Las Cosas Que Nunca Dije

Carta

Querido abuelo:

Te escribo esta carta con el único propósito de decirte que estoy bien. Sé que nuestra relación de abuelo-nieta no era la mejor, pero los pocos momentos que recuerdo haber compartido contigo son buenos. La música era una de tus pasiones y nunca evadiste la oportunidad de enseñarnos a cada uno de nosotros tus talentos musicales. Recuerdo que a uno de mis primos le enseñaste como tocar el teclado de piano y a mí como tocar la guitarra y cantar algunos coritos o canciones.

Soy la única niña de cuatro nietos que tuviste, así que compartir conmigo era difícil, puesto que era pequeña y no me interesaba pintar la casa o limpiar el patio. Siempre me pasaba con abuela, pero no significa que no quería pasar tiempo contigo, quería, pero, ¿qué iba a hacer?

Era la nena de abuelo y abuela, la consentida... Quizá por eso mis primos me trataban mal y no me querían cerca de ellos. Con mi hermanito no hubo problemas, pues era un niño y un bebé; era la luz de tus ojos, también. Siempre tuviste mejor relación con los chicos, eso era obvio. Tuviste dos hijas, era claro que querías más hijos varones, aunque ya tenías uno, al cual amabas grandemente.

Aún así, me amabas. Cantabamos, reíamos, me sentabas en tu falda para ver televisión; hasta hicieron lo posible por darme el mejor cumpleaños #3, aunque no lo recuerde... Sé que preparaste la casa e hicieron de ello el mejor.

Y fui creciendo, pero tu fuiste muriendo... Te enfermaste gravemente. Mejorabas, y luego empeorabas, no había un punto medio.

Cumplí los nueve. Los celebramos en tu habitación, tú en la cama atado a máquinas y sueros y yo mirándote; intentabas lucir bien, pero no te quedaba, viejo... Mierda, me pesa el pecho al recordarlo.

Tres meses después partiste y te fuiste a un lugar mejor, espero. Ya no sufrías, eso era lo importante.

Han pasado ocho años y es evidente que aún te extraño. Eras mi ángel.

Te amo, abuelo papi.

Con amor, Nicole.

:::::::

Capítulo Especial :)