Desesperación (Narusasu)

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Desde hace una hora que estaba esperando en el aeropuerto, Karin le mandaba y mandaba mensajes preguntando porque tardaba tanto pero ¡No era su culpa! El maldito vuelo se había retrasado y ahora tenía que esperar otros treinta minutos.

"Que fastidio" pensó

¿Por qué no le toco una tarea más sencilla? La de Kurama no la consideraba tan sencilla teniendo en cuenta lo que haría después de ver a Sasuke –que de por sí sería difícil- pero algo como lo que haría Hanabi o Juugo no estaría mal. No es que se quejara, él deseaba verla pero no tenía mucha paciencia que digamos y menos en un lugar tan concurrido como lo era el aeropuerto.

El tiempo paso mientras jugaba con su teléfono o enlistaba en su mente los pasos a seguir cuando ella llegara, como si de una canción se tratase, porque para él era mejor de esa manera, en fin, fue cuando la bocina anuncio que los pasajeros del vuelo 421 habían arribado, coloco el letrero tan alto como pudo en cuanto vio a la gente salir del túnel.

Por su parte una pelirroja de curvas candentes vestida cual ejecutiva, miraba por todas partes buscando algo o mejor dicho a alguien, y no tardo mucho en encontrar un cartel con la leyenda "Kushina Uzumaki" y con una sonrisa se acerco a la personita que la esperaba.

-Kushina-san, que bueno que llega- había esperado tanto

-Me dijeron que uno de mis retoños necesita ayuda- se quito los lentes para poder ver mejor al pelinegro dejando que se notaran sus ojos grises tan bonitos

-La primera cita es con Danzo- caminaron fuera del aeropuerto

-¿Trajiste los documentos?-

-Sí, los saque antes de que registraran el departamento de Sasuke-Otosan-

-Bien, los necesitaremos- dijo con seriedad

[...]

Afuera del aeropuerto se encontraba una pelirroja con lentes cabeceando desde hace media hora, y es que, ¡Como tardaba el mocoso! Ni siquiera sabía cómo se dejo convencer... Espera, quizás sí...

>>Se dio la vuelta para coger un taxi y casi choca con un adolescente pelinegro que solo la miraba con una sonrisa.

-¿Quién eres tú?-

Y la sonrisa se hizo más grande.

-Mi nombre es Menma Uchiha-

-¿Uchiha? Sí como no, conozco a todos los Uchihas y no recuerdo a ningún menma en sus filas- se cruzo de brazos

-En realidad soy hijo adoptivo de Sasuke, pero eso es otra historia que no tengo permitido contar- aclaro al ver las intenciones de la mayor por preguntar –Yo fui quién te envió el mensaje-

Le mostró un teléfono nada moderno que tenía su teléfono como destinatario y en la pantalla se podía leer "Si quieres ayudar a Sasuke, ve a la parada de taxis y llama a este número"

-Maldito mocoso, ¿me has engañado?-

-Más bien era una prueba, quería saber si confiarías en alguien que no conoces para salvar a la persona que tanto quieres- una sonrisa zorruna se formo en su rostro, Karin casi grita por la similitud tan grande ente su estúpido primo y este mocoso misterioso –Y para tu buena suerte, la pasaste- anunció

-Genial, ¿Y que gane, unos chicles?- pregunto sarcástica

-No... mucho mejor- se acercó –Una oportunidad de hacer justicia-<<

Un golpe en la frente y el sonido del claxon la despertaron, se había quedado dormida mientras recordaba, se sentía tan cansada, ese niño la hizo esperar tanto tiempo, ella era más nocturna que otra cosa y para empeorarlo, estuvo todo el trayecto tratando de sacarle información pero el pelinegro solo le sonreía y le decía que no era parte del plan que ella supiera. ¡Sentía como si estuviera con Naruto! Esa sonrisa, el humor y ese talento para joder que se cargan los dos, la dejaron agotada y eso que se conocían hace apenas unas horas.