C I R C U S | Fack

Tenth Day

Todo se me jodió.

-¡Vas a estar bien! -traté de no gritar mientras lo abrazaba a un lado de la camilla y los demás lo cargaban.- Lo juro, ¿si? Tranquilo, respira.... Dios, respira...

Las lágrimas amenazaban por salir de mis ojos, pero no podia llorar frente a él. Debía ser fuerte mientras él siguiera viéndome.

-Jack, tranquillo... Voy a estar bien.- Sonrió, por última vez en el día, ya que a los tres segundos se desmayó.

Las lágrimas ahora cayeron como cascadas en el primer pestañeo que di. No quería ver a Finn en ese estado, así que me alejé y me quedé afuera de la carpa del médico. Como perro, sentado en el suelo, a esperar.

Agradecía enormemente que en este asqueroso circo hubiese un doctor.

Llegó Francis corriendo y cuando vio que no lo dejaron entrar a la carpa, se sentó junto a mi en cuanto me vio.

-¿Qué le pasó? -me preguntó agitado de tanto correr.

-Se cayó de la cuerda en la función de la mañana, n-no sé qué pasó.- sollozé y me enredé los dedos en el cabello.- Pero ¡¿Por qué carajos no usan arneses?! ¡¡Pudo haberse matado!!

-O sea, ¿sigue vivo? -lo miré incrédulo, pero después vi que lo decía en serio.

-¡Sí! Eso creo... -suspiré pesado.- Eso espero...

-¿Entonces ya me dirás que pasó?

-Sí... No... -respiré un poco para calmarme, el sólo hecho de pensar que podía perderlo me hacía entrar en histeria. Traté de continuar hablando.- Es que... Estaba en su acto, y cuando se dejó caer ya no se pudo sostener. Su pierna estaba... Doblada. Horrible, me dio pavor.- las lágrimas no se detuvieron.- supongo que por eso se desmayó.

-¿Y los espectadores?

-Nada, los extras entraron a fingir que era parte del acto y... He me aquí.- Me limpié las lágrimas un poco.- No puedo creer lo que pasó, fue demasiado rápido... No puede ser...

Yo, me sentía a desfallecer. Mi alma estaba muriendo, si Finn no salía por esa puerta, sano y salvo, me mato. No, de hecho, no será necesario matarme. Mi cuerpo solito se va a pudrir.

-Hey, Jack, tranquilo, ¿quieres? -sentí su mano rodearme los hombros. En estos instantes me importaba un bledo lo que pasase a mi al rededor.- Se va a recuperar, no es la primera vez que se cae, y siempre sale bien.

Ahí, el mal nacido de Francis captó toda mi atención. Con esa última frase.

"No es la primera vez".

-¿Q-Qué? ¿A qué te refieres? -sorbí mi nariz y lo miré a los ojos, totalmente roto.- ¿Se ha caído más veces?

-Uhhh, sí, Finn ya es cliente frecuente de el señor Fish... Lamentablemente siempre sale de ahí.- bromeó, y yo no pude hacer más que tratar de incinerarlo con los ojos.- Oye ya, era broma.

-Vete a la mierda.- susurré, y volví a llorar, ocultando mi rostro entre mis rodillas abrazadas. A los segundos sentí los dedos largos y huesudos de Francis acariciarme la espalda.

-Ya... No lo siento, pero, lo siento...

Este tipo es un estúpido.

Pero un estúpido caritativo. En las seis horas (sí, seis) que me pasé ahí sentado como mendigo, él también estuvo ahí, como mínimo cambiando el sentimiento que tenía de tristeza, por Finn, a odio, por él.

-Ya me aburrí... -suspiró.

-Yo no, podría quedarme dos semanas más aquí si es necesario.- pensé, o dije, ya me perdí, no sé lo que digo o pienso.