LATINA ―5SOS.

30: Confesiones necesarias.

Es el último día que pasaremos aquí y no quiero irme. Me encariñé muchísimo con Liz, Andrew, Ben y Jack. 

Los dos últimos y yo hemos pasado una hora hablando de lo ricas que son las galletas de Liz.

—Si, en conclusión, son demasiado deliciosas. Y lo genial es que ahora yo sé hacerlas—digo orgullosa y levanto mis pulgares.

Los hermanos ríen.

Mi teléfono comienza a sonar y lo tomo, es una videollamada de mi bebés. No, no Mike, ni Ashton, ni Calum, no. De mi bebés traga mocos de Venezuela.

—Epale mi genteee—saludo cuando aparecen en la pantalla.

—Chamaaaa, por fin. Teníamos tiempo sin hablar, bicha sucia—se queja Juan.

—Se había olvidado de nosotros mano—dramatiza Marie colocándose una mano en el pecho.

Yo suelto una carcajada.

—No sean gafos. ¿Como están, mis bebés?—pregunto acercando el teléfono a mi cara.

—Estamos bien, vivos al menos—bromea Maikol y reímos.

—¿Aún estás en Australia?—pregunta Miguel acercándose a la cámara.

—Sip, mañana nos iremos a un hotel para estar todos juntos en un mismo lugar—les cuento—. Pasaremos unos días aquí y luego regresamos.

—Ah, EPA MENOR, ¡YA CASI VIENE TU CUMPLEAÑOS!—grita Cesar con emoción.

—¡AL FIN CUMPLIRÁS VEINTIUNO!—chilla Emely—. No puedo, voy a llorar.

—Ya no eres una bebé—dramatiza Maria y se limpia una lagrima falsa—. No mentira, siempre vas a ser una bebé. 

—Oye, ¿Y cómo lo llevas?—inquiere Silvio.

—Pues, mucho mejor—respondo sonriendo—. Epa, necesito un consejo, menores.

—Suéltalo pues.

—Bueno, estuve pensando y creo que es tiempo de decirle al Luke que me gusta pero, ¿Será que lo hago?—pregunto mordiéndome la uña—. Porque no quiero que nuestra amistad se arruine.

—Mira G, tienes que ser sincera con él. Arriésgate, que tal si el siente lo mismo y tú nunca se lo confiesas, debes hacerlo—me aconseja Juan.

Y tiene razón, debo arriesgarme. Debo hacerlo. 

El que no arriesga no gana.

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