#18 - amigo

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Sara tenía unas ganas enormes de volver al aula donde nos encontrábamos Diana y yo, y a decir verdad yo también la quería de vuelta.

Era obvio que las cosas dejarían de ser lo mismo aquel año, debido a que el arreglo de aulas que nos habían impuesto, realmente chocó demasido hacia mi de manera indescriptible.

A los pocos días, un par de compañeras que habían sido trasladadas del otro aula al nuestro, no tardaron mas de una semana para que estas charlen con los directivos y regresen a su "hogar".

De igual manera, Sara y Gonzalo buscaron la posibilidad de convencer a los directivos de la escuela para que estos tambien los cambien al aula donde acostumbraban estar hace casi tres años.

Le preguntamos a aquellos compañeros de promoción que habian logrado cambiarse, el como lo habían logrado.

Según estos, sus padres habian solicitado una cita con el coordinador del colegio en respecto al tema del aula, luego, tras confirmar la cita, ellos charlarian y darian las razones por las cuales deberian volver a su aula como en los años anteriores, una vez todo aquello, los cambiaron de aula.

Hicimos lo posible y tratamos de replicar aquellas acciones con Sara y Gonzalo, sin embargo todo esfuerzo por parte de ellos y de sus respectivos tutores, no sirvió de nada.

¿Por qué?

Pues nunca se dio una respuesta concreta, aun que nosotros asumimos que era debido a que el profesor de el aula, donde ellos se encontraban, no les dejó retirarse, a la par de el hecho de que ya habían transcurrido un par de semanas desde el inicio de clase.

Debido a mi carácter tan dramático, amplifiqué los hechos ridiculamente. Tomaba aquella separación como lo peor del mundo.

Recuerdo sentir como "mi mundo se desmoronaba", no quería ir al colegio y me sentía totalmente vacio, cosa estupida por cierto.

Creía saber lo que era el sufrimiento y depresión. Osea, de alguna manera lo estaba, pero no tenía razón por la cual seguir de aquel modo.

Es más, escribiendo este fragmento de mi vida, me doy cuenta lo imbecil que fui por dejarme tocar suelo por el hecho tan ridiculo y estupido que es "el que me separen de una persona".

¿Y creer sentir la depresión?

Tremendo hijo de puta que fui.

Para eso faltan meses.

Como sea, las pocas veces que podía ver a Gonzalo era en los cambios de clase al igual que en la hora de almuerzo, momento que por cierto, compartía eufóricamente junto aquel chico de ojos café.

Por otro lado, en el aula de clase, solía estar acompañado por Diana, obviamente nos divertiamos y reíamos, aun que no era lo mismo debido a la ausencia de Sara y Gonzalo.

El aula donde estábamos seguía siendo el mismo para todo el resto de nuestros compañeros, debido a que Leo seguía estando junto su grupo de chicos, Paula se encontraba con sus amigas, y los demás tambien, todos, a excepción de Diana y yo.

En respecto a la chica esta a quien habían cambiado a nuestro aula.

Bueno, la conocía algo, pero no eramos tan cercanos. Sin embargo le dimos la oportunidad de juntarse con nosotros, debido a que también se encontraba sola y necesitaba compañía.

Además de su desarrolada contextura, y con unos atributos que la mayoría de adolescentes anhela, Emily era una chica atractiva, de pelo ondulado marrón y unos grandes ojos pardos que penetraban el alma de quien la veía.

Biografía de un IlusoWhere stories live. Discover now