~~ Cacería de Brujas ~~ [Billdip AU]

I. Amoris Peccatum

Aventé el libro hacia el otro extremo de la amplia habitación.

Mi pecho subía y bajaba, mientras comenzaba a blasfemar. ¿Y cómo no he de hacerlo? Siempre las mismas historias y las mismas mentiras con las que he crecido.

¿Y qué si yo no quiero creer que Dios lo creó todo?

- ¿Por qué avientas los libros, hermanito?- preguntó mi hermana Mabel, una joven destinada a contraer matrimonio con el heredero feudal, Gideon Gleeful.

- Porque me acordé de algo- le respondí, cortante.

Mabel se acercó hacia el libro y lo tomó, viéndole horrorizada.

- ¿Sabes que este es uno de los libros de Ford, verdad?- preguntó.

- Claro que lo sé, él personalmente me lo dio- respondí, cruzándome de brazos.

- No deberías tirarlo, entonces. O se enfadará contigo

- Que lo haga- respondí al instante- ¿Qué más puede pasar mas que una riña y un castigo? Ah, ya se, que me quemen en la hoguera como vil brujo.

Mi hermana se horrorizó más y comenzó a persignarse.

- Por la Santa Virgen, no vuelvas a decir eso. Esas mujeres que son quemadas en la hoguera reciben el castigo divino por retar a Nuestro Padre y a la Santísima Iglesia- exclamó.

- Ay, Mabel... ¿En serio crees todo lo que tu prometido y mis tíos dicen? Esas era simples curanderas que buscaban otras formas de sanar a la gente. Y otras formas no significan hacer pacto con el demonio, significan buscar plantas medicinales

- Aun así, eso no es algo que la Santa Iglesia apruebe. Además, ¿de dónde consiguen esos conocimientos? De Satanás, claro

- De la experimentación y el conocimiento que adquieren de eso- corregí a mi hermana, ya fastidiado de sus faltos argumentos. Siempre la misma mierda.

Tomé el libro de las mano de mi hermana y caminé hacia mi habitación, sin escuchar nada de lo que mi hermana alegaba. No tengo el humor de pelear por lo mismo de siempre.

Me mantuve en mi habitación durante un largo rato viendo hacia el mohoso techo, con el libro a mi lado a medio leer.

Hice volar mi mente hacia todos los mundos por haber, donde no estén plagados de falsas creencias que tiren la verdad a un abismo. Que todo tenga una explicación lógica y no con el usual "Dios lo creó todo"

Sin embargo, eran cavilaciones, las cuales fueron interrumpidas por el leve golpeteo en la puerta cerrada. Me paré al instante al ver que el sol estaba a punto de esconderse. Eso significaba que mis tíos ya habían regresado de sus labores de siempre; estar a lado del sacerdote que hablaba mentiras y de robarles el diezmo a los campesinos de su miserable salario.

Aunque me enojen, todos saben que hay que respetarlos. Es obligación a no ser que quieras al clero completo ir a juzgarte en el nombre de Dios.

Lo bueno es que son mis tíos y tengo ventajas.