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Capítulo dedicado a..... *hace ruiditos de tambores* _Nochubunny_, por ser la primera en comentar el cap anterior.

-Doble actualización porque se la merecen💕

🌱
Prometo fingir que me gustas

Yo no pertenezco a lugares como estos: finos, elegantes, con lujosa vajilla y gente vestida de etiqueta. Lo mío es más sencillo y menos ostentoso, supongo que la falta de dinero es el que pone los estándares para mi poca visión en cuanto a lujos.

Yoongi me sostiene del brazo, procurando que mi copa de champaña siempre sea llenada cada vez que la acabe, y me pasa bocadillos raros y exóticos que me dejan la lengua en un constante hormigueo.

Él me presenta a mucha gente cuyos nombres jamás volveré a recordar, y rostros a los que raras veces veré en esta vida.

Aunque de todos, destacan algunos como el de Rony. Oh sí, el tipo es enorme y masivo, peor que mi jefe, Lee, quien ocupa dos sillas para sentarse en su escritorio personal.

Cuando Rony me saluda, Yoongi trata de contener la risa y mira hacia otro lado. Su prima no deja de mirarnos en la distancia, y observa cómo interactúo alrededor de él. Es vergonzoso. ¿Se supone que dije que Yoongi me intercambia con este tipo? ¿Y que me obligaba a llamarlo papi? Me retracto de mis palabras. Ojala me las pudiera tragar; deseo meter mi cabeza en un hoyo bajo tierra y nunca salir.

—Tu cuello se pone rojo cuando estás nerviosa —dice Yoongi una vez que acaba con mi tortura y me lleva hacia otra parte del salón, apartándome de Rony y sus bizarras historias de pesca.

—También me da comezón bajo las axilas —admito.

Él ríe y toma otro sorbo de su bebida. Apenas la ha tocado, en cambio yo, ya voy por la tercera. Tal vez el alcoholismo venga de familia; si mi padre fuera un invitado, ya estuviera en medio de la habitación, boca abajo y con vómito fresco en la comisura de sus labios. Los Day no sabemos cómo beber correctamente y con moderación.

—Mia no ha dejado de vernos —dice él, mirándola discretamente.

—Tampoco tu prima. Creo que no le agrado.

—Naa, ella sólo está actuando como la pequeña defensora de los derechos de la mujer que es por dentro. Ella encabezó una protesta contra el maltrato animal hace dos semanas y pensó que haría de eso su vocación, luego renunció y mejor decidió defender los derechos de la mujer. Le doy tres días más antes de que abandone ese sueño y se dedique a otra cosa. Siempre lo hace, cambia de parecer más rápido de lo que un conejo defeca.

Hice una mueca ante su referencia.

—Gracias por esa imagen mental.

—Un placer.

Me guiña un ojo.

—¿Entonces? ¿Quieres bailar? —pregunta después de unos segundos.

Veo sus ojos por un momento, luego elevo mi ceja.

—Sólo bailaría si me pagaras el doble. Yo soy pésima tratando de llevar el ritmo.

—Pues suerte para ti que yo soy muy bueno en ese tema: toco el piano en una banda, y digamos que no lo hago nada mal. Llevo el ritmo en la sangre. Vamos, yo te guío. ¿O acaso me tienes miedo?

best of me; min yoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora