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Cuando TaeHyung llegó a su casa, lo que menos se esperaba encontrar era a sus padres sentados en el sofá con mala cara y a JungKook con la mirada clavada en el suelo apoyado sobre una de las paredes. Dejó su mochila en el suelo y dio pasos calculados hasta llegar cerca de su familia, sintiendo la tensión que llenaba el aire desde el primer momento.

—Me alegra saber que tienes la decencia de venir temprano, TaeHyung. —Fue la voz de su madre la primera que rompió el silencio que inundaba el lugar.

El omega caminó con lentitud hasta su hermano, buscando de forma inconsciente su protección ante el repugnante olor a alfa que despedía su padre; de solo respirarlo sentía unas intensas ganas de vomitar y se sentía extremadamente mareado. JungKook no dudó en envolverlo con sus brazos al instante, dándole un beso en la cima de la cabeza como diciendo un «todo irá bien» sin necesidad de palabras.

—A pesar de que ha sido una decepción que tú también seas un omega —su padre escupió la palabra con asco—, creemos que podemos sacar algo de toda esta situación.

—¿Cómo...? —comenzó, pero su padre lo interrumpió.

—Hay un socio chino que tiene un hijo de un año mayor que tú, alfa, claramente. Sería una buena estrategia de negocios que ustedes dos os casaseis. —Antes de que cualquiera que Tae o JungKook pudiesen decir algo, el hombre continuó—: El contrato ya ha sido firmado, cuando cumplas los dieciocho se producirá la unión, hazte a la idea. Y tú —el hombre señaló a JungKook con el dedo— deja de retrasar lo inevitable, los señores Lee llegarán a Corea en unos meses y comenzarás tu relación con su hijo.

Era como si su padre hubiese dictado sentencia y no hubiese nada que pudiera derrumbarla. Tras varios segundos de silencio, fue la madre quien se levantó y se acercó hasta ambos hermanos, tomó del mentón a TaeHyung, obligándolo a levantar la vista y sonrió de la forma más falsamente maternal que podía.

—No nos decepciones, Tae —pronunció—, sabes que eso no te conviene.

La mujer apretó los dedos contra la piel del omega antes de soltarlo. TaeHyung podía sentir las palabras que iban entrelíneas, «olvídate de ese alfa», «ya estás condenado», «no hay nada que puedas hacer». JungKook lo arrastró lejos de ellos, subiendo las escaleras con rapidez y encerrándolos a ambos en el cuarto del mayor. Rodeó con fuerza a su hermano menor, dándole un beso en la frente mientras le susurraba que encontrarían una solución a ese problema.

Esa misma noche, recibió un mensaje de HoSeok, preguntándole si quería ir al cine ese fin de semana para ver la nueva película de ciencia ficción que iban a estrenar. En cualquier otro momento hubiera respondido con un «síiiii», pero tras lo sucedido con sus padres no creía que fuera a tener muchas oportunidades de salir de casa si ellos seguían allí y su humor tampoco era el mejor como apra hcerle compañía al alfa.

Quizá en otro momento, hyung

¿Pasó algo?

No es nada importante, es solo que mis padres han vuelto a casa y quiero pasar tiempo con ellos.

Está bien, de cualquier forma si cambias de opinión me lo dices y vamos.

Sí. Buenas noches, Hobi.

Buenas noches, Tae.

TaeHyung realmente se planteó decírselo a HoSeok, decirle la verdad, decirle qué clase de padres tenía y qué clase de tratos estaban dispuestos a hacer con tal de ganar dinero. Pero en su momento JungKook había tratado de hacérselo saber a su tía ChaeRin y las cosas no habían terminado nada bien para ninguno: ella tenía una orden de alejamiento y él se había pasado una semana entera encerrado en su cuarto sin poder salir bajo ninguna circunstancia.

Y todavía no eran capaces de averiguar cómo sus padres habían descubierto que JungKook había contactado con su tía. El poder de sus padres parecía llegar mucho más lejos de lo que creían y no estaba dispuesto a poner en una situación de riesgo a HoSeok o alguno de sus amigos. Suspiró con pesadez y bloqueó el móvil, hundiendo su cara en la almohada e intentó imaginarse que podría haber bueno en el futuro que sus padres habían planeado para él.

Se casaría con un alfa que no quería, este le marcaría por lo que su emparejamiento con HoSeok se corrompería y se rompería, posiblemente eso causase un gran dolor en el alfa y pensaría lo peor de él. Que era un omega caprichoso, cruel y rastreo, que se vendía a cualquier alfa. Que no valía la pena. El simple pensamiento de eso le producía náuseas.

—¿Tae, estás despierto? —El omega levantó la vista y se fijó en su hermano, asomado en la puerta ligeramente.

—Sí.

JungKook se adentró en la habitación y se tumbó con Tae, abrazándolo con fuerza y respirando el dulce olor a flores que su hermano menor despedía. Cuando al mediodía se había encontrado con sus padres en la casa sintió que su mundo se derrumbaba, había tenido miedo de que hiciesen eso en cuanto les fue notificado que Tae era un omega y no un alfa como ellos habían deseado. Después de todo, cuando él se presentó como omega, sus padres no tardaron en encontrarle un lado bueno a esa "deshonra" y lo comprometieron con un alfa hijo de una mujer extremadamente rica y con empresas muy productiva en Estados Unidos. Ese matrimonio concertado era una de las razones por las que no quería darle una oportunidad a YuGyeom, ¿de qué le valía ser feliz durante un tiempo si luego se lo arrebatarían todo? No quería hacerle daño al alfa ni llenarse a sí mismo de una felicidad que no duraría para siempre. Condenarse a un amor jamás experimentado era mejor que estar junto a una persona y que luego los separasen para siempre.

Sin embargo no quería que su hermano tuviese que pasar por eso también, había investigado mucho durante esos meses y sabía que había varias formas de librarse de las obligaciones que sus padres les imponían, entre ellas la emancipación total de sus padres. Como omegas, sus padres tenían el poder de decidir sobre sus vidas de forma libre y sin contar con ellos para nada, una ley retrógrada y que todavía dejaba ver restos de aquellos años donde ser omega era igual a ser un esclavo sexual que producía hijos. Su libertad se veía limitada hasta que cumpliese los veinticinco, donde el Estado lo consideraría suficientemente maduro como para "emanciparse" de sus padres.

Sabía que los papeles para pedir la emancipación anticipada y que todo saliese bien podría llevar meses, incluso llegar a un año o más. A él no le quedaba tiempo teniendo en cuenta que sus padres tenían intención de casarlo en cuestión de meses, pero Tae todavía tenía quince años y no podían unirlo a nadie hasta que cumpliese la mayoría de edad. Y era por esa razón por la cual le había enviado un correo a YoonGi explicándole todo y pidiéndole ayuda, quizá él lo perdía todo para siempre, pero si eso significaba salvar a su hermano de un futuro condenado, lo haría.

Solo esperaba que todo saliese bien y que YoonGi pudiera conseguirles la ayuda que necesitaban cumpliendo el único requisito que le había pedido.

"Y YoonGi, por favor, no le digas nada a YuGyeom y HoSeok. Sé lo más discreto posible".

N/A: ¡Hola! Antes que nada, siento la ausencia durante un mes, pero no han sido unas buenas semanas para mi y encima estoy a punto de mudarme así que mi vida es un caos últimamente. Pero bueno, he vuelto y con muchas ganas de seguir esta historia (aunque la he retomado con algo de drama), muchísimas gracias por todo el amor que le habéis dado y espero poder volver a actualizar en un par de días. Estaré respondiendo comentarios y todo eso en cuanto pueda.

Por cierto, también actualizaré Instagram mañana probablemente y en cuanto termine un par de cosas que tengo por ahí YoonMin y HopeV las subiré, así que estad atentxs :)

Besos, Ali~

PD: ¿Qué os ha parecido el comeback de los chicos? A mi me ha gustado, aunque no lo considero de los mejores. ¿Y cuál es vuestro bias en el grupo? El mio es Suga (#ultimated)

Cachorro [HopeV] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora