Más o menos bien

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Los gritos se escuchaban hasta las próximas dos cuadras después de aquí. No conseguías como meterte en mi cabeza y hacerme entender que estaba mal, yo tampoco podía lograrlo. Era imposible, pues cuando me daba con algo, no era fácil dejarlo ir.

Me decías que despertara de esa maldita pesadilla, nada de lo que pasaba era cierto y las voces no existían, pero yo las escuchaba. ¿Cómo no iban a ser reales? Las cosas tan hirientes que me decían;

"no sirves",

"eres un fracaso",

"mírate, eres un asco."

Tú solo seguías gritándome y sacudiéndome, intentando despertarme. Querías llamar a alguien para que te ayudara, pero sabías que no resolvería nada. Ya era tarde, ya yo no estaba aquí. No sé precisamente dónde estaba, pero no era aquí.

Llorabas, no conseguías como hacer que abriera los ojos, era trágico y frustrante a la vez. ¿Quién hubiera imaginado que la de las sonrisas más bonitas era la que más rota estaba?

Me mirabas a los ojos, estaban igual de fríos que la noche. Mis labios estaban resecos y pálidos, como si no me hubiera alimentado hace en días. Era un desastre, y no uno hermoso...

Este era mi clamor. Este era mi llamado... Necesitaba que lucharas más fuerte, tenías que sacarme de allí antes de que me fuera por completo.

Al parecer lo escuchaste, tus brazos se entrelazaron a mi alrededor y me dieron calor. Sollozabas, pero no te alejabas. Seguías ahí, abrazándome aún más fuerte. Desperté.

Desperté y sentí todo a mi alrededor de nuevo, las voces se callaron y el silencio se detuvo. Te abracé y sollocé en tu hombro. Tus fuertes brazos me levantaron del suelo y me llevaron al sofá, sentándome y tú a mi lado.

Sé que no era fácil lidear con esto todo el tiempo, te dolía y tenías miedo de que algún día no lograrás sacarme de mi infierno interno, pero te lo agradecía. Agradecía que tuvieras que pasar por este infierno conmigo para así no sufrir tanto...

~K. N.~

Las Cosas Que Nunca DijeOnde histórias criam vida. Descubra agora