Dulce Sabor a ti (Miley Cyrus & Justin Bieber) Jiley |HOT|

Capítulo 25.

Miley POV   

Arrastraba mis dos maletas por el pasillo con algo de dificultad. Estaban repletas de ropas, accesorios y unas cositas para que el viaje sea más excitante e inolvidable. Justin me observaba desde su habitación riéndose-

—Creo que te pasaste eh! —dice riéndose. Detuve el forcejeo y lo miré seriamente.

—No te molestes de verdad.... Gracias. nNotese mi sarcasmo. Él sonríe y se acerca.

—Mi amor, ¿cómo dices eso? —me abraza por la espalda— solo que donde estaba tenía una vista —besa mi cuello— mmm bstante exquisita —no pude evitar sonreír y también sentirme excitada, al sentir como su miembro empezaba a endurecerse.

—Más te vale que te controles Biebs. Nuestros padres están en casa —el se pega aun más.

—Como si eso nunca nos a detenido —desliza una mano hacia mi entrepierna e intenta meterla en mi pantalón, pero tomé su mano.

—No comas ansias —volteé y lo jalé tomándolo por su camiseta, acercando su rostro al mío— espero que tengas bastante energía —murmué rozando mis labios con los suyos.

—¿Para qué? —pregunta mirándome fijamente.

—¿No sabes? —lo besé, lamiendo su labio inferior al despegarme.

—Creo que tengo una idea —dice y me toma de la barbilla y me besa— ya quiero llegar —se acerca para besarme de nuevo. Cuando la voz de Jeremy nos detuvo.

—Miley tienes visita —dice mirándonos extraño.

—¿Quién? —Jeremy se nos queda mirándonos sin contestar por unos segundos. Haciendo que ambos nos sitieramos nerviosos y incómodos.

—Es Nick

—¿Qué hace ese tipo aquí?

—Justin ¿qué te pasa? Nick es mi amigo —empecé a alejarme, pero claro, Justin me impide seguir, agarrandome del brazo.

—¡Voy contigo! —me torné seria y señalé con los ojos hacia Jeremy. Justin es tan impulsivo, que hace que se le olvide que su papá estaba presente— acuérdate que ya es hora de irnos —dice en un tono molesto y soltando mi brazo. Lo miré por última vez , luego bajé por las escaleras. Bajé y ahí estaba Nick, tan guapo como siempre. Me acerqué para abrazarlo, me tomó de la cintura intentando besarme.

—Nick, espera —ije apartándome de el.

—¿Qué? ¿Estás bien? —pregunta acariciando mi cabello y sonríendo.

—Sí —tomé un paso hacia atrás, ya que Nick se iba acercando de nuevo. Él me mira extrañado.

—¿Cómo me dices que estás bien, si andas huyendo de mí? Ayer te llamé varias veces ¿por qué tenías el móvil apagado?