Capítulo 63 (parte 2)

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Salimos a la carretera, los niños jugaban en la parte trasera, ministras que James y yo platicábamos sobre cosas triviales. Tomo el celular de James y busco una canción, al ponerla obtuve su atención.

-Si, ¿disculpa?

-Nada, solo quería cambiar la canción- sonreí.

-De acuerdo.

-Muy amable. Por cierto, ¿te han dicho algo del intercambio?

-No, aún no me avisan nada. Espero pronto lo hagan, estoy algo nervioso.

-Tranquilo, ya verás que lo harán.

-¿Y tú, ya estás con los preparativos?

-Si, ya he comprado el boleto de avión y estoy viendo opciones de departamento.

-Espero que haya espacio para mí en ese apartamento- me sonríe, no puedo evitar hacer lo mismo.

-Obviamente si- me acerco a él y lo beso- te amo.

-Y yo a ti, creo que los niños no se han dado cuenta de nuestro beso- ambos reímos. Dejo que siga conduciendo sin interrumpirlo, saco mi celular y juego un poco. Luego de media hora de conducir, hemos llegado. El lugar está algo lleno, la gran parte del estacionamiento está ocupada. Espero que la fila no esté así.- Niños, hemos llegado- dice en voz alta James.

-Ya era tiempo- reprocha Kayla, suelto una risita.

-He hecho lo que podía.

-¡Si!- gritan los gemelos.

-¿Les gusta chicos?- me giro en el asiento para verlos.

-Si, ya queremos entrar.

-Ya casi, solo buscamos donde estacionar el auto.- James gira a la izquierda, hay un lugar al inicio de la fila. Aparca en este.- Vamos a la diversión chicos- tomo mi mochila y los cupcakes. Bajamos del auto, tomo de la mano a los gemelos para que no se vayan. James hace lo mismo con Kayla.- Buenos tardes, me puede dar dos boletos para adulto y tres de niño por favor- le digo a la señorita que está en la caja.

-Claro- mueve algunas teclas en la computadora- son 105 dólares- le entrego la tarjeta para que cobre- una firma aquí- me da un ticket, lo firmo y se lo devuelvo- aquí tiene sus boletos, que tenga bonito día, disfrútelo.

-Gracias- camino de vuelta a donde está James con los niños; se han sentado en una banca debajo de un árbol.- Listo chicos, a divertirnos- se levantan y comenzamos a caminar hacia la entrada.

-Pónganse para una foto- nos detenemos debajo del arco para entrar, James saca su celular; toma una selfie. Pasamos por los de seguridad, quienes revisan nuestros pases.

-Quiero subirme a las tazas locas- jala mi brazo Jared.

-Vamos hacia ellas, pero no sé dónde están- me detengo en seco.

-En el mapa dice que están a un lado de la tienda de ropa, a dos puestos más- seguimos caminado, las veo.

-Ahí están- señala hacia las tazas- vamos- caminamos más aprisa. Llegamos a la fila. Al esperar por dos minutos es nuestro turno. Logramos subirnos los cinco en una misma taza.

-¿Estás listo?- le pregunto a Jared.

-Si- la taza empieza a dar vuelta, al inicio es despacio, pero va incrementando la velocidad. Los niños gritan. Termina de moverse la taza, noto el cabello de los gemelos más esponjado.

-Ahora vamos a las sillas voladoras- dice Kayla al bajarnos de las tazas.

-Está bien, lo buscaré en el mapa- mira este- está a un lado del lago- vamos hacia este. El lugar está lleno, las tiendas tienen demasiadas cosas, me paro en una donde hay una sudadera de batman, recuerdo la fiesta de disfraces.

Tan sólo una mirada #Wattys2018Where stories live. Discover now