XVI. Solitudinem

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Corrí al instante hacia el demonio tirado en el piso, incapaz de mantenerse en pie.


Mis manos se volvieron temblorosas al intentar tocar una gran herida en su cuello que hacía sangre de un dorado carmín salir de ella. Podría apreciar lo hermosa que era su sangre si no estuviera en este momento de frenesí.

- ¡Bill!- grité- ¿Qué pasó?


Apreté la herida, pero Bill separó mis manos de él.

- Me curaré solo- susurró- Lo único que necesito es tiempo y espacio. Aléjate niño


Mi corazón dio una punzada de dolor tan fuerte que cegó mi visión.

Me apreté más a él, aún cuando me repitió que me alejara. Lo único que podía hacer era negar y seguir en lo que sea que estaba haciendo, hasta que Bill dejó de tratar de separarme.

No tengo idea de cuánto estuvimos así, pero sé que mi cuerpo entumecerse no era un indicio de que estuviera poco tiempo en esta posición.


Tomé toda mi voluntad para verlo a los ojos, los cuales estaban cerrados.

- Bill- susurré, moviéndolo un poco. Al instante abrió sus ojos de color ámbar y me vio con curiosidad.

- Dipper- susurró. Noté que la sangre de Bill estaba seca y su herida en el cuello ya no estaba, dejando nulo rastro de ella más que la sangre y mis recuerdos.

- ¿Qué te pasó?- pregunté, incorporándome en su regazo.

- Nada importante- respondió, con su típica sonrisa llena de despreocupación.

- Claro, nada importante- rezongué- ¿No tienes otra excusa? Siempre dices lo mismo Bill; que no es nada importante. Pero yo bien sé que sí es importante... Por favor, dime

- No lo vas a entender, mi cielo- susurró- Somos de diferentes mundos, ¿no te das cuenta? ¿Cómo he de decirte algo que no es de tu mundo y que, por eso, no lo entenderás?

- Trataré de entenderlo Bill... 

El negó con la cabeza y me sonrió ampliamente.


- Vamos al laboratorio. Con todo esto nos hemos atrasado en tus estudios- como es su maldita costumbre, cambió de tema.

Yo no tuve más alternativa que aceptar. Además... no quería pelear con él.


Lo esperé abajo mientras él se iba a cambiar de ropa. Aunque intenté distraerme con cualquier cosa del laboratorio, la curiosidad evitaba quitar mi mente de seguir rogándole para que me dijera al menos un poco de lo que sea que está pasando en el Infierno, en donde él pertenece.



¿Qué me esconde Bill, de todos modos?



Yo jamás le oculto nada y se lo digo todo. Me he desahogado en mis penas con él, mostrándole lo peor de mí, algo que siempre trato de encerrar en una jaula ya oxidada de tanto usarla.


¿Por qué no hace lo mismo? ¿Acaso no me he ganado ya su confianza?

Daría lo que fuera por saberlo todo de él. De no sólo verlo como alguien perfecto, si no verlo como alguien que comete errores y que tiene infinidad de sentimientos.

~~ Cacería de Brujas  ~~ [Billdip AU]Where stories live. Discover now