44: ¡Se que puedo volar!

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Les cuento el chiste para que se burlen de nuestra horrible desgracia. 

¿Adivinen donde estamos?

Si dijeron la cárcel, ¿Que comen que adivinan? Debe ser fororo mágico.

Naguevona', somos más salaos que la cuca de la sirenita. Y no, no estamos aquí porque Anne y Ashton le partieron una botella a alguien. Fue porque yo le partí una botella en la cabeza al barman, luego de vomitarlo. Y los chicos están aquí conmigo porque, bueno porque ellos son arrechos y no querían que me metieran presa.

Nosotros nunca seremos un grupo normal.

Emely llamó a la abuela para que nos saque, pero esa mierda es un papeleo muy largo y tenemos que esperar. Coño e' la madre.

Marico, es que naguevona'. Nosotros somos un imán para los peos—Maikol rompe el silencio riendo.

A estos maricos solo les da risa esta situación. De hecho, a todos nos da risa.

—Fue increíble cuando le partiste la botella al barman por insultarte—dice Crystal—. Él no sabía con quien se metía, creo que ahora le quedo claro—añade y nos reímos.

—Por casualidad, ¿Saben si murió?—pregunta Calum.

—No murió, pero si lo noqueó y debe estar en el hospital—le responde Cesar riendo.

Los chicos siguen riéndose de la maravillosa escena de mi vomito cayendo encima del joven barman.

<Flashback>

—Grecia, ya deberías dejar de beber, te hará mal—me advierte Juan tratando de alejarme de la barra pero no lo dejo.

—Pero no quiero, necesito seguir, mi cuerpo pide más miche—le digo y me aferro a la barra—. Además, es su culpa. Desde un principio yo no quería venir y me convencieron, ahora aguanten la vaina.

El barman mira la escena divertido.

—Señor, debería de llevarse a su hermana menor a casa, ya esta muy pasada de copas-aconseja el tonto barman a Juan.

Esperen, ¿Dijo hermana menor? 

JUAN SOLO ME LLEVA UN PUTO AÑO, UNO. TAMPOCO ES QUE TENGA UNA CARA DE NIÑA DE 14 AÑOS. 

¿ACASO NO VE TODOS LOS TATUAJES QUE TENGO?

—Mira mocoso, mejor cierra la boca—le espeto al barman.

Ya me puse agresiva.

Juan sigue tratando de hacer que me suelte de la barra pero lo pateo haciendo que se caiga de espaldas y yo aprovecho para subirme a la barra.

Empiezo a bailar encima de la barra, porque puta se nace, no se hace. Aunque la puteria y yo no vamos de la mano. 

Siento que se me retuercen las tripas y que necesito dejar todo salir. 

Me giro hacia el lado del barman y puedo sentir como sale mi vomito en cámara lenta, cayendo justo en la boca del barman, porque, si el muy idiota la tenía abierta por el asombro, y terminé empapando su cara. 

Ups.

—¡¿QUE ACABAS DE HACER?!—me espeta el barman claramente molesto intentando limpiarse—. Maldita alcohólica de mierda. Aprende a controlarte y a ser una dama correcta y derecha.

A MI NO ME HABLA ASÍ NI MI ABUELA. YA VA A VER.

Tomo una botella que estaba al lado mío. Le sonreí inocente y estrellé la botella contra su cabeza. Bajé de la barra con ayuda de Juan, quien esta muerto de la risa, y empezamos a correr.

LATINA ―5SOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora