Traté de sobrellevar mi vida después de la gran decepción, y por lo tanto, dolorosa que me había llevado.
Pero lo mio eran puros dramas, cosas que tal vez sean fuertes para un chico tonto de catorce años, pero obviamente una pequeña fracción de lo que la vida se encargaría de enseñarme. En ese año la vida me demostraría que hay cosas mucho peores que realmente te tumbarán.
Pero para eso falta mucho.
En cuanto a Diana, pues ella continuó con su fría e insensible indiferencia hacia Alonso, como si nunca le hubiese importado del todo.
- Diablos - pensé - Yo también quisiera esa habilidad de olvidar una ilusión tan rápido.
Sin embargo, a pesar de mis inútiles intentos de tratar de evitarlo, el huevon de Alonso siempre se las arreglaba para estar a mi lado.
Era peor que un parásito.
Pero como sea, no era uno de mis principales problemas de aquel entonces.
De hecho, se podría decir que no tenía ninguno, todo iba bien en mi vida. Tan solo tenía una latiente incomodidad en relación a Alonso.
Respecto a Gonzalo, pues a pesar que me hacia sentir mal que ya no estaría con el todos los días en clase, resolví aquella situación, y aprendí que era algo tonto pensar que no podía vivir sin el.
Sin embargo, mi verdadero temor seguía vivo dentro de mi corazón.
¿Gonzalo se estaba acostumbrando a vivir sin mi? ¿Encontraría a otra persona para reemplazarme?
Aquellos hechos literalmente me atormentaba día y noche. Me la pasaba pensando en como sería que el me cambie, que se de cuenta que no soy necesario para él.
¿Podría soportarlo? Es decir, obviamente para él no sería un problema, pero
¿Qué hay de mi?
Soy demasiado débil, no se si podría soportar un mundo si él, un mundo sin el amable chico de ojos cafés del cual vivo aferrado, de aquel joven risueño que me ha acompañado los últimos 4 años, del primer chico del que me enamoré.
Como sea, traté de tener a Sara como un tipo de informante que me diga que sucedía en relación a el y Paulo. Pues sí, aquel chico que consideré una "amenaza" hace dos años, de alguna manera había vuelto, y por lo tanto me sentía oprimido por el hecho de que tal vez Gonzalo me reemplace con él.
- De hecho, Paulo casi nunca habla con él - dijo Sara mientras abría su locker
- ¿Segura? bueno que alivio jeje -
- Igual Matti, eres el mejor amigo de Gonzalo, no te va a cambiar - dijo Emily quien escuchó como yo y Sara hablabamos sobre el tema
- Está bien supongo... - añadí medio asustado, pues Emily había estado escuchando quien sabe desde cuando
-...-
- Bueno..., ¿me voy yendo al aula si? - sugirió Emily al percatarse de la incomodidad de mi rostro
- ¡Está bien! nos vemos ahí...-
