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¿Qué es el miedo? Según la razón, es un sentimiento de angustia ante un peligro inminente o a lo desconocido; el diccionario lo define casi diferente pero lleno de tecnicismos, algo para lo que honestamente, no tenía tiempo; él fácilmente podía definir el miedo como una maldición que te deja congelado cuando uno desea enfrentar a lo que más pavor le tiene, en este caso a alguien que tanto daño te hace. Ahora se encontraba solo, con una navaja en la mano y deseando de verdad, que alguien o algo entrara por esa puerta diciéndole que todo estaba bien y que era libre de aquel ser que en esos momentos le perseguía

Pero como si la vida se burlara de él, aquella figura a la que tanto temía entro diciendo lo que esperaba oír de algún policía...

-Sasuke... Todo está bien, vine por ti-

Con una mano en su boca tratando de apagar los hipidos debido al llanto que esa voz provocaba, decidió escapar por la única y pequeña ventana que diviso a su alcance, dudando de lo que haría se levanto rápidamente y como alma que lleva el diablo la abrió dispuesto a saltar, pero antes de sacar el segundo pie alguien lo tomo del pelo y lo obligó a entrar nuevamente a ese lúgubre departamento que compartía con el sujeto del cual ahora huía y que lo había retenido ahí por al menos 7 meses

-No, no, Sasuke... Tú debes quedarte-

La fuerza con que lo tomaba de su negra cabellera, fue suficiente para hacer que por instinto empezara a rogar por su vida y de paso tirar la navaja que pensó que sería su salvación, diciéndole que lo perdonara y "admitiendo" la culpa por cometer semejante tontería, sabiendo que esa persona no le creería, vaya, ni él lo hacia

-Creo que debo darte un castigo- menciono el personaje sujetándolo del pelo y de esa manera guiarlo al intento de dormitorio que el azabache conocía muy bien

-Por favor, por favor, no lo hagas- Suplico pero sabía que era inútil, conocía a su raptor mejor que nadie y por eso le tenía demasiado miedo.

Lo aventó a ese colchón gastado y sucio, que con solo verlo te daba ganas de vomitar, aunque el ambiente tampoco ayudaba; en lo que se supone debía ser la cabecera, se encontraba un tubo que se conectaba con el techo y el piso, en él, unas esposas atornilladas a la altura del piso, dando la facilidad de que alguien estuviera esposado mientras estuviera acostado y eso planeaba hacer nuestro personaje misterioso con el azabache

-Solo quiero ir a casa, ya te lo había dicho, si me dejas ir no le diré a policía, ni a mi hermano, es más, te ayudare a salir del país- rogo la victima tratando de alejarse lo más pronto posible de aquel sujeto que tanto temor le infundía

-No te creo, eso también te lo dije y menos con lo que has tratado de hacer ahora- se desabrocho el pantalón y en un instante se coloco encima del pelinegro que solo peleaba en vano, a punto de llorar; si bien no tenía muchas fuerzas gracias a la alimentación que le obligaban a seguir y a las veces que lo dejó atado a algo durante incluso días, era más débil que cuando iba en secundaria y eso era decir mucho

-SUELTAME SUELTAME- gritaba el pobre chico que en segundos ya estaba esposado al tubo, con los pantalones abajo y, la desgastada camisa que llevaba esa noche, destrozada, mostrando su blanco pecho que tenía pequeñas manchas color morado, de manera que cualquiera supondría, fueron hechas por su raptor. De nuevo las lagrimas amenazaban por salir, no quería eso, necesitaba que alguien lo salvara y aunque eso fuera imposible, solo atinó a seguir suplicando

-Como te amo Sasuke, eres hermoso-

Tomando el rostro del menor con solo una mano y apretando la quijada de éste de manera que su boca tuviera una ligera abertura; ese hombre forzó un beso como todas las noches, introduciendo su asquerosa lengua en la boca del azabache el cuál, sólo se esforzaba en no reaccionar, porque tenía en claro que cualquier movimiento sería peligroso para su persona. Después de unos segundos, que a Sasuke le parecieron horas, ese hombre se separo de él dejando un rastro de saliva y permitiéndole respirar por fin; después y como de costumbre, aquel ser repartía besos haciendo un camino a la entrepierna de su víctima, topándose con un miembro dormido, lo cual le hizo fruncir el ceño y tomando con firmeza el pene del menor lo llevo a su boca cubriéndolo por completo; chupando y lamiendo lentamente, desde el tronco hasta la punta, le saco gemidos para nada gustosos por parte del azabache pero que al secuestrador le parecían deliciosos, para él, Sasuke tenía la voz de un ángel.

-Para... Te lo suplico... No quiero esto- pidió con un ápice de cordura que le quedaba, mientras apretaba fuertemente los puños y las lagrimas escapaban de la impotencia que sentía

Luego de unos minutos en los que el hombre no dejo de lamer el miembro con parsimonia, éste por fin se encontraba erguido, aunque claro, contra la voluntad del azabache que sólo podía mirar a su agresor esperando lo siguiente; en eso, sus piernas fueron elevadas tanto que chocaban con su pecho, provocándole dolor.

-Espero que con esto entiendas que me perteneces, Sasuke, soy la única persona que sabe para lo que fuiste hecho-

Declaro el sujeto que se bajaba los pantalones y sin pudor, frotaba su miembro contra la entrada del menor, el cuál gemía por la fricción para nada deseada, entonces, sin previo aviso entró, de una sola estocada, logrando que la victima soltara un grito ahogado debido al dolor y la impresión de lo que pasaba.

-¡No! ¡Me duele, sácalo!- suplico una vez más, si bien era común que lo castigara de esa manera, aún no se podía acostumbrar

Pero no fue escuchado y en vez de eso, el hombre arremetió brutalmente contra su trasero, entrando y saliendo de una manera feroz mientras sostenía sus piernas; no dejaba ni respirar al chico cuando entraba hasta el fondo de su cuerpo, deseando poseerlo, llenarlo de su esencia hasta estar satisfecho y parecía que ese momento nunca llegaría o al menos esa era la percepción de la victima

-Para...- fue todo lo que alcanzo a decir antes de desfallecer debido al suplicio que vivía

Horas más tarde despertó, se encontraba desnudo y apenas cubierto con una manta vieja que tan bien conocía. Quiso gritar de ira cuando sintió el semen entre sus muslos, ni siquiera pudo ir a limpiarse a ese cuarto oscuro que el hombre tomaba por baño, gracias a que aun seguía atado a la columna (?) Mientras se acurrucaba un poco más para entrar en calor, empezó a escuchar sirenas de policía pero no se quiso hacer muchas ilusiones y espero a que estuvieran más cerca. No tuvo que esperar mucho cuando el sonido parecía dirigirse al edificio en donde estaba y gracias a que las paredes parecían de papel, logro escuchar pasos en el pasillo.

-¡AUXILIOOO!- grito con toda la voz que le quedaba, el golpe secó de una puerta cayendo le esperanzo –Por favor... que alguien me ayude...-

Sus ojos se cerraban, estaba perdiendo sangre por un desgarre anal, ya debía hacerse una idea ya que era raro la sangre que no se detuviera después del sexo forzado que tuvo; rió agriamente, incluso cuando están por salvarlo de ese hombre, la vida decide burlase de él de esta manera, y antes de cerrar los ojos, pudo ver la silueta de un hombre que corría hacía su inerte cuerpo y comenzaba quitarle las esposas.

-Sasuke, estoy aquí- le susurraron, enseguida lo reconoció

-Naruto...- alcanzo a decir

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Holaaa!
Es mi primera historia narusasu, disfruten 

Desesperación (Narusasu)Where stories live. Discover now