ɪ ᴀ ʟ
➢Grecia es una joven de 19 años con grandes sueños y aspiraciones como cualquiera en el mundo, pero al igual que la mayoría de los jóvenes de su país, no tiene muchas esperanzas con que va a cumplirlas.
Para su buena suerte se le presenta la o...
—Lo lograrás, y luego de esto serás libre por fin—me dice Luke en señal de apoyo—. Te preparaste muy bien, te irá excelente.
—Ay basta, me sonrojo—lo abrazo y él me aprieta contra si—. ¿Vienes por mi al salir?
Me separo y me acomodo el bolso.
—Por supuesto que si y luego iremos a comer helado—responde y me despeina el cabello.
—Esta bien—se acerca y deposita un beso en mi frente para luego irse al auto.
Okey, es mi momento.
¡INVOCO A LOS DIOSES DE LOS EXÁMENES! Por Jesucristo, por el espíritu santo, por Chávez, por Fidel Castro, por Satán, por Chuck norris, por Shawn mendes, espero pasar los exámenes, amén.
Me dirijo hacia el salón y voy repasando en mi mente todo lo que con esfuerzo estudié. Maldita universidad, ya casi me libro de ti, espérame.
Entro y me siento en las filas de adelante para que nadie se copie de mi, que no sean ellos tan pajuos, yo me mato estudiando pa' que esos becerros vengan relajaos a copiarse de uno, no si.
El profesor entrega los exámenes en blanco y comienza a explicar unas cosas. Yo solo pienso en todo lo que estudie porque yo a veces soy tapada y se me puede olvidar todo de coñazo.
—Ya pueden voltear las hojas—dice el profesor y se sienta en su escritorio con una sonrisa algo macabra—. Tienen media hora.
—¡¿Media hora?!
Ay, se me escapó. Coño e' la madre.
—¿Algún problema, señorita Ramirez?—me pregunta y automáticamente todas las miradas se posan en mi.
—No, ninguno.
Naguevonada, cómo coño pretende este mamaguevo darnos nada más media hora para responder cien preguntas. Le echó bolas, de pana que si.
—¿Alguien tiene alguna duda?
—¿Cuándo se entregan las notas?—pregunta una chica al lado de mi.
—Hoy mismo.
Ay santo cristo. Esto es deme el examen y tome su nota.
Finalmente nos dan el chance para empezar y de verdad agradezco que Ashton me haya molestado tanto para estudiar. Esto está lechuo, ahora, a escribir como una pajua.
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Fui una de las primeras en entregar el examen y ahora nos encontramos todos los de mi clase esperando las notas.
Siento como si se me fuera escapar un chorro de pipí por el miedo.
Empiezan a llamar por lista a cada uno de nosotros y puedo notar el miedo en el ambiente. Hasta los que se copiaron están cagaos.
Una tipa salió del salón llorando, ¡SALIÓ LLORANDO! Ay, ya me fui.
