Capítulo 22 Adiós a la oscuridad.

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Hola... Un saludo y una disculpa por tardar tanto, aquí mi continuación y pues ya subí "engaño de amor" y trataré de actualizar más seguido, bueno los dejo, dejen comentarios plis.
Aprovechó a hacer propaganda y pedir que lean "una chica diferente" ya que fue mi primer fic. Así que le tengo mucho cariño
Muchas gracias a los que me leen y dejan comentarios, y a los que no también ahora si me voy.
Los personajes no me pertenecen, son de William Joyce y Naoko Takeuchi. Aquí use ideas de Any Gomez, ojalá que te guste como quedó.

***

— ¿Porqué ofreces mi ayuda sin consultar? Yo debería estar con los Guardianes peleando y no aquí con alguien tan odioso como tú. Bien puedes cuidarlo solo, me enferma la gente que no toma en cuenta la opinión de los demás. — Dijo Selene enfadada volando de un lado a otro con impaciencia.
— Pues creí que te gustaría más quedarte aquí con tu "querido" Jack. — Respondió con tono irónico.
Selene se detuvo en seco y descendió hacia el irritada.
— ¿Qué quieres decir con "querido". — Dijo con las mejillas encendidas por la vergüenza, ¿Acaso el sabía sus sentimientos? ¿Se notaba tanto que Jack le gustaba?
— ¡Nada, nada! Es solo una expresión. — Respondió rápidamente, intuía que si le decía lo que pensaba no le iban a gustar las consecuencias.
— Entonces ahórrate tus expresiones. No me gusta el "tonito" que usaste. — Respondió enfadada.
— Sabes... Eres muy linda cuando te enojas... Ese antifaz no te hace menos linda. — Le dijo con una mirada extraña.
— Deja de decir estupideces. No me vas a convencer con esas palabras... Algo quisiste insinuar. — Dijo molesta.
— Peter... ¿Qué haces aquí? ¿Porqué están así con esas caras? —
— Jack... ¡Despertaste! — Dijeron a un mismo tiempo y corrieron hacia el.
— ¿Estás bien? ¿No te duele nada? — Preguntó Selene con tono preocupado.
— ¡Claro que estoy bien! ¿Porqué no habría de estarlo? — Preguntó intrigado por sus caras.
— ¿No recuerdas nada? — Preguntó Peter.
—¿Qué debería recordar? —
— ¡Nada! Este... Vamos hay que ayudar a los Guardianes. — Dijo Selene rápidamente, mirando a Peter con cara de pocos amigos.
— Si ven Jack. Hay problemas con Pitch. — Dijo Peter obligándolo a seguirlo.
Jack al escuchar el nombre de Pitch, salio como ráfaga dejando atrás a Peter y Selene que a duras penas le siguieron el vuelo.
***
La Sombra tomó a Sailor Moon por su broche de transformación con rabia, sentía un poder muy grande y bondadoso, que lo hacía sentir mucha rabia.
Ella gritaba dolorosamente, sentía la maldad que salía de ese zombi, nada quedaba de su humanidad y eso le daba un inexplicable miedo y a la vez compasión de ver lo que la maldad había hecho con ese hombre.
— ¡Eres una llorona  insoportable!.  ¡Odio tu mirada de compasión y miedo! ¡Escuchen muy bien! ¡Si no quieren que la mate es mejor que se vayan! — Les grito, con tono amenazante, apretando más fuerte el broche, una grieta en el, la hizo gritar dolorosamente, su cuerpo se iluminó y brillantes plumas la envolvieron, cambiando su transformación de Sailor Moon a su identidad de Serena Tsukino.
— ¡Vaya, vaya! Es increíble que alguien tan ordinaria como tu tenga ese poder, pero ya no serás un estorbo. — Dijo entre espantosas carcajadas y la arrojó lejos.
— ¡Serena! — Gritaron las Sailors Scouts con preocupación.
Los Guardianes, miraban, asombrados de descubrir en esa joven Guerrera a la novia de Jack.
Ella cayó cerca del desconocido inmóvil por el dolor. Todo estaba de mal en peor.  ¿Qué pasaría ahora? ¿Cómo podría luchar contra este nuevo enemigo si ya no se podía transformar? Su amado planeta estaba perdido a merced de ese zombi, la desesperación la invadió... Todos sus seres queridos contaban con ella y habia fallado.
El desconocido la miró de reojo y se sorprendió al descubrir la identidad de la princesa, ahora todo sería mas fácil para sus planes, pensaba fingiendo estar inconsciente.
— ¡Necesitan ayuda! ¿Me extrañaron? — Dijo una voz en lo alto.
Serena palidecio intensamente al oir esa voz, sintio que una descarga eléctrica recorría su espina dorsal.
— ”¡No puede ser! ¡Es imposible!” — Pensaba.
Se volvió lentamente para ver al dueño de la familiar voz. Pero al girar su rostro miro con desilusión que ese chico no era quien ella esperaba, su tono de voz era parecido, incluso algunos ademanes, pero no era su Jack, no tenía esos cálidos ojos castaños, en su lugar tenía unos más azules que él cielo de verano, su cabello castaño y despeinado tampoco lo encontró ahí, este era blanco como la nieve y su piel era tan pálida como si nieve blanca lo cubriera. No definitivamente ese no era Jack.
Los Guardianes también giraron con sorpresa sin dar crédito a lo que oían.
— Veo que no pueden hacer nada sin mi. Es normal, soy lo mejor que tienen. — Decía en tono divertido y arrogante, el dueño de la familiar voz.
— ¡Jack! ¡Eres tú! ¿Qué haces aquí? — Dijo Thoot y voló a abrazarlo llena de felicidad. Serena sintió un raro vuelco en él corazón que no pudo descifrar.
— ¡Cállate ya mocoso presumido! — Dijo Bunny ignorando la pregunta de Thoot, y escondiendo lo mucho que se alegraba de verlo ahí. No sabía como despertó de sus horribles pesadillas pero estaba seguro que Él Hombre de la Luna tenia mucho que ver en eso.
Sobre poniéndose a la sorpresa, los Guardianes se posicionaron atrás de Jack alistandose a la pelea.
— ¡Qué ingenuos son! Ese mocoso nada podrá hacerme. Mi poder es inmenso. — Les dijo con burla.
— Jajaja, eres muy tonto monstruo, te haré tragar tus palabras.— Dijo Jack .
— Ya lo veremos, sera imposible proteger a todos.— Dijo golpeando sus manos generando una ola de arena negra.
Jacĸ miro como esa arena se expandía, todos corrieron alejándose de ella, pero Serena aun no salia de su sorpresa y no alcanzo a escapar.
— ¿Eres tonta? ¿O esperas que la salvación te caiga del cielo? — Le preguntó Jack volando hasta ella y levantándola fácilmente.
Ella lo miraba atónita, su presencia la tenía muy confunfida, sintió muy frío él contacto de sus manos una característica que Jack también poseía.
— ¿Aparte de tonta, eres muda? — Le dijo enfadado por su forma de mirarlo.
— ¡Oye! No tienes porque tratarme así. Además puedo moverme sola. ¡Bajame! — Le respondió por fin molesta por la actitud de ese chico extraño y lo golpeo en él pecho.
— Pues entonces corre.— Le dijo poniéndola en el suelo para que corriera.
Ella intento alejarse de él, pero algo se lo impidió y la obligó a caer de golpe sobre él, al mirar en sus manos vio que unas esposas negras la mantenían unida a ese chico peliblanco.
— ¡Demonios! — Exclamó Jack al sentir el paso de Serena caer sobre él.
— Ya veremos si puedes pelear contra mi con esa piedra atada a tu cuello, bueno a tus manos. Sera imposible. ¡Jajaja! — Dijo riendo estruendosamente al ver a Jack y Serena tratar de soltarse.
— ¡No puede ser! — Exclamó al ver que sus esfuerzos por soltarse eran inútiles.
Bunny lanzó su boomerang contra las esposas pero unas descargas eléctricas hicieron gritar a Jack y a Serena.
— ¡Serena! — Gritaron las chicas al verla gritar.
— ¡Jack! — Grito Selene y Thoot, volando hacia él llenas de angustia pero sus palabras las detuvieron en seco.
— ¡Como lo siento! Olvide decirles que cualquier intento que hagan por separarlos, tendrá esas consecuencias. — Les dijo burlonamente.
— ¡Infeliz! — Le grito Bunny mientras guardaba su boomerang.
— Es mejor que los deje quietos así no me estorbarán. — Dijo sujetando a las Sailor Scouts y a los Guardianes con sus arenas negras. — ¡Listo! Así estan mejor. Ahora... ¿En que estábamos?— Dijo dirigiéndose a Jack y Serena que estaban en él suelo.
Él zombie lanzó sus arenas contra ellos, que se estaban levantando, con mucho trabajo, al verlo, Jack intentó correr pero Serena se lo impidió pues corrió en dirección contraria, haciéndolos rebotar uno con el otro y ambos calleron gritando de dolor.
— ¡Jajaja! ¡Que fácil acabare con ustedes.— Sonrió y volvió a atacarlos.
Los dos se levantaron como pudieron y corrieron haciendo malabares para esquivar los ataques del zombie pero les era difícil coordinarse y chocaban a cada paso que daban.
— ¡Por Él hombre de la Luna! Eres demasiado lenta, esta cosa nos va a  matar gracias a tu torpeza.— Le gritaba Jack.
— ¡Callate! Es tu culpa... Para que me cargaste. Gracias a eso ahora estoy atada a ti, y eso no me hace muy feliz. — Dijo enfadada.
— Te cargue porque eres una lenta y tonta, si no lo hubiera hecho, estarías muerta. En verdad no se que haces aquí, deberías estar en tu cama durmiendo como cualquier chica, en lugar de estar aquí estorbando. En esta pelea no pueden estar chicas torpes y lloronas como tú, . En serio... No se que haces aquí. —
— Yo... Este... Debía estar aquí. — Dijo con voz quebrada.
— ¿Y ahora vas a llorar? Creeme es él momento menos indicado para eso, estamos a punto de morir a manos de ese monstruo. ¡Corre! Ven vamos a escondernos aquí. Tenemos que pensar que hacer, debe haber algo que nos liberé.— Le dijo mientras corrían torpemente, y saltaban tras unos arbustos.
Serena obedeció y se agacho a su lado, su corazón latía muy fuerte, tenía miedo, pero no quería morir de esa manera, debía haber algo que pudieran hacer.
— Gracias... — Susurro.
— ¿Porqué? — Dijo confundido rascándose la cabeza con nerviosismo.
— Tú saltaste hasta mí. Me salvaste. — Le dijo.
— Este... No fue nada... Pero te sugiero que para la otra corras mas rápido o moriremos. Hay que ver como acabar con ese zombie, o nos matará sin compasión. — Dijo.
— No vamos a morir. Además no podemos asesinarlo, seria muy cruel, porque dentro de el aun hay un ser humano. — Le dijo con tono angustiado.
— ¡Los acabaré! — Oían decir al zombie buscándolos, oían sus pasos cerca de ellos.
— Él a perdido todo rastro de humanidad. Ahora es un monstruo, entiendelo, la oscuridad a entrado en su corazón y se ha corrompido. Si no lo matamos él acabará con nosotros. —
— ¡No! Yo creo que aún podemos salvarlo. Él... Fue una persona gentil y bondadoso. Puede volver a ser lo que era, estoy segura.— Dijo convencida.
Jack la miro a los ojos y por un segundo pudo creer con la misma fuerza que ella creía.
— Sabes... Yo también era como tú, y creía que las personas merecen otra oportunidad. Pero... Mi larga existencia me enseño que hay veces que eso no es posible. Pero... Tú... Me haces sentir que vale la pena intentarlo. —
— Siempre hay algo bueno en las personas, aunque sea algo muy pequeñito y solo por eso vale la pena intentarlo. Y si todos se unen pueden hacer cosas grandes y maravillosas. — Dijo ella con voz confiada.
Tal vez estaba siendo ingenuo pero esa chica le hacia tener fe en que si unía sus fuerzas a la de los Guardianes podía devolverle su humanidad y salvarse.
— ¡Tengo una idea! — Le dijo de pronto.
— Pero... —
— Dime ¿Confías en mi? — Le pregunto mirándola a los ojos.
— Si. — Dijo mirando sus azules ojos, esas palabras le recordaron a su amado Jack, sus ojos se cristalizaron al recordar que se encontraba en una cama sin moverse y desvío la mirada.
— ¿Te ocurre algo? — Dijo en tono preocupado.
— Este... No... Nada... Oye te pido un favor... —
— Si... Claro. — Dijo Jack dudoso.
— ¿Podrías rascarme la espalda? Es que no aguantó la comezón. — Dijo con voz sufrida.
— Que graciosa eres... Este es el momento mas inoportuno para eso. — Le dijo y le rasco su espalda. — Ven sigueme.— Dijo levantándose.
— Como si tuviera otra opción.— Rezongo Serena.
— No te enfades, es algo genial, ya verás. Cuando te diga que saltes, lo haces. ¿Entendiste? — Le dijo Jack.
— Si. —
— ¡Los encontré! — Jack vio que él zombie se dirigía a donde estaban ellos y le grito.
— ¡Ahora! —
Él zombie corrió hasta ellos lanzando sus arenas y estos lograron saltar al mismo tiempo. Perfectamente coordinados.
— Eso es imposible. Hace unos minutos no podían ni caminar. — Grito él zombie con rabia
— Jajaja ¡La vida da muchas sorpresas, monstruo! — Le dijo Jack con una gran sonrisa.
Él zombie lanzo un ataque más fuerte y Jack extendió a Serena como si estuvieran bailando, él ataque dio justo en él medio de sus esposas liberándolos.
— ¡Si! ¡Genial! — Dijo Jack con una sonrisa de satisfacción.
— ¡Maldición! — Exclamó furioso.

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