Capítulo 19 Pesadillas (parte 2)

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Hola... Un saludo y una disculpa, aquí mi continuación.
Muchas gracias a los que me leen y dejan comentarios, y a los que no también.
Los personajes no me pertenecen, son de William Joyce y Naoko Takeuchi. Mystery ya sigo con tus ideas y Any Gomez igual las tuyas.

Las chicas siguieron a Serena al baño y la encontraron muy mal, se oían sus sollozos, incontrolables, y sintieron mucha tristeza de que una chica que siempre había sido alegre y vivaz, ahora pareciera que todo su mundo se había derrumbado.
— Serena, vamos tenemos que irnos, no puedes quedarte ahí encerrada toda la tarde. — Dijo Amy.
Ella salió y las chicas sintieron partir su corazón, al ver sus ojos hinchados.
— Ya Vámonos, necesito hablar con ustedes. — Dijo mientras lavaba su cara.
— Si. — Contestaron extrañadas por la repentina seriedad de ella.
Al salir, y ver a Darién y Seiya pelear, no pudo evitar correr hacia ellos para separarlos, justo cuando Seiya se disponía a darle un golpe en la mandíbula.
— ¡Seiya! ¡Detente por favor! — Grito Serena interponiendose entre los dos.
— ¡Bombón! — Le dijo, mirándola con sorpresa, el pensaba que ella estaba en su casa y tenia pensado ir a verla, hablarle, preguntarle del porque de su indiferencia hacia él.
Darién la miro también sorprendido, y sintió un punzón en el corazón al ver su rostro con lágrimas. Ella era importante para él y no quería verla sufrir.
— ¡No quiero que peleen por mi culpa! Se los ruego. ¡Basta! Esto... Esto esta mal, no pueden pelear así, no pueden hacer esto. ¡Ya basta! No actúen como niños. — Les grito con la voz quebrada.
— Si Darién, por favor, ya basta de todo esto, ¿No ven como esta Serena? ¿De verdad que no tienen perdón? — Dijo una indignada Amy.
— Bombón... Perdoname... No quise hacerte sentir mal, lo siento y tú Darién... Tienes suerte por el momento, pero en otra ocasión ni mi Bombón te va a librar de mí. — Dijo dándole la espalda, sintiendo dolor como si le hubieran clavado un puñal muy Hondo en su pecho .
— Serena, escuchame... Por favor. Tienes que volver conmigo. — Dijo Darién suplicante.
— No es el momento, por favor, debo irme. — Dijo.
— ¿Vas a buscarlo? — Dijo tomándola por los hombros con fuerza, con unos celos espantosos mordiendo su corazón.
— ¿A quien? — Dijo Serena sin entender.
— Al idiota ese... Jack. Vas con él ¿Verdad? — Dijo sacudiendola con fuerza.
— No digas tonterías Darién, sueltame por favor, me haces daño. — Suplicó.
— ¡Por Dios Serena! Ya no me hagas sufrir más, perdoname. ¿Qué no ves que me estoy volviendo loco? Me éstoy muriendo por ti. ¿Que quieres que haga? ¿Qué me arrodille a tus pies? — Dijo haciendo ademán de arrodillarse.
— ¡No digas eso Darién! ¡No lo hagas! ¡Déjame ir, por favor! — Dijo deteniéndolo y mirándolo con ojos llenos de lágrimas.
— Esta bien Serena. Pero sabes bien que no podemos estar separados por el bien de Riny. — Dijo tratando de hechar mano a su último recurso.
— Yo se cual es mi deber Darién. Adiós. — Dijo mirándolo con tristeza y marchandose seguida de las chicas.
Darién la vio irse, y su rostro cambio drásticamente mientras una cínica sonrisa de triunfo se dibujaba en su rostro, no había tenido intención de arrodillarse porque sabía que ella no permitiría que lo hiciera. La conocía perfectamente y sabia cual era su punto débil, ella siempre se sacrificaría por los demás, la amaba (a su manera) pero amaba más todo lo que ella representaba, el poder y la inmortalidad que le proporcionaría el Crystal de Plata. Se subió a su motocicleta muy satisfecho de que todo saldría bien, tal y como él quería. No había nada que empañara su reinado como futuro Rey de la Tierra.
***
Camila llego al departamento de Jack y al ver la puerta entreabierta decidió entrar, se le hacia extraño encontrarla así, pero supuso que Jack con lo triste que estaba lo menos que le importaría sería la puerta.
Recorrió las habitaciones una a una y a medida que iba avanzando un extraño presentimiento se fue apoderando de ella. Al llegar a la última, encontró a Jack "durmiendo" y respiro tranquila, pues Jack estaba "bien" se acercó a él con una sonrisa dispuestas a asustarlo.
—¡Hey despierta! — Grito con fuerza, al no ver ninguna respuesta de su parte se acercó y lo movió varias veces, la sonrisa se borro de sus labios y una expresión de angustia se reflejó en su cara.
— ¡Jack! ¡Jack! ¿Qué te ocurre? ¿Porqué no despiertas? ¡Oyeme Jack! ¡Por favor! ¡Jack! ¿Abre los ojos? — Le gritaba a los pies de la cama sollozando compulsivamente, acariciando su rostro pálido, y falto de su habitual tono sonrozado, parecía una estatua de mármol, tan bello y sin vida a la vez.
— ¡Jack! Despierta... Tienes que despertar, por favor, no te vayas... Te amo... No quiero que te vayas, no importa que no me ames, me haces feliz solo con verte... Abre los ojos. — Decía en medio de un mar de llanto, sin darse cuenta que los Guardianes estaban en la puerta escuchando.
Al verla llorar así, Bunny sintió pena por ella, nunca hubiera imaginado que esa niña tuviera tanta madurez, para su corta edad, y menos que dentro de ella se albergará un sentimiento tan grande.
Se acercó a ella y le dijo en voz baja:
— Niña... Debes irte a tu casa... Tus padres estarán preocupados, anda, el estará bien, solo le di un medicamento para que descansará, en cuanto pase el efecto despertará. — Dijo Bunny con voz suave para que se calmara.
Ella se sorprendio al ver ahí a los Guardianes, y se levanto rapidamente, asintiendo con nerviosismo y salio de ahi, con la cara roja de vergüenza al ver que se habia descubierto su secreto, y sintiendo muy en el fondo de su corazón la sensación de que lo que Bunny le decía no era verdad, salió de ahí preocupada, pero tendría que averiguar de otra manera.
— Ella... Lo ama... No puedo imaginar el dolor tan grande que sintió al ver a Jack con otra persona. — Dijo Thoot.
— Esté no es el momento Thoot. Sandman... ¿Qué tipo de arena de porquería me diste? Mira como está, no despierta. — Dijo observando su pálido rostro.
Sandman resopló con indignación y se acercó a Jack para examinarlo. Soltó arena sobre su cabeza y esta se convirtió en arena multicolor. Apretó los puños y se volvió hacia Bunny furioso. Saco uno de sus látigos y lo tomo por el cuello, levantándolo sobre su cabeza y desde ahí lo sostuvo.
— "Bunny ¿Le pusiste tu pintura?" — Le escribió enfadado.
— ¡Si! ¿Porqué? — Respondió sin comprender.
— "Tú estúpida pintura cambio mi arena de sueños, pedazo de imbecil, tiene «la muerte dormida»  La arena y la pintura corrompieron su sueño transformandolo en un sueño tan distinto de su cruel realidad, que el no quiere despertar, nada lo hará volver. Pedazo de imbécil." — Escribió con su arena de sueños y lo dejo caer con fuerza al suelo.
Bunny se levanto respirando con dificultad y lo miro sorprendido.
— Eso... Eso no es posible... Yo... No puede ser. Solo le puse tu arena y... Un toque de mi pintura. ¡Eso no pudo causar esto! — Exclamó con incredulidad.
—“¿Le pusiste más arena? Si ya le había puesto lo necesario para pasar la noche, no tenias que ponerle más, ¿Qué tanto de arena le pusiste?”— Escribió.
— Yo... Toda la bolsita que me diste. ¿Porqué? — Respondió Bunny con una ligera tos por la falta de aire.
— ¡Si serás idiota! Siendo humano esa bolsa alcanza para 1 mes. Esa arena es especial... Porque es exclusiva para seres como nosotros, pero por el estado anímico en que está se la deje para que duerma bien. Eso y tu pintura lógicamente lo llevo a su sueño eterno. ¿Qué no sabes que nunca debemos mezclar nuestros poderes porque es catastrófico? Ni siquiera nosotros podríamos resistir mi arena y tu pintura juntas. El ahora es humano. ¡Imbecil! ¿Cómo esperabas que resistiera? — Le grito Sandman cambiando a su forma humana para poder hablar.
— ¿Qué fue lo que hiciste? — Preguntó Norte.
— Yo no hice nada... Además tú no me dijiste que tanto de arena debía ponerle, y tu "arenita" no sirvió de nada, porque el seguía mal. Tu no viste lo mal que estaba, tenía fiebre y... Pesadillas... yo... Solo quería que estuviera bien... Quise darle un toque de esperanza, nunca quise esto. — Dijo cabizbajo.
— ¿«La muerte dormida»? ¿Qué es eso? — Preguntó Thoot.
— Todos los hermosos sueños que creo para las personas, y que se corrompen por Pitch van al Reino de Pitch, no hay nada que hacer, sus espíritus quedan atrapados eternamente y por eso las personas no despiertan nunca... Es lo que los humanos llaman "estado de coma" nada lo despertará, dormirá para siempre. —Dijo con seriedad.
— ¡No! ¡Eso no pasará, el despertará, el es Jack Frost y una tontería como está no lo detendrá, tiene que despertar y volver a ser el mismo chico desesperante que era antes de este embrollo. — Dijo mientras salia rápidamente de ahí.
— ¡Bunnymund! ¡Vuelve! ¿A dónde vas? — Preguntó Thoot con preocupación.
— Déjalo, él aun tiene la esperanza de que un milagro lo salve. — Dijo Sandman. Thoot listo miro y se sentó junto a Jack contemplando su rostro pálido como la cera.
***
Las chicas llevaron a Serena al Templo Hikawa, Reí ya las esperaba ahí, y miraba a Serena con preocupación, al ver sus ojos hinchados.
— ¿Porqué chicas? ¿Porqué permitieron que esto pasará? — Dijo por fin.
— Serena, no es así,  nosotras... No sabíamos. — Dijo Reí.
— ¡Dejaron que lo amara! Y ahora... Ahora... Ya no puedo estar sin él... Y no puedo... No debo... Estar con él. Eso... Eso es muy cruel. — Le grito sin dejarla terminar .
— No Serena, escúchanos. Nosotras no... No queríamos esto... — Dijo Lita con voz sollozante.
— Lo amo como una tonta, me enamore sin darme cuenta, yo era feliz como una chica normal, ¿Porqué paso esto? ¿Cómo es que no recordaba nada? — Dijo con desesperación, ignorando sus palabras.
— Serena, escúchanos... nosotras no recordábamos nada, lo recordamos todo un día antes de que Seiya y los chicos regresarán, entiende... Si Luna borro. Nuestros recuerdos es porque era lo mejor para nosotras, y para ti, tu estabas muy mal cuando Seiya se fue, lo extrañabas mucho, llorabas por él y Luna pensó que era lo mejor, tu amabas a Darién, pero su amor no lograba quitarte la tristeza, añorando siempre a Seiya, ella nunca se imagino que pudieras amar a alguien más. — Dijo Amy tratando de que entendiera.
— No... No, eso estuvo mal, lo de Seiya se me tenía que pasar algún día, lo habría superado. ¿Porqué lo hicieron? Y porque no me dijeron nada cuando recordaron todo. Es que no entiendo, ¿En que pensaban? — Dijo con obstinación.
— Se hizo lo que se creyo conveniente en su momento. No puedes culparnos por desear lo mejor para ti. — Dijo Reí cansada de sus reproches.
Serena solo movía la cabeza negativamente con obstinación, negándose a la situación en que se encontraba.
— ¡Basta Cabeza de Bombón! ¡Ya controlate por favor! No es momento de llorar. — Dijo Haruka con voz fuerte, dándole una bofetada para controlar su histeria, Serena la miraba con incredulidad reflejada en sus ojos llorosos.
— Haruka... Yo... — Balbuceó.
— No podemos seguir perdiendo el tiempo en tonterías. En estos momentos debemos preocuparnos por el nuevo enemigo. Además tu sabes que Darién y tu están Unidos por el destino, esto solo es momentáneo, una ilusión pasajera, pero tu amas a Darién en realidad. Ya olvidarás a ese chico. — Dijo Haruka con tono impaciente.
— ¿Enemigo? ¿Destino? Eso no me importa. Me importa Jack, yo no quiero pelear, estoy harta de eso. Además, ustedes le pidieron a Darién que me dejará. Todo esto es culpa suya. — Les grito.
— El Príncipe Endymion, estaba confundido, fue un momento de debilidad pero te ama. — Dijo Haruka no muy convencida.
— ¿Amarme? Si me amara nunca me habría engañado. El no tiene perdón, no pensó en Riny cuando beso a Camila. El no me ama. Y yo no lo amo, ¿Cómo cuidaremos una hija sin amor? Ustedes lo alejaron de mi y ahora ya no resisto su cercanía, no me imagino una vida juntos, si solo siento repulsión por él. Si estuve con Jack es porque yo no sabía de mi vida pasada, además el se ganó mi alma y mi corazón. — Respondió con indignación.
—¿A que te refieres con "estar" con él? — Preguntó Haruka.
— ¡Lo amo mas que a mi vida! ¿No lo entienden? Ustedes me orillaron a estar con el, a quererlo, no me pidan ahora que me arranque el corazón, porque no puedo. — Grito ignorando la pregunta, jamás revelaría lo que paso entre ellos, ese seria su secreto.
— Nosotras alejamos a Darién porque quisimos que recapacitará, y valorará su relación, y eso fue lo que sucedió, él entendió que te ama. No llores, todo esta bien, tu eres la princesa y tienes deberés como tal. — Dijo Michiru con voz suave.
— Pues no lo acepto. No quiero ser una princesa. Reniego de ello. — Les gritó levantándose y corriendo fuera del lugar ante las miradas asombradas de las chicas.
— ¡Serena! — Dijo Reí, intentando seguirla.
— Déjala, debe estar sola, estoy segura que hará lo que se espera de ella. — Dijo Michiru.
Reí la vio irse no muy segura de que la soledad fuera la mejor opción, ni estaba segura de que Darién fuera el chico que la merecía, todo eso era una cruel locura, para alguien tan bondadosa como Serena, ella merecía alguien que la amara totalmente, y no un amor a cuenta-gotas como el de Darién, pensaba con tristeza.
Todas se fueron pensativas, nunca pensaron que fuera tan difícil esa situación, y en realidad Haruka y Michiru nunca valoraron las consecuencias de pedirle a Darién que se alejará. Si Serena tenia razón y todo era culpa suya, pensaban ambas chicas.
***
Serena caminaba lentamente por las calles, de sus ojos brotaban lágrimas de pena y tristeza, mientras recordaba la tarde anterior junto a Seiya, su dulce mirada azul, con su habitual brillo y vitalidad. Era un chico muy especial, lo quería, y deseaba poder corresponder su amor, pero se había enamorado de Jack, de su alegre y vivaz mirada castaña, su forma en que siempre encontraba el lado divertido de todo, su forma de mirarla y acariciarla con sus hermosas y blancas manos, tan suaves y a la vez firmes, sus dulces besos, que al recordarlos, ya no se imaginaba volviendo a besar a Darién, pero contradictoriamente añoraba el de Seiya.
Un escalofrío recorrió su espina dorsal al pensar en Darién, al darse cuenta de lo mucho que había cambiado y descubrir un extraño brillo oscuro, tras su angustiada mirada. Algo no estaba bien con él, lo presentía, como si todas sus lágrimas y desesperación fueran calculadoramente estudiados. Al percibir eso sintió miedo, por estar ante una situación que no sabia como resolver y a la vez rabia contra todo eso que la separaba de su amado Jack, incluido Darién y la misma Riny que era la menos culpable, en todo ese lio.
Se sentó en una banca, con los hombros caídos, sintiendo por primera vez el peso de su vida como Sailor Scout y Princesa de la Luna, al ir recapitulando todo lo acontecido desde que supo que era la Futura Neo-Reina Serenity.
Lloró dolorosamente, por la desesperación de saber que no podía hacer nada para cambiar su destino.
Así estaba cuando sintió alguien sentarse junto a ella y posar sus manos delicadamente en sus hombros, se volvió y vio la preocupación en los ojos de Reí, la abrazo buscando consuelo y ella solo se limitó a abrazarla y acariciar sus cabellos con ternura y comprensión.
— Serena... Todo saldrá bien, arriba esos ánimos... Porque es tu mejor cualidad. Anda te acompaño a tu casa. — Dijo fingiendo tranquilidad.
Sonrió agradecida y sin fuerzas para negarse, se dejó conducir como una autómata hasta su casa.
Al dar la vuelta en la esquina, vieron a Seiya recargado en la entrada de su casa. Para Reí no paso desapercibida la turbación de Serena y sus enrojecidas mejillas.
— Bueno supongo que tienen cosas que platicar después de tanto tiempo sin verse. — Le dijo, mirando a Seiya que estaba tan nervioso como Serena. No entendía porque, y sospechaba que no le agradaría mucho enterarse.
— Este... Si... Eso creo... — Respondió Serena con nerviosismo.
— ¡Adiós Seiya! — Dijo dándole un beso en la mejilla, tratando de encontrar algún indicio de lo que ocurría. — Nos vemos mañana chicos. — Dijo agitando la mano.
Serena solo desvío la mirada de la intuitiva Reí, para que no se diera cuenta de que le había molestado ese beso en la mejilla, sabía que ella sospechaba algo, pero jamás le diría que Seiya y ella se besaron, y que ese beso le había removido algo en su interior, a diferencia de la repulsión que le provocaba recordar los de Darién.
— ¡Hola Bombón! ¿Me invitas un té O algo de tomar? — Dijo con una brillante y fingida sonrisa.
— ¡Estas loco! — Exclamó Serena. — Tú viste como se puso mi padre ayer... No definitivamente tienes que irte. — Dijo con espanto.
— Tus padres salieron hace unos minutos con tu hermano. — Dijo. — Podemos platicar tranquilamente a solas lejos de miradas curiosas mi dulce bombón. — Añadió en un susurro.
Las mejillas de Serena enrojecieron visiblemente ante sus palabras y trago saliva nerviosa.
Seiya sintió mucha ternura por verla tan nerviosa y comprendió que tenía miedo por el beso. — Tranquila, todo estará bien, prometo ser un caballero. — Dijo levantando la mano solemnemente en una promesa. Ella respiro aliviada y ambos caminaron a la entrada de la casa.
Serena subió a su habitación mientras Seiya la aguardaba abajo, le sorprendió darse cuenta de lo nerviosa que estaba, de las extrañas mariposas en su estómago, que revoloteaban sin sosiego al ir recordando cada momento compartido, cada broma y cada palabra de apoyo, todo eso hacia un sólido lazo invisible que los unía de por vida.
Seiya esperaba en la sala, aparentemente tranquilo, pero por dentro su corazón sentía un helado presentimiento de que tal vez su Bombón no quisiera seguir adelante con su amistad, entendía perfectamente su sentir, su miedo y su dolor que era como el suyo propio, el mismo desasosiego al no poder estar con la persona amada, eso le dolía incluso más que a ella misma, porque la amaba tanto que solo deseaba que fuera feliz, y sabia que junto a Jack había sido todo lo feliz que no fue con Darién.
Recordó el beso que se dieron, fue tan cálido, y dulce, fue todo lo maravilloso que imagino que sería su primer beso, y lo había recibido de ella, de su dulce y tierna Bombón. ¿Qué más podía desear? Solo que ella le diera la oportunidad de sanar su corazón, roto por el estúpido sentido del deber que ella poseía.
Los pasos de ella le sacaron de sus pensamientos, se veía tan linda con sus pantaloncillos cortos, al verla recordó su alegre cita de hacia más de un año. Era la misma ropa, recordó y sonrió ante su turbación.
— Seiya... Yo... Este... Escucha lo de ayer fue... —
— Lo de ayer fue algo maravilloso, Bombón. Tan mágico que quedó en mi memoria para siempre. — Dijo él acercándose a ella y tomando su barbilla con suavidad.
— No... Escucha... Debemos olvidarlo... Eso fue un error... Yo no debí hacerlo, me deje llevar y estuvo mal, perdóname por favor. — Dijo separándose de él, para que no descubriera lo mucho que sufría al decirle algo tan duro.
Seiya la escuchaba y cada una de sus palabras eran terribles clavos enterrandose en su corazón.
— Bombón... No me pidas que piense que fue un error porque no puedo hacerlo, no puedo olvidarlo porque para mi fue lo más maravilloso que me ha ocurrido, fue todo lo hermoso y sublime que imagine mi primer beso. Lo siento pero para mi no fue un error. Sin darme cuenta me enamore de ti como no tienes una idea, jamás había amado, pero tú lograste entrar en mi corazón con tu hermoso y cálido resplandor. — Le dijo tomándola de los hombros y mirándola a los ojos.
— ¡No! Esto estuvo mal. Yo... Yo amo a Jack, lo extraño. — Dijo sollozando.
— Bombón, dejame estar a tu lado, cuidarte y amarte como nadie lo hará. Dejame reemplazarlo y mostrarte lo inmenso de mi amor por ti, no me alejes de ti, quiero sanar tu corazón. — Dijo con voz suave.
— ¡No puedo hacerte eso, tú eres muy especial para mi y merecés quien te ame total y libremente, sin sombras del pasado, yo amo a Jack y me muero por volver con él, aunque sea imposible, mi deber es estar con Darién, y hacer lo que se espera de mí. —Dijo con infinita tristeza, Seiya la miro con la ternura y amor reflejada en sus hermosos ojos azules y la cobijó en sus brazos, acariciando sus cabellos con ternura, sintiendo morirse en cada lágrima derramada por ella.
— Hola... Buenas tardes... La puerta estaba abierta y me atreví a entrar... ¿Pero que significa esto? ¿Es por "este" que dejaste a Jack? — Dijo Bunny con indignación.
Ambos se volvieron a verlo sorprendidos, y Bunny se acercó a Serena mirándola con ojos implacables, ella sintió miedo a esos terribles ojos verdes, pero se sobrepuso.
— No es lo que piensas... Escuchame... Por favor... — Suplicó.
— ¿No es lo que pienso? ¿Y según tu que es lo que pienso? ¡Te vi abrazada a él! No puedo estar equivocado, tu... Dejaste a Jack por "este"... Eres de lo peor. —
— No te permito que la trates así. — Dijo Seiya con furia.
—La trato como se lo merece una chica como ella, alguien así no puede estar con él... No merece ni su amor ni sus sufrimientos. Y pensar que yo ingenuamente vine a pedír tu ayuda. — Dijo con amargura.
— ¿Ayuda? ¿Le ocurrió algo a Jack? — Preguntó ansiosa.
— Eso ya no es asunto tuyo. Fue un error venir aquí. — Dijo dándose la vuelta para salir de ahí.
—¡Por favor! Dime que le pasa, que no ves que me estoy muriendo por dentro. — Suplico Serena.
Bunny la miro y reconoció en sus ojos la verdad de su amor por él, esa niña estaba sufriendo tanto o más que Jack. Pero ¿Porqué lo dejo si lo amaba? Era algo que no comprendía.
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Hola que tal, mil millones de disculpas pero no había podido actualizar por unos contratiempos que pasé y que me quitaron mucho de mi animo por escribir, Ojala y que me sigan leyendo. Bueno espero que les guste, dejen comentarios plis los quiero y gracias.
FELIZ AÑO NUEVO!!!! CUMPLAN SUS SUEÑOS.
Besos.
Dameli Frost

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