VII. Progressus

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Han pasado tres meses.


Los tres meses más interesantes de mi vida, eso sin duda.

Lo que antes era rutina se convirtió en una caja llena de sorpresas.


Aunque a veces era opacada por los días que tenía que ir con mi familia.


Jamás pensé decirlo, pero prefiero los días en que no los veo.

Sé que es egoísta el sólo pensarlo.


Mi vida se ha vuelto llena de energía y de novedades, todo lo contrario a la aburrida y rutinaria que hace tres meses tenía.



Pero, aunque ya no quiera ir al pueblo, tengo que hacerlo.



Ya soy parte del clero, oficialmente. Tengo que presenciar tantos juicios al día que luego se llegan a confundir.

Tengo que ir a pedir el diezmo a las casas pobres del pueblo y a las aldeas cercanas. Y he presenciado a muchos caer en la desesperación al ya no tener ni para comer. He dejado niños huérfanos al llevarme a sus padres a ir a confesar el único crimen que es ser pobre.



He hecho cosas tan horribles que he tenido demasiadas pesadillas que me dejan en vela.



Agradezco que tenga a Bill como compañía y no estar solo, ahogándome en la tristeza que mis acciones causan.


Siempre que voy al pueblo, al regresar a la que ya considero mi casa, él me espera sentado afuera, en el mismo tronco que acostumbra sentarse desde la semana que empezamos a estar juntos.

Bill es bueno escuchando y entendiendo, aunque jamás dice nada. Pero eso no importaba, porque al fin tenía con quien desahogarme de mis penas.



Y así las pesadillas no son tan difíciles de soportar. 

Pero jamás desaparecen.



Cuando alguna me abruma, despierto lleno de sudor y con mi corazón latiendo frenéticamente. Pero lo peor es que siento un atroz frío que cala hasta los huesos. Y aún cuando pongo todas las mantas más afelpadas sobre mi, nunca se quita el frío.

Esos son los momentos en que anhelo que esté mi madre conmigo, y que me abrace hasta dormirme como antes lo hacía en mi infancia.


Me olvido por un momento de ese vacío cuando estoy aprendiendo cosas nuevas con Bill. Al principio me daban dolores de cabeza al intentar comprender todo, pero al final le agarré maña.



Y Bill es buen instructor.



Siempre esperaba a que yo lo entendiera, y cuándo no lo hacía, él lo volvía a repetir las veces que fueran necesarias.

~~ Cacería de Brujas  ~~ [Billdip AU]Where stories live. Discover now