XVII. Destitutione

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El primer día fue difícil.


Los siguientes fueron más difíciles que el anterior.


A veces, despertaba tan tarde que ni siquiera me molestaba en salir de la cama.


No había noche en que no llorase hasta caer dormido. Temblaba entre sueños al no verme envuelto en la calidez que Bill me brindaba.



Las pesadillas eran diarias y no había consuelo en forma de besos y palabras de hermoso significado.


Estaba tan solo que me daba miedo volverme loco.


Mi corazón parecía haberse ennegrecido en este tiempo que parece eterno. Parece una vida desde que no he podido saborear aquellos besos que sentía cómo el más potente elixir.



Quería morir... aunque no sabía si ya estaba muerto.


Peor aún, el ir al pueblo era una tortura. Más ejecuciones de lo normal y, para empeorarlo más, varias cenas con el rey y su hija, quien será mi próxima esposa.

No le he visto el rostro, sin embargo. Siempre lo trae cubierto por un velo, y eso a veces llega a intrigarme.


En el pueblo rondan muchos rumores de la belleza digna de María que ella tiene, la cual cubre para no profanar. Tal belleza que la heredó de su madre, quien de igual forma cubre su rostro con un velo.

La curiosidad de saber qué belleza, si la del cielo o la del infierno, podría ganar me invadía. Si los rumores son ciertos, entonces tendré el privilegio de conocer a los dos.


En las cenas me hacen sentar junto a ella,quien no hace más que agachar su cabeza en timidez cuando le pregunto algo, y sus respuestas son susurros temblorosos. Me pregunto si acaso yo le doy miedo.

No he visto a mi hermana en este tiempo tan difícil. Sé que no me serviría de nada, pero al menos su presencia me sería reconforte.

El mundo me parece desconocido cada vez más. Siento estar en otra vida desde que Bill se marchó.



Oh Bill, me pregunto si estará bien. Se veía tan preocupado ese día que me asustó su futuro.



El tiempo pasó sin yo darme cuenta. La boda de mi hermana cada vez estaba más cerca y por ende, la mía también. Quizá, cuando regrese Bill ya habré contraído matrimonio.

Mi temor es que me deje de amar y que, gracias a eso, me espere una vida mediocre.


Si eso pasa, no dudare en quemar esta casa con mi ser dentro.



- Entonces, Dipper, ¿vendrás? - me preguntó mi tío Ford, sacándome de mis tormentosas cavilaciones.

- No lo sé, tío. Me siento cansado- susurré.

- Vendrá la familia real- añadió, sonriendo ampliamente. Y ahí está la orden oculta que tanto detesto. La maldita familia real.

~~ Cacería de Brujas  ~~ [Billdip AU]Where stories live. Discover now