49:¿Nos vamos a la playa?

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Cuando era pequeña viajar era lo que más me emocionaba, todavía lo es. Pero ya me está cansando y me estoy quedando sin culo por viajar de un polo al otro.

—¿Ya llegamos?—pregunta Crystal como niña pequeña mientras salta en el asiento.

—Llegamos a Maracay, dentro de un rato llegamos a la playa—le respondo—. Duérmete, así llegamos más rápido—añado y ella se recuesta en mi hombro. 

Eso me decía mi mamá cuando viajábamos y yo jodía mucho. Ahora la comprendo.

—Cia, ¿Recuerdas la vez que vinimos y se te pegó una agua mala?—me pregunta Cesar mientras ríe.

—¿Que es "agua mala"?—pregunta Calum con su mal español. 

Ay, me encanta.

—Es una especie de medusa coloquial—le explica a Hannah y él asiente—. Bueno, una vez que vinimos unos minutos antes de salir a Cia se le pegó una en la pierna—añade y los muchachos se ríen.

—¡Pudiste morir!—lloriquea Crystal a mi lado.

—No, tranquila. Ella solo pican y te dejan como una quemadura, no electrocutan personas—le explico para que se calme.

Seguimos hablando de cosas locas que nos han pasado juntos y nos reímos de ello.

—¿Alguna otra cosa espantosa que les haya pasado?—pregunta Michael riendo.

—A mi por estar teniendo sexo en el monte me salió un sarpullido que duró semanas, nunca más volví a hacerle eso a mi amiguito—cuenta Maikol y se acaricia a si mismo.

Nos echamos a reír por la actitud de mi amigo.

—Y ustedes, cuéntenos algo loco que les haya pasado—dice Marie llamando la atención de los australianos.

—Una vez a Calum lo nalgueo una chica muy linda y tuvimos que perseguirla nosotros porque a Calum se le doblo el tobillo corriendo—cuenta Ashton al borde de la risa.

Suelto una carcajada seguida de Hannah.

—Amor, ¿De verdad?—le pregunta riendo y él asiente avergonzado.

—Luke una vez corrió por todo un aeropuerto solo en boxers—cuenta Michael.

—No.puede.ser—me echo a reír inevitablemente.

El susodicho que va a mi lado se remueve incomodo. 

—Tenía 16 años—se defiende y termina riendo—. No debí haber apostado con Mike ese día.

—¿Que apostaron?—pregunta Silvio.

—Si Mike conseguía el número de una chica en menos de diez minutos yo debía correr desnudo, pero logré persuadirlo de que fuera en boxers. Al final, si ganó el desgraciado—responde Luke mirando mal a Mike.

—Una vez que Ash estaba borracho lo metimos en una caja y lo encerramos en el ático hasta que despertó, y cuando lo hizo empezó a gritar como loco que no quería ir a Madagascar—cuenta Calum abrazando a su amigo.

—Ese ático era tan parecido a un barco, fue terrible—dice Ashton.

Dios, todos somos anormales.

—Oigan, ¿Quieren parar a comer algo?—pregunta Juan al volante.

Asentimos todos y paramos en un restaurante al aire libre.

Tengo hambre, chamo.

Tengo hambre, chamo

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LATINA ―5SOS.Where stories live. Discover now