Lo Que Él Nunca Le Dirá

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Ella es ... bueno, ¿qué no es ella?

No es inocente. No, jamás en mil vidas.

Me encanta tenerla así; retorciéndose y lloriqueando debajo de mí, bajo mi control. Sus manos viajaron a mi torso. Mis pelos se erizaron ante la sensación de sus dedos acariciando mi piel, pero no cedí a su juego. Agarré sus muñecas con fuerza y ​​aguanté sus manos en la parte superior de su cabeza.

-No.

Dije simplemente. Ella dejó escapar un suspiro tembloroso, claramente sin esperar lo que acababa de hacer. Trató de mover sus manos, pero solo presioné más sobre ellas.

-No te muevas.

Ella me dio una mirada retante, pero cedió. Le dediqué una sonrisa maliciosa y bajé mis labios hasta su escote, ella dejó escapar un gemido casi inaudible, pero era bastante alto como para que yo lo escuchara. No la besé, simplemente me quedé ahí; rozando mis labios con su delicada dermis y apreciando su exquisito aroma... Olía a dulces, y ya me estaba acostumbrando a la fiebre, me volví adicto a ella.

No hablaremos sobre cómo haré que ella recuerde esta noche por el resto de su vida. Hablaré sobre ella; simplemente ella. No me pude contener más y por fin posé mis labios en su piel. Era tan suave, tan deliciosa... Mierda, lo era todo.

Ella es todo lo que siempre he querido, lo que siempre he anhelado, pero eso es algo que jamás puede saber. De ser así, seré obligado a romper una barrera demasiado de alta, y esto la jode por dentro... Pero, ¿qué hay de mí? ¿Qué ocurre si al abrir las puertas de mi alma y las ventanas de mi corazón, ella no encuentra lo que quiere? ¿O lo que necesita? ¿Y si no soy lo que ella quiere?

No soportaría ese dolor, esa apuñalada que solo ella puede darme... Quiero darlo todo por ella, pero a la vez no. Argh, es difícil de explicar.

Sus bellos y carnosos labios eran la epítome de todo lo que era su belleza exterior... Dios mío, no creo que jamás haya conocido a alguien con unos labios tan preciosos. Besarlos era un privilegio. Eso es un hecho, y ni hablemos de su sonrisa... En serio, no pararía de hablar jamás. Es tan hermosa.

Sus ojos eran de un lindo color verde claro, con pequeñas manchas marrones. Parecían, no un bosque... Más como el paisaje de un prado; simple, pero a la vez maravilloso.

Y, su lindo corazón y su única y original forma de pensar se destaca mucho de la mayoría de las personas que han tenido o tienen lugar en mi vida. Es increíble como puede aguantar tanto dolor y desprecio y aún seguir siendo dulce y amable con alguien. Es uno de sus mejores atributos, pero el que más me ha llamado la atención es la manera en la que piensa.

Es tan simple, pero compleja a la vez; como un poema o un escrito. Tal vez no comprendías el propósito o el por qué de lo que hacía o decía, pero al final te termina gustando... Así es ella...

Es una lástima que nunca lo sabrá...

Las Cosas Que Nunca DijeWhere stories live. Discover now