Capitulo 19

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Luca

Levanté mi mirada de los papeles que estaba leyendo y miré a los tres chicos que estaban sentados en mi recién estrenada sala de estar. No compartía ningún tipo de relación sanguínea con los tres adolescentes, pero los había cargado cuando eran bebés recién nacidos y había sido testigo de como pasaban de ser pequeñas bolas de grasa llorones a un trío de casi, casi, adultos, por lo que podía decir que los conocía lo suficiente como para saber que querían decirme algo pero que por alguna extraña razón no me lo decían.

Suspiré y dejé los papeles sobre la mesita de café.

-Cosa c'è che non va?-Pregunté.   [¿qué les pasa?]

Ellos tres intercambiaron una mirada antes de volver a mirarme.

-Tenemos algo que preguntarte-Dijo finalmente Kay.

Arqueé mis cejas.

-Okay, adelante.

-Por favor, responde con toda sinceridad, ¿sí?

Contuve las ganas de bufar y en su lugar asentí con mi cabeza. Estos tres ya me estaban empezando a colocar nervioso.

-El otro día vinimos a verte...-Dijo Athan-y te vimos con Dafne Bianchi.

Parpadeé y me concentré en mantener cualquier expresión de culpabilidad lejos de mi rostro. Oh, oh, esto no era bueno, no se suponía que nadie se enterara de que seguía viendo a la dulce pelirroja del averno. 

-E?-Pregunté.

Mantente calmado, Luca, mantente calmado.

-¿Qué es lo que hacía aquí?-Preguntó Zeth.

Apoyé mi espalda contra el respaldo del sillón en el que estaba sentado y pasé una mano por mi cabello.

-Sólo vino a saludar-Dije.

Y a insistir en que le dijera lo que supiera de Allana, casi me hacía gruñir el hecho de que ella parecía estar segura de que Mariam estaba en la isla pero no se atrevía a buscarla, pero que el infierno subiera a la tierra, no tenía ningún problema en torturarme con sus frecuentes visitas. No importaba cuantas plegarias hiciera, para el final del verano Mariam me asesinaba o bien lo hacía Dafne.

-¿Por qué?-Preguntó Kay.     

-Es una vieja amiga, eso es todo.

Los tres chicos fruncieron el ceño y quise reír, para tener todos personalidades tan diferentes definitivamente se parecían mucho en otros aspectos.

-¿Y por qué ninguno de nosotros lo sabía?-Preguntó Zeth.

-Porque no tengo que publicar en el diario mi listado de amistades, chicos, yo no les pregunto de quien son amigos.

-Eso lo sabemos pero nunca antes los habíamos visto junto-Señaló Athan.

Hice una mueca, maldición, explicar mi relación con Dafne sin ahondar demasiado era complicado.

-Su esposo y yo no tenemos una buena relación-Informe-, él no estaba de acuerdo en que Dafne y yo siguiéramos viéndonos y saliendo como antes, así que para ahorrarnos problemas normalmente sólo hablamos por teléfono de vez en cuando o nos vemos donde nadie nos pueda ver.

-¿Por qué no te llevas bien con el padre de Lynette?-Preguntó Kay confundido.

Contuve un suspiro. Nuestro principal foco de discusión era una morena de un metro setenta con un par de inquietantes ojos grises y un carácter de los mil demonios.

Bajo las OlasDove le storie prendono vita. Scoprilo ora