Troubles © [#1]

capitulo 10

Desperté en una bomba de bencina, Jeff removía mi hombro con delicadeza, éramos los únicos en el auto.

- No quería despertarte pero necesito ir a mear, es urgente.

- Lo siento, debiste despertarme antes -abriendo la puerta bajando lo más rápido que pude fregando mis ojos-. Aprovecharé de ir al baño también.

- ¿quieres entrar conmigo?

Sonriendo pícaro mientras salía del auto colocando él seguro.

- Pervertido -golpeándolo con el codo juguetona-. Iré al de mujeres y tú al de hombres.

Este era más la persona que yo conocía.

- Lo sé Cass, lo sé, intentaré no hacer ningún comentario sobre tu cuerpo, las ganas que te tengo o el patético novio que tienes esperándote en casa - fingió una sonrisa comenzando a caminar-. Pobre idiota.

- Así perderás la apuesta querido Jeff - caminando más rápido pasando por su lado-. Prepárate para alejarte de mí.

- En realidad no quieres eso - su brazo rodeó mis hombros-. Solo déjate llevar Cass, él no tiene porqué enterarse.

- En realidad no hablas en serio - mirándolo mal-. No le haría eso... otra vez.

- ¿Otra vez? ¿Lo engañaste antes? Eres mala Cassandra.

Su tono de diversión no me agradaba en nada.

- Llegamos a los baños - sacando su brazo de mis hombros entrando al Pronto, el olor a café abría mi apetito-. Nos vemos en el auto.

- Te espero aquí fuera ¿Qué café quieres? ¿cortado, descafeinado, americano?

Su habilidad de leer mentes seguía sorprendiéndome.

- Puedo comprármelo yo, gracias.

- ¿Me dirás por qué lo engañaste?

Sabía que no se quedaría tranquilo.

- No lo volveré a hacer, es todo lo que necesitas saber.

Di media vuelta desapareciendo en el baño de chicas, fue mi momento de paz y relajación, Jeff había sido muy amable, ahora iba a comenzar a aflorar su arrogancia natural que le era imposible ocultar.

Cuando salí, él ya estaba esperándome con dos cafés y una bolsita de panecillos en las manos con su típica sonrisa de galán, todas las chicas parecían caer ante sus encantos y mientras lo observaba sin que él me viera podía ver como dos o tres chicas se le acercaron para pedir su número, Jeff era un mujeriego y estaba realmente loco si creía que me uniría a su club de fans.

- Te recomiendo no gastes saliva - me acerqué cuando una cuarta chica llegó con Jeff, estaba cansada de esperar-. No eres la única que le ha pedido el número y créeme que él no es lo que piensas, esperas o deseas, desaparece, hay mejores opciones.