11, Lets Go

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Nos separamos en silencio. Sentí los pasos de Thomas a lo lejos y decidí alejarme y secar la lagrima de mi rostro.

Giré a mi costado y lo miré. Me puse de pie y salí de aquel lugar dejándolos a solas. Al entrar de vuelta los chicos se quedaron en silencio observándome.

—Vaya —dijo Sartén —... ¿que pasó ahí afuera?

Sin responder, volví a sentarme al rededor de la mesa pensando en lo que le había hecho a Minho. No podía enterarse.

—¿Entonces? —pregunté mirando a Gally

—Iremos por ella esta noche. Pero primero nos moveremos y esconderemos dentro de la ciudad, a un lugar donde nadie entre durante las noches y la llevaremos hasta allá.

—Thomas y él se harán cargo —agregó Brenda. Asentí observándolos a todos.

—Como sea —Dije —... no la quiero cerca.


La noche cayó al igual que las palabras. Nos escondimos en lo que parecía ser una iglesia, donde tuvimos que encender velas para poder acogernos al lugar. Thomas y Gally habían partido dejándonos la sensación de un encuentro amargo. Me acerqué a Brenda mientras limpiaba su arma lentamente esperando que el tiempo pasara.

—Te ves molesta —le dije sentándome a su lado. Soltó el arma y me enseñó una sonrisa.

—Ya lo sabes. Como a ti esa chica no me causa gracia... es un estorbo.

—Pero por ahora una puerta de entrada. Gally le hará las cosas difíciles. Jamás le ha gustado tampoco.

—¿Que sucedió en el Laberinto? He oído algunas historias, pero jamás he tenido claro.

—Gally la vio en sus recuerdos. Los pocos que algunos conservamos antes de llegar al laberinto. Al igual que Thomas... siempre hubo una conexión en ellos.

—Pude notarlo... supongo que puedo colgarme de ellos y excusar mi odio, ¿no? —observé a Brenda entrecerrando mis ojos con una sonrisa. Ella carcajeó por lo bajo sin llamar la atención del resto.

—También soy mujer —dije —. Y puedo verlo claramente. Tú no lo dejes solo.

Los minutos pasaban y no había movimiento hasta que las puertas se abrieron y Thomas se hizo presente con Gally y Teresa con su rostro cubierto. La sentaron en el centro mientras nosotros nos reuníamos frente a ella y Newt fue el encargado de quitar la bolsa de su cabeza dándole paso a su primera impresión:

—¿Gally? —dijo ella.

—Esto es lo que va a pasar —respondió —. Te haremos unas preguntas y tú nos dirás lo que necesitamos saber. Empezaré con algo simple: ¿Donde está Minho?

Gally tomó una silla y la instaló frente a ella. Teresa se removió asustada, algo decía que iba a negarse a ayudar.

—No creerán enserio que les... —interrumpió Gally tirando la silla delante de Thomas

—No lo mires a él, ¿Por qué miras a Thomas? Él no va a ayudarte —los ojos de Teresa insistían, es que probablemente creía que Thomas la sacaría del aprieto —. Sabemos que Minho esta en el edificio. ¿Donde?

—Está con el resto de los inmunes. Subnivel 3.

—¿Cuantos son? —preguntó Newt.

—28.

—Creo que puedo con eso —soltó Brenda desde el fondo mientras lanzaba una carta de su baraja frente a Jorge.

—No, no entienden. El nivel está restringido y necesitan validar con huella digital para tener acceso.

—Por eso vienes con nosotros —aseguró Thomas. Lo miré de reojo odiando la forma en la que quería tenerla cerca. Aquello sólo perjudicaría nuestra llegada al edificio. Nos traicionará de nuevo, estaba segura.

—No lo sé —dijo Gally —. No es necesario, ¿verdad?... al menos no completa. Solo su dedo

—Gally, cálmate —el chico había tomado un cuchillo de la mesa y se había acercado a Teresa apuntándola

—¿Que? ¿Te pone mal la sangre? Y eso que ella ha sido pero con Minho.

—Ese no es el plan. Cálmate.

—Eso no servirá —terminó por agregar Teresa —, si quieren lastímenme. Ni así van a poder ingresar, el sensor detectará los microchips

—Tenemos una marca: propiedad de CRUEL —Thomas se acercó a ella —... también nos ayudarás con eso.

Teresa enterró el bisturí en mi cuello haciendo un doloroso tajo en él para lograr tomar el microchip. Podía sentir la tensión en ambas sobretodo ahora que nos encontrábamos más cerca.

—Esto dolerá un poco más —dijo advirtiéndome. Cerré los ojos y contuve la respiración un Segundo antes de querer voltear a gritarle.

—Tus palabras no van a quitar el dolor, mejor quédate en silencio.

—No comprendo por qué me odias, jamás tuvimos tiempo para sentarnos a conversar.

—No fue necesario. Lo que has hecho solo confirma la impresión que tuve al momento de que ingresaste al Laberinto.

—Todo lo que he hecho ha sido por un propósito para todos, ______.

Recordé a Newt al oír sus palabras. Sentí como el microchip era extraído de mi cuello finalmente y recibí el paño para limpiar los residuos de sangre en mi piel.

—¿Le hicieron daño? —volteé observándola. Teresa bajo su rostro como si hubiese presenciado las agresiones hacia Minho. —¿Está bien?

Ella asintió dejando a un lado los implementos.

—La última vez que lo vi se lo llevaron los guardias. Quiso ahorcarme. Estaba enojado.

—Teresa. Quiero que sepas que como tú quiero una cura. Pero mi blanco es CRUEL, no mis amigos.

Me largué de ahí sintiéndome incómoda. Sentí haciéndole saber a Thomas que era su turno para estar con Teresa.

—Lo disfrutó —dijo Gally lanzando el pañuelo a la mesa junto a algunas velas.

—Claro que si —respondió Sartén riendo.

Newt se acercó a nosotros entregándonos algunos uniformes que habían conseguido de vuelta con Teresa.

—Vean si les quedan.

Me acerqué a él y tiré mi ropa a un costado para ponerme lo que Newt me había entregado.

—Ya pronto sacaremos a Minho de ese lugar —dijo. Asentí subiendo el cierre.

—Ya pronto tendremos tu cura —corrió su mirada.

—No tienes que ir con nosotros, es peligroso.

—Todo lo que hemos hecho hasta aquí ha sido peligroso y aún estamos vivos. No será la excepción...

Una última mirada antes de cubrir nuestros rostros bajo los cascos negros para comenzar. La ciudad por la noche sólo se encontraba rodeada de seguridad. Caminé junto a Thomas del otro lado de Teresa sintiendo mi respiración chocar contra la máscara del casco.

Tenía la impresión de parecer de todo excepto un guardia de seguridad de CRUEL. El edificio se encontraba frente a nosotros y al igual que Thomas, caminábamos con miedo pero seguros de lo que estaba por venir. Minho se encontraba a pasos de mi y no era momento de arrepentirnos.
Entramos al edificio pasando desapercibidos, pues el sensor marcó de color verde al momento en el que entramos. Newt se unió a nosotros pasos más allá deteniéndose en nuestro frente y haciéndonos señas para seguirlo.

She's My Runner: The Death Cure | Minho | TMRKde žijí příběhy. Začni objevovat