Habían pasado semanas tras el pequeño incidente que habia experimentado con Gonzalo, habíamos retornado a clases tras nuestras vacaciones semestrales y yo me encontraba emocionado pues volvería a encontrarme con mi amigo, lo único que me desanimaba era el hecho que iniciaba otro semestre, lo cual implicaba el cambio de ubicación de carpeta para todos los alumnos.
Tenia un aproximado de dos días para aprovechar mi ubicación cerca Liz y Gonzalo, pues tarde o temprano nos cambiarían de asientos.
- Ojala no nos ubiquen lejos, sino con quienes me divertiré - nos dijo Liz a Gonzalo y a mi apenada
- Realmente me divertí mucho este ultimo semestre con ustedes chicos, ¡fue sensacional! - exclamé
- Bueno, aprovechemos estos últimos días que nos quedan antes que la maestra decida cambiarnos de ubicación - añadió Liz
Tras unas horas de clase, llego el tan ansiado momento de la pausa, en la cual yo solía hablar con Liz y Nicolle.
Mientras charlaba gentilmente con ellas, Liz dijo que tenia que hablar con un profesor, por lo cual se retiró.
Eso significa, que quedamos únicamente yo y Nicolle en el salón. Fue sorprendente el hecho de que hablé con ella demasiado. Reímos, charlamos y hasta hablamos de nuestros gustos.
Había pasado tanto tiempo con ella por Gonzalo, que se convirtió en una de mis mejores amigas.
En fin, pocos días después cambiaron las ubicaciones de nuestros asientos, arrebatándome la constante presencia de Gonzalo en mi vida, pues ya no estaría cerca él tan seguido.
Mi mundo se desmoronaba en esos momentos, pensaba que sin él no podia vivir, era mi único amigo, solo lo tenía a él.
Sin darme cuenta, Gonzalo había causado un gran impacto en mi vida.
Con la suerte que tenia, me habían colocado al fondo.
Era el último de la columna izquierda, y para colmo, me sentaba con una compañera con la quien no solía hablar tanto, se llamaba Luciana. Sin embargo, lejos de ser algo malo, se tornó en una ventaja, debido a que poco a poco estuvo ganandose mi cariño.
En cuanto la ubicación de Liz, Paulo, Nicolle, Gonzalo y Leo.
Pues pareciera que estaban bendicidos, debido a que se encontraban demasiado cerca.
¡No era justo para mi!, todos mis amigos estaban cerca entre sí, pero lejos de mi.
Ellos podían conversar y divertirse el resto del año, en cambio yo estaba al fondo, con una chica quien recien conocía.
Poco a poco, sentía como Gonzalo se desprendía de mi vida.
Habia un temor ardiente dentro mio, pued temía que Gonzalo se olvide de mi.
Últimamente él andaba más tiempo con Paulo que conmigo.
Y fue así como una estupidez me llevó a otra.
Con la intención de querer llamar la atención y preocupación de Gonzalo, inventaba cosas para darle lastima, tratar de que se preocupe por mi. Sin embargo, nada de ello funcionaba.
Solía fingir estar molesto con Gonzalo, para que el me ruegue y causar preocupación en el, mas nada de eso funcionó.
Todas esas huevadas tan solo alejaron mucho más a Gonzalo de mi, ya no hablabamos con frecuencia, y obviamente le incomodaba que causa dramas y problemas de la nada.
Mi desesperación arruinó todo.
Mis amigos habían desaparecido, y entre ellos, mi único mejor amigo, Gonzalo.
Lo que quedó aquel año fue igual de miserable, con la ausencia de Gonzalo en mi vida, y la presencia de Paulo, quien consideraba un 'estorbo', pues había creado un muro más que enorme que impedia que mi capricho con Gonzalo se haga real.
