Epílogo

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Para aquellos que no lean los agradecimientos, muchas gracias por leer, espero que les haya gustado ^u^

Saludos XD

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Allana

Me miré en el espejo de pies a cabeza una vez más.

El vestido blanco se aferraba desde mi pecho hasta mi cintura y caía suelto desde ahí, la parte trasera llegaba hasta el piso mientras que la delantera me llegaba hasta un par de centímetros arriba de la rodilla, las mangas cortas caían por los hombros, dejándolos expuestos. Un par de sandalias plateadas con tiras me llegaban hasta la mitad de mi pantorrilla. Traía mi cabello levemente ondulado y suelto a excepción de algunos mechones tomados con horquillas para despejar mi rostro y un mechón trenzado con pequeñas caracolas de varios colores. El colgante con aguamarina que me había regalado Athan estaba alrededor de mi cuello.

Sí, creo que ya estaba lista.

Estaba a punto de voltearme cuando una voz flotó por la habitación.

-E pensavo che non saresti potuta essere più bella. [Y yo que creía que no podías verte más hermosa]

Coloqué mis manos en mis caderas y miré a Athan a través del espejo.

-¿Qué haces aquí?-Pregunté volteándome.

Athan estaba usando pantalones y camisa color blanco y unas sandalias de cuero. Tenía esa sonrisa problemática jugando en sus labios.

-Estaban tardando-Señaló-, sólo faltan ustedes.

-¿Y mi mamá?

-Esperando junto a Calder-Explicó.

-De acuerdo, vamos.

No esperé a que respondiera antes de caminar a la cuna en la habitación y sonreírle al pequeño bebé en ella.

-Ciao, bellissimo-Dije mientras lo tomaba en brazos y lo alzaba. [Hola, hermoso]

El bebé de cuatro meses se aferró a mí y disfruté de las pequeñas manos intentando tomar mechones de mi cabello.

-Oye, pequeño D'Altrui-Dijo Athan llegando hasta nosotros-, no desordenes el cabello de tu hermana o no llegaremos a la boda.

-¡Athan!-Me quejé.

Mi poco divertido novio rio antes de tomar mi mentón con una mano y depositar un beso en mis labios. El bebé se quejó.

-Andrei Héctor D'Altrui, eres igual a tu padre-Sentenció Athan dirigiéndole una mirada al bebé.

Rodé los ojos. No otra vez.

-Athan, es un bebé, no puedes discutir con un bebé-Señalé.

-El bebé tiene un complejo de hermana que puede rivalizar con el de tu tío.

Negué con mi cabeza y observé al lindo bebé en mis brazos. Dios, cada vez que lo veía me daban ganas de llenarlo de besos.

Pero si tardábamos más a mi papá le iba a dar un ataque. Cualquiera diría que después de veinte años esperando, esperar un poco más no sería demasiada diferencia, pero no; por lo tanto lo mejor sería darse prisa, por lo que salí de la habitación junto a mi hermano y con Athan detrás de nosotros.

Efectivamente afuera estaba todo listo y con todos esperando, incluido el novio.

Mi papá estaba hablando con el juez encargado del matrimonio, pero se detuvo y nos miró con una sonrisa apenas nos vio.

-Va bene?-Pregunté cuando llegué a él. [¿Está todo bien?]

-Quando tua madre avrà firmato il verbale, sì, andra' tutto bene. [Cuando tu madre haya firmado el acta, sí, todo estará bien]

Negué con la cabeza, un poco divertida, papá aún tenía ese miedo de que mi mamá saliera corriendo, como si dos hijos no fueran suficiente para unirlo a ella.

-Respira, papà-Pedí mientras veía como Athan se unía a la primera fila de invitados. [Respira, papá]

-Non sposarti presto, ok, tesoro?-Pidió a cambio. [No te cases pronto, ¿sí, tesoro?]

Le dirigí una mirada y él a modo de respuesta depositó un rápido beso en mi cabello y otro sobre los risos dorados de Andrei. Realmente no creía que este fuera el mejor momento para decirle que con Athan habíamos estado conversando la probabilidad de mudarnos juntos a la casa que habíamos estado ocupando con mi madre cuando habíamos llegado a la isla una vez que Atanasia ya no estuviera.

Por suerte para mí, Dafne avisó que venía la novia.

Luego de una rápida mirada para confirmar sus palabras me puse de puntillas para besar la mejilla de mi papá y arreglé un poco el cuello de su camisa blanca antes de tomar mi lugar junto a Athan.

El tema de la boda era "blanco", así que todos estábamos vestidos de ese color, aunque no era como si eso importara mucho luego de ver a mi mamá con su vestido de novia llegando al "altar" del brazo del tío Calder.

Mi mamá estaba usando un sencillo pero elegante vestido de tirantes, con su cabello tomado en un recogido sencillo, usaba maquillaje al estilo natural y con una gargantilla de plata adornando su cuello, el ramo de girasoles terminaba de completar el atuendo. Se veía hermosa y si alguien tenía alguna duda sólo había que observar la manera en que mi papá la miraba para confirmarlo.

Y todo resultaba aún más impresionante si nos deteníamos a pensar en que habían esperado este momento por más de veinte años.

La ceremonia transcurrió con tranquilidad y cuando mis padres fueron declarados oficialmente (alla fine!) marido y mujer no sabía quién quería llorar más, si ellos o Dafne y el tío Calder. [¡Al fin!]

Había pasado un año y medio desde que había llegado a la isla de Capri, y ni en mis más locos sueños hubiera imaginado que esas vacaciones terminarían de esta manera. Había encontrado a mi padre, familia e historia, había conseguido amigos y me había enamorado; ¿cómo es que el destino se las había arreglado para que todo esto ocurriera? No tenía ni idea, pero le agradecía a quien fuera que estuviera hilando los destinos.

Puede que no todo fuese sencillo, como cuando el tío Calder casi mata a mi papá cuando nos enteramos de que mamá estaba embarazada de nuevo...realmente no quería saber cómo se pondría cuando se enterara que Zeth le había propuesto matrimonio a Lyn y ella había aceptado...o cuando se enterara que Sel y Kay estaban pensando en mudarse al mismo departamento en Nápoles (no es como si no hubiéramos estado ya, básicamente, viviendo todos juntos los últimos meses que habíamos estado yendo a la universidad allí); pero ya todos sabíamos que podía ser mucho peor. Incluso la relación con las sirenas había mejorado mucho desde ese verano, tal vez en parte porque yo estaba en medio o porque mi padre y el tío Héctor habían prácticamente desmantelado todo eso de los "cazadores de sirenas".

Reacomodé a Andrei en mis brazos y deposité un sonoro beso en una de sus mejillas regordetas.

-Tu, mio fratellino, sarai uno dei pochi fortunati che saprai quali segreti e meraviglie sono nascosti sotto le onde-Murmuré. [Tú, mi pequeño hermanito, serás uno de los pocos afortunados que sabrá qué secretos y maravillas se esconden bajo las olas]

Él me sonrió.

¿Y quién sabe? Tal vez algún día el mundo estaría preparado para esos secretos y maravillas, ¿pero por ahora? Por ahora sería nuestro secreto.


Bajo las OlasWhere stories live. Discover now