se esfumó al oír como pequeñas gotas comenzaban a cubrir mi cuerpo, aun con los ojos cerrados levante mi cabeza disfrutando de aquella lluvia, como cada pequeña gota corría con suavidad mi cuerpo.

    Y como si el me hablara desde la naturaleza que me rodeaba, pude escuchar una voz en mi corazón, una que le pertenecía a el.

    Susurrandome lo que siempre recordaría hasta más allá de la muerte, lo que nunca olvidaría, lo que me daba esperanzas de verlo en la otra vida y volver a estar con el, y está vez, para siempre.

Jamás me olvides que pronto nos volveremos a ver, cara a cara. Solo tú y yo, hasta la eternidad.