12, the lion's Den

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Bajamos de nivel y Gally se unió a nosotros caminando por delante. Teresa presionó el sensor con su huella y la puerta se abrió dándonos paso.

—Ahora —susurró Thomas. Entramos siguiendo a la chica con las armas cargadas apuntando hacia nuestros costados asegurándonos de no tener obstáculos en nuestro camino.

—Vamos, vamos —susurró Gally dándome la pasada. Bajamos unos escalones frente a nosotros —... esperen, esperen.

El chico se acercó a lo que parecía un monitor de cables de la instalación

—Puedo entrar a esto —continuó.

—No podemos perder tiempo —Thomas me miró comprensivo.

—Tú quédate aquí —le dijo Teresa. Gally le entregó el woki—toki que cargaba con él a Thomas quien luego se puso en contacto con Sartén.

—Como entiendes esto —le pregunté a Gally.

—No lo entiendo, lo sigo mi instinto.

—Buen momento para seguir el instinto —bufé.
Newt se afirmó de la baranda con fuerza para levantar su casco y comenzar a toser. Observé la forma en que Teresa lo miró detenidamente haciendo que él volteara.

—¿Estas bien? Mírame —le pregunté obligándolo a mirarme. Su rostro estaba sudado y leve ojeras habían bajo esa mirada que siempre nos había causado seguridad.
Newt soltó un suspiro agotador y contuvo su espalda contra la muralla cerrando sus ojos. Su estado comenzaba a empeorar rápidamente.

—Muy bien, listo —dijo Gally. Volvimos a movernos corriendo por las instalaciones de CRUEL para llegar con Minho.
Nos detuvimos frente a un puerta que Teresa debía abrir pero aquella se abrió antes. Levantamos nuestras armas dispuestos a disparar del otro lado. Thomas dio el primer disparo inmovilizando al hombre que se había detenido frente a nosotros sin reconocernos como unos extraños escondidos bajo el traje.
Nosotros fuimos los segundos en disparar abriéndonos pasos en el pasillo. Los hombres caían electrocutados y tiesos al piso sin poder moverse. La sala de cámaras había quedado hecho un desastre.

Me acerqué a abrir una de las puertas con inmunes esperando encontrar a Minho del otro lado. Los chicos se asustaron al verme frente al vidrio con el casco de seguridad puesto. Lo quité rápidamente dejando caer la trenza de mi cabello a un lado.

—Vamos, niños, salgan ahora —aquellos salieron tímidamente formando una fila de a uno. Esperaba ver a Minho al final de la habitación pero fue en vano.

Los niños de las otras habitaciones llenaron la sala de inmediato.

—No está aquí —dije volteando hasta Teresa. Su rostro no demostraba más que suspenso... era el mismo rostro que recuerdo haber visto la última vez que nos traicionó.

—Oigan, esto tomará más tiempo —dijo Gally acercándose a la puerta de la bóveda donde se encontraban los sueros con la cura.

—¡Carajo! —soltó Thomas molesto —¿Donde está? —le gritó a Teresa.

—Teresa, responde —miré a la chica seriamente con mi dedo en el gatillo. Aún así, matarla solo me alejaría más de Minho. Ella camino hasta las computadoras buscando el archivo con la información de Minho. Ver su foto en la pantalla solo hizo aumentar mi ansiedad.

—Está en el ala America. Thomas, eso es del otro lado del edificio.

—Llévame con él, Teresa —observé a Thomas sintiéndome apartada del plan.

—¿Que dices? Yo voy contigo —dije observándolo molesta —. No voy a sentarme a esperar.

—Espera, yo voy con ustedes —miramos a Newt.

—No, no. Tú debes quedarte aquí y esperar el suero con Gally —le respondió Thomas.

—No, no pueden hacer esto solos. Minho es primero, no lo olviden.

—¡Váyanse, no pierdan tiempo! —aceleró Gally —. Conseguiré el suero y lo llevaré. Nos veremos atrás.

—Si, está bien —Thomas se llevó a Teresa a su costado.

—Oye novato... ¡suerte! —gritó Gally del fondo.

—No, detente —tomé del brazo de Newt —. ¿Que estás haciendo?

—Ya lo discutimos —respondió mirándome el rostro completo. El chico puso su mano en mi espalda y me obligó a caminar con el tras de Thomas. Acomodé el cuello del traje negro en mi rostro y lo cubrí con el casco.

Caminamos resguardando a Teresa por la instalación hasta el otro lado del edificio y entramos hasta acercarnos a un elevador. Thomas presionó el botón reiteradas veces mientras maldecía que la puerta no abría.
Subimos al elevador y esperamos a que las puertas cerraran. Justo en ese momento un hombro puso la mano evitando el cierre completo y luego de que las puertas se abrieran de par en par subió con nosotros. Era Janson.

—Alto —dijo para luego subirse. Giré mi vista a Thomas de inmediato en silencio. Newt había hecho lo mismo. Janson marco el piso en el elevador y este comenzó a ascender lentamente. Los segundos parecían infinitos uniéndose al silencio incómodo dentro de aquella caja. Observaba como el cuerpo de la chica se tensaba más con cada Segundo sabiendo que podrían descubrirnos en cualquier instante.

—Trabajas tarde —le comentó a Teresa —... hay algo que me gusta mucho de ti. Por más aterradora que sea la situación en la que nos encontramos, no te das por vencida. En momentos así necesitamos confiar en alguien.

—Lo tendré en mente —respondió.

—Hay algo que debes saber. Lo digo como amigo... Thomas está aquí.

Los tres en el fondo del elevador nos miramos con complicidad. ¿Nos había descubierto?

—Vigilancia lo vio afuera de los muros. Quizá no quiere decirte pero si intenta contactarte y lo hace, pues... creo que me lo dirás primero a mi.

—¿Vas a matarlo?

—¿Sería un problema? —un leve sonido resonó en el interior del elevador y las puertas se abrieron frente a nosotros.

—Este es mi piso —dijo Teresa corriendo su mirada hacia el frente. Newt salió delante mío y luego Thomas caminó tras nosotros.

Seguimos a Tereza por los pasillos cuyas barandas estaban hechas de un vidrio completamente brillante. La chica había apresurado su paso tras la presión de Yhomas.

—Thomas, escúchame, ese suero no salvará a nadie. Podría darle más tiempo pero-

—No le hagas caso, solo quiere confundirte —dijo Newt.

—¡Thomas, escúchame! Sabes lo que sucede afuera, muere gente, ¡el mundo se muere! Hay algo en tu sangre que no entiendo.

—Guarda silencio, Teresa. Van a descubrirnos—la chica me miró como si hubiese robado la atención de un gran discurso político sobre la humanidad y como salvarla en el fin del mundo.

—Abre —ordenó Thomas.

—¡Déjame hacer pruebas con tu sangre! —insistió presionando la pequeña pantalla del costado con su huella digital —. Te protegeré, ¡lo prometo!

—¿Protegerme? —Thomas dio la vuelta luego de traspasar la puerta y quitó su casco furioso acercándose a Teresa —, ¿como protegiste a Minho?

—¡Thomas! —tomé su brazo apartándolo de la chica

—Hey, ¿que haces? —interrumpió Newt

—Habló de cuantos más quiere —dijo apartándonos de su lado —. Teresa, cuantos más deben atrapar para torturar, asesinar, ¿eh? ¿Cuando se acaba?

—Se acaba cuando encontremos la cura.

—¡No hay una maldita cura! —gritó. Fije mi vista en Janson, quien venía silenciosamente caminando hacia nosotros con el arma apuntando a Thomas. Levanté la mía y lo apunté atenta

—No te desgastes. Teresa tomó su decisión hace tiempo.

Desde ambos costados Newt y yo oímos como los hombres cargaban armas. Apunté a un costado dispuesta a dispararles cuando Thomas tomó a Teresa por el cuello y apuntó en su cien.

She's My Runner: The Death Cure | Minho | TMRWhere stories live. Discover now