IV. Futurae

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La luz del sol golpeaba mi cara sin tregua alguna.


Parpadeé varias veces para acostumbrarme a la luz y vi hacia el techo por un largo rato, mientras mi mente comenzaba a divagar.



¿Todo fue un sueño?


¿Bill y el pacto sólo fue obra de mis ambiciones?



Quizá me dormí en otra habitación a causa de mi desorden de papeles. Quizá era tanto que era imposible poner pie ahí.

Me incorporé y me cambié de ropa. Dí un vistazo hacia mi ventana, encontrándome con que ya era medio día. Al menos, nadie estará para reprochar lo tarde que me levanté.


Salí de mi habitación aún bostezando. Fui hacia la cocina y tomé otra fruta que, por suerte, aún no estaba podrida.

Mi hambre no cesó y comí otras dos frutas, las cuales fueron gratamente recibidas al ya no escucharse el rugir de mi panza.


- Vaya, pensé que ya no despertarías hasta mañana- la voz detrás de mí hizo un escalofrío recorrer mi espalda. Giré en mis talones rápidamente, con la respiración agitada y con mi corazón latiendo con estrépito.


Ver a aquel demonio ámbar fue como si me tiraran un balde de agua proveniente de algún río congelado. Desechó mis ideas de que todo fue falso, que todo fue nada más que un sueño, del cual ya había despertado.


Me veía con una ceja alzada y cruzado de brazos, mientras se recargaba en una pared.

- Pensé que nada había sido real- susurré, más para mí que para él.

Bill no hizo más que reír.

- Bienvenido a tu nueva e interesante realidad, Pino- dijo, sin perder esa sonrisa que comenzaba a ser irritante- No es ningún sueño húmedo o algo así

Viré los ojos y salí de la cocina, con él siguiéndome.

- ¿Qué harás hoy?- me preguntó.

- Regresare a la casa de mi familia en el pueblo. Tú te quedarás aquí escondido, ya que vendrán sirvientes. Traeré...- antes de que pudiera terminar otra palabra, el me interrumpió.

- ¿Me tendrás como perro guardián? Ese no era el trato, niño- giré mi cuello para ver que él en realidad estaba enojado. Y no negaré que me embargó un súbito miedo.

- No es eso. Es que sólo venía a conocer la casa y decidir si me quedaría a administrarla desde aquí o desde mi casa del pueblo. Así se lo prometí a mi familia... No tenía planeado encontrarme contigo- dije, poniendo toda mi voluntad en no hacer temblar mi voz a causa del terror.

- Entonces llévame contigo- dijo.

- Es que no es así de fácil, Bill. Se verá sospechoso que llevé a un "nuevo" amigo, sabiendo lo antisocial que soy. Mis tíos no se la tragarán tan fácilmente

El torció el gesto en fastidio.

- No estaré escondiéndome como un maldito ladrón- dijo, cruzándose de brazos.

~~ Cacería de Brujas  ~~ [Billdip AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora