Interludio II: YugKook.

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(Visita de JungKook a casa de YuGyeom en el capítulo cuatro).

JungKook tocó el timbre de la casa de YuGyeom y esperó pacientemente a que le abrieran. La señora Kim lo recibió con una sonrisa amable y lo invitó a pasar. Él le dedicó su mejor sonrisa a la mujer y le preguntó por YuGyeom.

—Oh, está en su cuarto —comentó—. Si quieres le digo que baje.

—No se preocupe, ya subo yo. —Ella le volvió a sonreír antes de desaparecer tras una puerta.

Subió las escaleras y fue al cuarto de YuGyeom, el olor del alfa le golpeó en cuanto abrió la puerta, haciéndolo fruncir la nariz en una tierna mueca. Se encontró con el chico tirado sobre su cama, con los cascos puestos y la música a todo volumen. Rodó los ojos al ver que el otro no se había percatado de su presencia, o al menos fingía no haberlo hecho, y fue hasta la cama. Se dejó caer sobre las piernas del alfa, arrancándole un quejido.

—¿No te han enseñado a llamar antes de entrar? —inquirió YuGyeom.

JungKook se limitó a arquear una ceja antes de tirar de los cascos del otro para quitárselos. Ignoró la queja del alfa y lanzó los auriculares lejos, se reacomodó sobre sus piernas y ladeó la cabeza, con la ceja volviendo a arquearse mientras escudriñaba el rostro del alfa.

—Ya llegué, ya puedes darme los apuntes y dejar de acosarme por teléfono.

El alfa lo empujó hasta quitárselo de encima y saltó fuera de la cama, mirándolo sobre el hombro mientras buscaba algo en su mochila. Sacó una carpeta llena de papeles y se la colocó debajo del brazo, desconcertando al omega.

—Has tardado cinco minutos más de lo previsto —replicó el otro con acidez. JungKook rodó sus ojos. El estúpido alfa y su impaciencia legendaria.

—Me da igual —dijo con sequedad—. ¿Me das la carpeta? Mi hermano está solo en casa con HoSeok haciendo la comida.

—¿Qué vais a almorzar? —inquirió el otro.

—¿Qué? —preguntó, extrañado.

—¿De verdad tengo que repetirlo? —JungKook bufó.

—No lo sé, lo que cocine HoSeok, ¿por?

—Me apunto.

—¿Qué? No, ¡oye!

El alfa le hizo caso omiso y salió de la habitación con la carpeta debajo del brazo. JungKook lo siguió con una mueca molesta por dos razones: la primera y más importante, se había acoplado a almorzar en su cada sin pedir permiso; y segunda y más irritante, su omega interior estaba feliz con la idea y eso lo cabreaba.

Bajaron las escaleras y se dirigieron a la puerta, YuGyeom lanzó un grito despidiéndose de su madre y JungKook lo imitó, aunque mucho más relajado y formal. Se encaminaron a casa de los Jeon mientras YuGyeom se quejaba de su tardanza y del hambre que tenía.

—¿Tus padres están? —inquirió de repente el alfa.

—No, están de viaje.

—Tus padres siempre están de viaje —comentó el chico—. ¿Alguna vez están en casa?

JungKook se encogió de hombros—. Son personas con grandes negocias, están obligados a viajar de forma constante.

—Hablas de ellos como si no fuesen tus padres, sino desconocidos —indicó YuGyeom.

—En parte lo son —replicó—. Desde que cumplí los catorce me encargo de mi hermano yo solo, ellos han estado viajando frecuentemente desde entonces. Creo que al año pasan un mes como mucho en casa, y no seguido sino que se quedan tres días un mes, cinco al siguiente...

Cachorro [HopeV] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora