El matadero

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Nota: He añadido nuevos audiovisuales. Como la página no deja subir sonidos si no están vinculados a un vídeo de Youtube, he tenido que ponerlos así. Son diálogos de la voz de Ruvik en Español de España (Pido disculpas a los lectores de latinoamérica por si el doblaje no es el mismo al que estáis acostumbrados)

Al final Mia decidió quedarse con Rubén, sobre todo cuando cayó en la cuenta de que, si se iba con el hombre de las gafas, lo estaría dejando completamente solo.

"¿Y qué mas da? Te tuvo encerrada en una habitación durante días." Pensó, y era una verdad como un templo. Los dos sabían que estaba en lo cierto, pero también había tenido gestos positivos hacia ella en el tiempo que llevaban juntos. Le había dejado una venda para que atendiera su herida, por ejemplo.

"Porque le tiré una zapatilla y monté un numerito de los míos." Alzó un suspiro y dejó de poner excusas mentales. La verdad era que el pianista no tenía nada bueno que la empujase a querer permanecer un solo segundo más a su vera. Sin embargo algo había cambiado en su mirada. Ya no la observaba con desprecio. No había recelo ni fastidio. Ni siquiera incomodidad. Ahora sus ojos se mostraban cansados y en el fondo, muy a lo lejos, se había encendido una chispa que Mia interpretó como curiosidad.

-No te vayas.- Repitió el Victoriano, aún sujetándola de la muñeca.

Ella, por su parte, echó un último vistazo a la calle por donde había pasado el policía. Cuando se giró hacia él, dio la vuelta a la mano y agarró el brazo con el que Rubén la mantenía asida.

-Está bien.- Dijo.- Me quedaré contigo.

El muchacho asintió y retrocedió un paso. Aunque sus manos se rozaron, llegó a notar que la chica ejercía un poco de presión cuando sus dedos se encontraron, resistiéndose a romper el contacto.

-Me he percatado.- Comenzó para desviar la atención de ello.- De que a pesar de que la ciudad parece estar viniéndose abajo, hay un edificio que sigue intacto.

Ambos jóvenes se colocaron lo suficientemente lejos como para llegar a tener una visión general de Krimson. Entonces Mia vio que estaba en lo correcto. En medio de aquel caos había una construcción intacta y en su cúspide, un faro que no paraba de dar vueltas.

-Es el hospital. El hospital psiquiátrico.

-¿Beacon?

Rubén frunció el cejo.

-¿Lo conoces?

-No, pero he oído hablar de ese sitio. ¿Crees que deberíamos ir allí?

Tardó un momento en contestar, momento que dedicó a observar el haz.

-No lo sé... pero desde cualquier rincón de este lugar puedo ver su luz. El rayo de luz del faro. ¿Siempre ha estado ahí?

Mia guardó silencio. Luego se encogió de hombros.

-Siento que algo ha cambiado bajo esa luz. Llama, rechaza, atrae a los demás.

-¿Encontraremos ayuda?

-Encontraremos algo.

-Encontraremos algo

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No te metas conmigo [Ruvik - The Evil Within]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora