#20 - todo pasó tan rápido

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Traté de tomarlo de la mejor manera posible, osea, literalmente llevaba más de dos años diciendome que le gustaba un montón de chicas, Ariana, Alicia, hasta Diana, pero cada vez que intentaba algo, siempre había un desencanto por parte de la susodicha o por parte de él. Además, ¿por qué Grecia?, se supone que era la ex-pareja de Leo, aquel chico el cual Gonzalo le guardaba cólera sin razón aparente.

Bueno, fuera de ello, seguía pasándola de la mejor manera con Emily quien ya sabía todo lo mío, además que nos gastábamos bromas entre Diana y Daniela. 

Por otro lado, todo parecía ir tranquilo en mi vida, obviamente con la incomodidad de que Gonzalo se aleje de mi, pero no era para tanto, es decir, yo esperaba que su supuesto enamoramiento hacia Grecia se desvaneciera sin dejar rastro alguno en mi obsesión hacia él, solo era cuesión de tener paciencia y esperar que el mal rato se vaya.

Sin embargo los días pasaron, viendo como Gonzalo afianzaba su intimidad hacia Grecia, además de ver a mi amiga Luciana tratándo de hacerlos estar juntos. 

Eso era lo peor, no me hubiese incomodado que una persona "X", como Leo, Alicia o alguien que no supiera de lo mio, hubiera cooperado en que estén juntos, pero justo era Luciana aquella que los trataba de unir de cualquier manera,  hasta momentos en que lucían forzados a compartir un rato juntos.

Traté de no verlo como algo personal, total, Gonzalo merecía ser feliz, aun asi no fuera conmigo, pero a pesar de tener ello como objetivo principal en mi mente, una pequeña pero fuerte y vivaz parte de mi no lo quería dejar ir.

¿Soportaría verlo chocar sus rojos labios con otras persona? ¿Donde quedarían mis ilusiones? ¿A donde irían aquellos sueños donde nos imaginaba viendo el atardecer desde a colina en dirección al mar? ¿A donde irían mis sentimientos?

Las semanas pasaban, y siendo yo el mejor amigo de Gonzalo, me tocaba saber todos los sentimientos que despertaban en él cuando éste se encontraba con Grecia, sentimientos y sensaciones que alguna vez conllevaron a mi corazón a enamorarme de aquel jóven de ojos café.

- Creo que le voy a pedir para ser enamorados - exclamó con seguridad de lo que deseaba

- ¿E-estas seguro? - respondí con un rostro de inseguridad, tratando de disimular el caós que predominaba en mi

- Claro que sí, se lo pediré después del colegio, ya que la acompañaré a su casa y bueno ya sabes - 

- Supongo que está bien Gonzalo, pero a la mínima vez que te haga sentir mal considera todo...- dije en un tono dudoso, pues trataba de buscar cualquier excusa para que su relación con Grecia no llegue afectarme tanto

El final de clases de aquel día llegó, y logré verlos irse juntos por la soleada calle llena de arboles y florecientes colores.

- Awww, van a ser pareja - exclamó Sara en un tono de dulzura

- Ojalá logré ser feliz - dije en una voz agrietada

Aquel día llegué a mi casa pensando en todo lo que conllevaría estar cerca a él y con Grecia, pero a la vez viendo lo positivo del asunto en general, osea, gracias a Dios aquel año Gonzalo no se encontraba en mi aula, por lo que no tendría que ver a Gonzalo junto a Grecia día a día, o almenos no toda durante todas clase. 

Por otro lado, el hecho de que esté con Grecia, aun que lograba afectarme, siempre se compensaba con que había algo en Gonzalo que me hacía pensar que yo seguía siendo más importante para él que Grecia misma, es decir, en las salidas grupales en donde se encontraba aquella chica de cabello ondulado, siempre había un tipo de problema entre la pareja,  por lo cual siempre estaba yo, quien junto a Gonzalo nos distraíamos mediante juegos, los cuales, a pesar de ser infantiles para jovenes de quince años, nos lograba desconectar de todo el mundo,  terminando en el suelo jadeando del cansancio, fue así, como logré sobrellevar con algún que otro bajón, la relación de Gonzalo con Grecia por aproximadamente dos semanas. 

Biografía de un IlusoWhere stories live. Discover now