Cachorro [HopeV] [Omegaverse]

01

Jung Hoseok tenía dieciocho años cuando se dio cuenta de lo jodido que estaba. Para él todo se jodió el día en el que entró en la casa de la familia Jeon y un dulce olor a flores le golpeó con fuerza, mareándolo y dejándolo parado en la entrada. Completamente perdido. Pasó casi cinco minutos en ese estado hasta que Jungkook apareció en su campo de visión y frunció el ceño al verlo parado en el recibidor de su casa.

—¿Ocurre algo? —le preguntó y Hoseok reaccionó ante su voz.

—No es nada, me perdí en mis pensamientos —respondió y soltó una risilla nerviosa.

El otro chico no pareció conforme con su respuesta, pero no dijo nada. Ambos se dirigieron a la habitación de Jungkook y Hoseok saludó con un movimiento de mano a Namjoon y Jimin, que habían llegado casi una hora antes que él.

—¡Hola, Hyung! —Al momento tenía a Jimin a su lado, con sus mejillas algo sonrojadas y una gran sonrisa en la cara.

—Hola, Jiminnie —le saludó y lo abrazó contra él—. ¿Qué tal te encuentras hoy? ¿Ya te sientes mejor?

—Sí —contestó, dejándose mimar—. Yoongi hyung fue a mi casa y me cuido.

—Pues lo que hacen todos los alfas con sus omegas, Jiminnie —replicó Namjoon con una sonrisa.

Jimin puso los ojos en blanco y se separó de Hoseok para dirigirse a la cama de Jungkook y tirarse en ella. El dueño de ésta se quejó al verlo acomodado sobre sus sábanas de Iron Man. Hoseok se rió e inspiró con fuerza mientras se tumbaba en el suelo, dejando que uno de sus brazos cubriese sus ojos. El olor dulce que había inundado sus fosas nasales al entrar a la casa lo volvió a atacar y sintió a su lobo revolverse en su interior. Se incorporó con rapidez y se giró en dirección a la puerta cuando la escuchó abrirse.

—¿Kookie? —El hermano menor de Jungkook, un omega recién presentado, se asomó por el hueco abierto de la puerta, completamente despeinado y con los ojos algo hinchados—. ¿Me puedes preparar el desayuno?

—Claro.

El mayor de los Jeon se levantó y se marchó de la habitación junto a su hermano después de soltar un «no toquéis nada, que lo rompéis» a los chicos en su cuarto. Hoseok se quedó mirando el sitio por el que había desaparecido la pareja de hermanos y Jimin se fijó en eso, señalándolo para que Namjoon también se fijase.

—¿Te ocurre algo, Hoseok? —preguntó el mayor y el aludido negó con la cabeza—. ¿Seguro?

Los ojos marrones del alfa vagaron por la habitación antes de que tragase saliva y se levantase. Pasó su peso de una pierna a otra con nerviosismo antes de asentir con la cabeza a la pregunta de su amigo.

—Voy al baño —dijo y salió de la habitación antes de que sus amigos le pudiesen decir algo.

Se echó agua fría en la cara y se pasó las manos mojadas por el cuello, esperando relajarse un poco. Observó su reflejo en el espejo del baño y tomó varias respiraciones antes de estirar la mano para alcanzar la toalla.

Justo en ese momento la puerta se abrió y Hoseok se giró en esa dirección con rapidez cuando el fuerte olor a flores lo llenó todo. Taehyung lo observó con timidez desde la puerta y Hoseok boqueó cuando vio sus ojos brillantes, sus mejillas sonrojadas y lo adorable que se veía en ese pijama de osos tan grande.

—Oh, lo siento Hobi hyung, no sabía que estaba aquí —comentó finalmente el menor con voz suave.

—Puedes pasar —murmuró—. Estaba a punto de irme.

El chico se adentró en el baño y se quedó parado delante de la puerta, observando a su hyung de forma intensa. Jung terminó de secarse la cara y las manos y se giró en dirección al chico, que bajó la cabeza en cuanto sus ojos se cruzaron.

—Hyung —susurró el menor y Hoseok tragó saliva.

—Dime.

Pero el menor no dijo nada y se agachó la mirada. Hoseok no insistió y se dispuso a salir del baño, pasando al lado de Taehyung y tratando de ignorar la forma en la que el aroma del omega lo atraía; lo enloquecía. Sus manos se rozaron un segundo antes de que Hoseok saliese de lugar y Tae se acercase corriendo al lavabo.

Su corazón latía desbocado cuando salió al pasillo. Una corriente eléctrica le recorrió todo el cuerpo cuando su mano rozó la del omega y su lobo aulló desesperado por quedarse en el baño con el menor.

Eso no podía estar pasándole a él. Era imposible.

Se dirigió directamente a las escaleras y comenzó a bajar cuando encontró a Yoongi subiendo por las mismas. El alfa lo miró con una ceja arqueada al verlo tan acelerado y Hoseok maldijo su suerte.

—¿Qué te ocurre? —inquirió el rubio y el otro alfa negó con la cabeza—. Hoseok, ¿qué te ocurre? —insistió.

—Creo que Taehyung es mi omega —respondió con rapidez.

—¡¿Qué?!

Hoseok corrió escaleras abajo y salió de la casa.