Capítulo 38

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Agosto.

Comienza a sonar mi teléfono gracias a la alarma que tengo; son las 6:00 am, justamente tengo media hora para hacer mis cosas.
Al sólo recordar lo increíble que me la pasé junto a James de camino a casa se me dibuja una gran sonrisa, ha sido uno de los mejores momentos de mi vida.

Decido dejar de pensar porque me podría quedar todo el día en mi cama haciéndolo; así que me levanto y camino hacia la ducha, tomo todo lo que necesito al igual que reviso el clima para hoy, no hará tanto frío como en otros meses, ya que apenas es Agosto; por lo que me decido por un top color gris más alto del ombligo, en conjunto con unos jeans negros y tenis morados. Cuando he elegido todo me meto al baño para tomar mi ducha. Al finalizar me coloco todo lo que he decidido para hoy; añado algo de máscara de pestañas, mi loción, arreglo mi cabello para dejarlo suelto, me doy cuenta que ha crecido más de la mitad de mi espalda y me encanta.

Al salir cierro perfectamente, bajo para encontrarme en la cocina con mi papá, está tomando un café, el olor a éste llena mis fosas nasales, es el mejor olor en la mañana. Me acerco para tomar una taza y colocarla a un lado de mi papá para que la llene, al notar mi presencia suelta una gran sonrisa.

-Hola Sara, ¿Cómo has amanecido el día de hoy?

-Muy bien, gracias papá -me acerco para dejar un beso sobre su mejilla.

-Me da mucho gusto escuchar eso cariño-extiende mi taza hasta que queda frente a mi; luego se estira para alcanzar un biscocho- ayer hemos ido con tu mamá de compras y trajimos este pastel, es de chocolate.

-Se ve muy rico, tomaré un pedazo; aunque, ¿por qué no me dijiste que querías uno?, yo podría habértelo hecho.

-Siempre puedes hacerlo Sara.

-De acuerdo, entonces al rato que llegue de la escuela haré uno para ti; pero ahora ya me tengo que ir porque ya es algo tarde.

-Cuidate, te quiero; nos vemos aquí al rato.

-Igual yo -le doy otro beso- te encargo a mi hijo.

-Tranquila, yo me hago cargo.

Tomo mis llaves y todo lo que debo llevarme para irme a la escuela, abro la puerta de mi auto y coloco mis cosas en el asiento del copiloto; una vez dentro del auto oprimo el botón del portón, este comienza a abrirse. Cuando termina de hacerlo, salgo de la casa. Enciendo el mp3 del auto para así comenzar a conducir y dirigirme a la Universidad. Después de manejar durante 10 minutos porque no había mucho tráfico por fin llego al estacionamiento, hay algunos autos, pero no como a medio día; busco un lugar donde no estén otros autos cerca para no tener que cuidar de los rayones, al estacionarlo tomo mis cosas y bajo, comienzo a caminar hacia el instituo, a mi alrededor se notan todos muy contestos por haber vuelto de vacaciones, otros no tanto, ya que se puede ver en su cara que han sido levantados de su cama para llegar a tiempo.

Sigo caminando y con la mirada busco un BMW negro o una moto, queriendo encontrar a James en su primer día de clases, sin embargo no lo veo por ningún nada y sigo caminando hasta que soy levantada por alguien con unos grandes brazos, ya que los tomo para evitar caerme, a la vez que pego un gran grito y comienzo a agitar mis pies para que me baje.

-¡Bájame idiota!, quien te crees para hacerme esto.

-Hola hermosa -me dice al acercarse a mi oreja, colocando un casto beso; en ese mismo momento siento una corriente que me recorre por todo el cuerpo- creo que alguien se ha levantado de mal humor -suelta una carcajada, a la vez que me deja de nuevo en el suelo.

-Hola hermoso -aprovecho de que seguimos parados en el mismo lugar y que soy algo más pequeña que James para brincar sobre él, colocando mis pies sobre la parte baja de su espalada, mientras que me sujeto con mis brazos sobre su cuello- disculpa haberte dicho esas cosas, pero es que estaba concentrada buscandote, que me he espantado -me acerco hasta alcanzar su boca para darle un beso, siento que ha pasado mucho tiempo desde que estabamos así de cerca.

-Ya estoy aqui -dijo una vez que nos separamos.

-¿En qué has llegado? -se gira sobre sus pies mostrandome donde yo he dejado mi beetle para darme cuenta que ha aparcado su auto  junto al mio; eso quiere decir solo una cosa.

-Ahí está -levanta un brazo para señalarlo, al bajarlo vuelve a mi espalada para evitar que me resbale mas de la cuenta.

-Eso quiere decir, que llegaste casi igual que yo así que me vienes siguiendo y no me has hablado -le suelto un pequeño golpe sobre su pecho.

-Calma nena, he querido disfrutar de la vista solamente, o es que ¿no puedo hacerlo? -levanta las cejas enmarcando más su expresión, no puedo evitarlo y me rio de él, me acerco más hacia él para depositar un beso, aún no nos alejamos y siento como sonríe a la vez.

-Lo puedes hacer, pero con una condición -levanto mi dedo indice.

-¿Cuál?, pideme lo que quieras.

-Que yo también pueda hacerlo -termino de decir para ocultarme en su pecho, no pensé muy bien lo que dije, porque de inmediato siento como el calor me arropa cada vez más; toco una de mis mejillas y está algo caliente, no puedo con la verguenza; escucho una pequeña risa y se perfectamente de quien es, siento como intentan levantar mi cara pero lo prohibdo, no soy tan fuerte así que James consigue que lo mire y quedemos cara a cara; cierro mis ojos.

-Sara, nena -pasa su pulgar por sobre mi mejilla derecha con delicadeza- abre los ojos por favor -hago caso omiso de lo que me pide y por mi parte le dedico una sonrisa; no escucho su voz, así que me entra la curiosidad, antes de hacer algo, sus labios están sobre los mios, tomandolos por completo, nuestros labios se acoplan a la perfección haciendo de este momento especial- puedes hacer lo que quieras Sara, lo que sea de tu parte es bienvenido- lo último lo dice con un toque algo sensual; no sale nada de mi parte solamente una pequeña risa por los nervios -nena, creo que estás un poco pesada -me dice, al mismo tiempo en que desdoblo mis piernas de su trasero para bajar.

-Claro que no estoy pesada, ¡que te pasa! -cruzo mis brazos sobre el pecho, haciendo que estos se aprieten y levanten un poco.

-Obviamente no lo estas -me atrae hacia él y deposita un beso sobre mi frente.

-Ya lo sabía, pero regresando al tema, como ya tengo tu permiso -este levanta una ceja- puedo hacer esto -antes de que diga nada bajo mi brazo y lo dirijo hacia su trasero para apretar su gluteo derecho y verificar que efectivamente le gusta el gimnacio, subo mi vista hacia James y me doy cuenta de que tiene una gran sonrisa, motivandome a reirme.

-Que traviesa me resultaste, creo que ya tengo la primer queja para tu mamá, o sea mi suegra.

-Ni digas nada, que bien que te ha gustado -se acerca hacia mi para colocar su dedo indice sobre mi boca, a la vez que me da un shhhhh.

-Tengo que hacerme el ofendido porque quien sabe que me espera dentro de un mes o años contigo -suelta una gran carcajada al terminar de hablar, contagiandome y es hasta este momento en que recuerdo que estamos en el estacionamiento de la Universidad y que pasan estudiantes a nuestro alrededor, algunas de ellas le prestan más atención de la debida a James, lo cual hace que se active algo en mí.

-Vamonos de aquí -tomo a James por el brazo haciendo que estemos juntos- tengo que cuidar de mis intereses, porque hay unas cuantas que quieren lo que es mio.

(...)

El primer día de clases ha ido tranquilo, lo de siempre, los profesores se presentan y hablan sobre lo que veremos durante el semestre, algunas materias ya son mis favoritas, como Psicología de la adultez o tambien educativa, relamente suenan muy interesantes. Por parte de James, en la mañana lo acompañé a la dirección porque la directora era quien debía presentarlo ante nosotros como nuevo alumno, sin pensar que ya lo conocía bien. Cuando llegó todas se le quedaban viendo, y digo todas porque somos cuatro mujeres y solamente un hombre, bueno, ahora serían dos. Junto con Sharon nos reiamos de la cara que les había puesto a mis otras compañeras porque se notaba que no les prestaba atención, mientras que estas hacian hasta lo imposible por captar su mirada.

Tan sólo una mirada #Wattys2018Where stories live. Discover now