Capítulo 59

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Comienza a sonar la música de mi celular, son las 8 de la mañana, he puesto alarma anoche. Me levanto de la cama para ir al baño, hago mis necesidades, al salir tomo cualquier ropa que tengo cerca y me la pongo, un pequeño short junto a una blusa negra y tenis blancos. Tomo mi cabello en un moño alto. Bajo a la cocina, donde encuentro a mi mamá, no puedo evitar estar un poco enojada.

-Hola Sara.

-Hola- es lo único que puedo decir.

-¿Estás enojada?, desde ayer te he notado algo rara desde que nos fuimos del restaurante porque mencioné que te irías de viaje y la reacción de James al respecto.

-No le había dicho nada a James, se me olvidó, además de que no encontraba el momento adecuado, ayer estábamos tan felices haciendo una nueva receta juntos, que no quise decir nada. Pero ayer tuviste que sacar el tema y ahora estoy insegura de lo que puede pasar entre James y yo.

-Cálmate por favor, te pido una gran disculpa, no lo sabía. Sin embargo debo decirte que debes ser fuerte y tomar valor para decir las cosas, la otra persona deberá tomarlo como lo crea conveniente, así que no debes preocuparte, si esa persona debe estar en tu vida lo estará.

-Debo irme ya, tengo que hablar con James y arreglarlo todo- tomo mi bolso y salgo de allá casa en mi auto, durante el viaje traté de formular algún discurso para decirle, sin embargo estoy tan distraída que apenas soy capaz de concentrarme al manejar. Aparco en la calle, recuerdo que tengo el teléfono del sr. Williams, tomo el celular y lo marco.

-Buenos días señor Williams, espero no haberlo despertado- miro el reloj del auto, son las 8:30.

-Hola Sara, no te preocupes, estoy tomando un café en estos momentos.

-Muy bien, quiero pedirle un favor- hago una pausa para poder pasar saliva- ayer he tenido una discusión con James, así que le pido que me deje entrar a su cuarto y platicar con él.

-Es una petición extraña pero quiero ayudar, ¿cuándo llegas?

-De hecho estoy afuera.

-Oh vaya, ahora salgo.

-Le agradecería demasiado- cuelgo la llamada.

-Buenos días Sara- nos saludamos al abrir la puerta de la casa.

-Buenos días, espero que no crea que estoy loca o algo parecido, sino que realmente no he podido dormir del todo bien anoche pensando en lo que había sucedido, luego de estar tan bien los dos.

-Aldo me ha contado ayer que llegamos de la fiesta, no me gusta que le digan mentiras y mucho menos que le oculten cosas, así que te pido, se sincera con él en todos los aspectos por favor, por el bien de ambos, porque he notado como son juntos y eso me gusta. Pero bueno, no te detengo más, así qué pasa y arréglalo con mi hijo, que no me gusta verlos distanciados.

-Gracias señor- entro a la casa- pero antes, ¿le puedo pedir otro favor?

-Si, dime.

-¿Puede prestarme la llave del cuarto de James, quiero evitar que salga sin haberme escuchado antes.

-Es una gran decisión, iré a buscarla- se dirige hacia la cocina, de un cajón saca una argolla con llaves, estás tienen cinta adhesiva con el cuarto- aquí la tienes, subes la escalera y el primer cuarto a la derecha es el de James.

-Gracias, espero no me sea tan difícil hablar con él.

-Créeme, es más sensible de lo que nos hace creer, así que tú puedes con él, lo creo.- voy hacia la escalera, no se escucha ningún ruido por el pasillo, por lo que supongo que siguen dormidos, abro la puerta y entro en este, giro y la cierro, guardo la llave dentro de mi sostén para evitar que pueda abrir. El cuarto es oscuro, las grandes cortinas hacen muy bien su trabajo, voy hacia ellas y las abro un poco, para dejar entrar algo de luz, sin embargo lo sabia que hacía ruido al moverse, caigo al suelo para evitar que me vea pero mi pie pega con la mesita de noche, maldigo en mis adentros, creo que no estoy de suerte.

Tan sólo una mirada #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora