capitulo 14

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Despertar en la mañana con su brazo en mi cintura y nuestras piernas enlazadas fue todo un revoltijo de emociones, me sentía estúpida, y feliz a la vez, sentí miedo, confusión

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Despertar en la mañana con su brazo en mi cintura y nuestras piernas enlazadas fue todo un revoltijo de emociones, me sentía estúpida, y feliz a la vez, sentí miedo, confusión... sentía tantas cosas que algunas eran totalmente desconocidas para mi ¿habrá sido la decisión correcta?

Después de besarnos anoche me quite el pantalón de pijama como Jeff me había pedido, no debí seguir el juego y hasta pensé en que debía castigarlo un poco por su enorme estupidez ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué me dejo llevar tanto cuando se trata de él? Creo que hoy si debería tener una buena conversación con el aprovechando que yo estoy bien despierta y él está completamente sobrio... ayer no había mucho que pudiera hacer, él no escuchaba razones y yo estaba demasiado agotada para poder seguir discutiendo... eso debe ser, así que para cuando se despierte le diré que ya se puede ir y que no pasó nada anoche, fin de la historia.

Levantándome con el mayor cuidado del mundo fui hasta el baño cepillando mis dientes un poco nerviosa de cuál sería la reacción de Jeff en cuanto abriera los ojos, desde ahí pude escuchar el caos en el exterior, al parecer un perro y un gato estaban peleando, sin perder tiempo salí disparada por el pasillo hacía la escalera bajando los peldaños de dos en dos temerosa por la vida del felino, sin importarme las fachas que llevaba, como lo pensé había un gran pero acosando a un pequeño e indefenso gatito, un poco temblorosa fui hasta ellos metiendo mi mano en el hocico del perro para liberar la patita del pobre felino que estaba un poco rasguñada y mordida por el perro que al parecer no quería soltar mi mano, era mejor eso a que se comiera al indefenso gatito escondido en mi cuello.

- ¡Cass! ¡joder! ¡Chucho de mierda!

Christof corrió hacía mi lanzándole pequeñas piedras al perro para que me soltara.

- ¡Cuidado! No le hagas daño... él no sabe lo que hace.

- Te está comiendo la mano Cass ¿Qué dices?

Golpeo al perro con su pie una última vez y este lloriqueando se alejó por la calle, entonces me ayudó a incorporarme mirándome por todas partes.

- Gracias... no sé qué habría hecho si no aparecieras.

- Tu mano Cass, te enterró los dientes – observándola por todos lados-. Está llena de sangre ¿quieres que te acompañe al hospital?

- No tranquilo, tengo compromisos hoy, solo la limpiaré bien y pondré unas vendas... -hice una mueca, realmente me dolía la mano-. estaré bien.

- Ese perro podría haber tenido rabia, tenemos que ir a urgencias.

- No Christof, ese perro es de la vecina y ella siempre lo mantiene con sus vacunas al día, es su única compañía.

- Pero lo dejó salir y te mordió. Deja de defender al perro Cass, tu amor por los animales es estúpido.

Sonreí recordando uno de nuestros momentos cuando éramos más niños.

Troubles © [#1]Where stories live. Discover now