El Primer Llanto

24 3 0
                                    

La primera vez que te vi llorar fue un jueves en la tarde. Estabas muy callado, así que asumí que no querías que me diera cuenta. Pero era inevitable, tu ausencia se hacia notaria.

Me acerqué un poco más y tus mejillas estaban levemente enrojecidas, tus labios y ojos hinchados acompañándolas. Aún no notas mi presencia, pues estoy siendo lo más discreta posible.

Quería correr hacia ti, ¡carajo, quería abrazarte y espantar todos esos demonios que se alimentaban de tus inseguridades y culpabilidad! Pero no podía, porque sabía que lo míos se harían presentes...

Al parecer te diste cuenta de que estaba ahí, ya que escuché mi nombre caer de tus labios. Te encaré y te secaste rápidamente las lágrimas. Caminé hacia ti y te envolví en un fuerte abrazo.

No te pregunté que te ocurría, no te pregunte que podía hacer, simplemente te abracé y besé tu mejilla. No podía hablar. Mis llantos se escaparían y no quería ser débil cuando tú lo estabas. Necesitaba ser fuerte, y eso hice.

~K. N.~

Las Cosas Que Nunca DijeWhere stories live. Discover now