9. La agonía y desesperación.

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Cole.

La agonía y desesperación es lo único que siento.
Son las seis de la mañana y no he sabido nada de Camila, nadie sabe nada. Sus padres no paran de buscarla, la policía simplemente responde "Deben de pasar 48 horas para reportarla como desaparecida" ¿Acaso quieren joderme? Ella está en peligro, lo sé.

—Gracias por ayudarnos a buscarla, Cole, muchísimas gracias. Deberías ir a descansar—Dice la madre de Camila mientras me da una taza de café, asiento con la cabeza.

—Iré a casa y después a la escuela, preguntaré a todos si la han visto y volveré en la tarde, señora. —Digo mientras doy un trago al café y me levanto del sillón, la abrazo y le digo firmemente—La vamos a encontrar y estará bien.

—Ojalá así sea, Cole.

La madre de Camila me acompaña hasta la puerta, su mirada rota causa un dolor inmenso en mi corazón.

{...}

—¡Sara!—llamó a la rubia que va caminando en los pasillos tranquilamente, voltea y me mira con sorpresa pues yo nunca le he hablado antes pero sé que es buena amiga de Camila.

—¿Cole? ¿Qué ocurre?—Pregunta mientras acomoda su morral.

—Es Camila... ¿Sabes algo de ella? ¿La viste llegar ayer a la escuela o platicaron en el transcurso del día de ayer?—Me mira con sorpresa.

—Platicamos, si. Ayer me dijo que si íbamos juntas a desayunar a Chaoo's, nos quedamos de ver ahí en la primera hora porque ni ella ni yo queríamos entrar a Historia, pero ella nunca llegó. —Dice mientras busca algo en su celular, después me muestra la pantalla y los mensajes que le envío— Le estuve marcando, texteando y la busqué incluso en horas de clase porque me preocupo que no llegara. ¿Sabes tu algo de ella?

—No, y sus padres tampoco. Estamos preocupados, creemos que algo malo le pasó a Camila...—muerdo mi labio con desesperación—Por favor, si la ves... si te contesta, o simplemente si sabes algo de ella dime ¿si?

—Lo haré, Cole. Tenlo por seguro, e incluso le preguntaré a Anahí y otras chicas que son amigas de ella. La encontraremos, Cole.

Asiento y me despido de Sara, repitiéndole una vez más que me diga a mi o a los padres de Camila si sabe algo.
Las horas pasas y parecen eternas. El chisme de que Camila está desaparecida ya está en toda la escuela, todos al parecer están ayudando e incluso un grupo de personas que ni siquiera sabía que eran amigos de Camila se organizaron para ir a pegar volantes. Cuando por fin timbran anunciando que la última hora ha llegado a su fin, siento que puedo volver a respirar. Tomó rápidamente mis cosas y salgo de clases, me dirijo a la casa de los padres de Camila para ver si hay alguna noticia pero antes, voy con el grupo de chicos que pegarán volantes, entre ellos Brooklyn a quien odio pero quiere ayudar.
Me acerco a Melissa Hopper, quien está dando el puñado de volantes y organizando.

—¿Melissa? —voltea y me mira con una sonrisa—¿Me podrías dar unos cuanto volantes? Me gustaría ayudar. Quiero ayudar.

—Claro que si, Cole—me entrega un paquete y siento una opresión en el pecho.

«¿La has visto?
CAMILA SCHMIDTKE
Si la ves, cualquiera informe al siguiente numero:
018976321»

Una foto de Camila adornaba el volante, su cabello rizo rebelde y su sonrisa intacta. Te voy a encontrar, te tengo que encontrar. Comencé a pegar volantes por todos los postes que veía, no sé cuánto tiempo estuve haciendo eso o cuántos volantes pegué. Comenzó a llover y la lluvia no me detuvo, los pegaba en lugares techados y cuando acabé con todos ya había obscurecido.

Un sonido invadió mis oídos, mi celular vibro y rápidamente lo saqué de mi bolsillo con la esperanza de ver un mensaje de Camila.

«Los policías ya reportaron el caso de Camila, Cole, pero por desgracia aún no se sabe nada de ella.
Mañana probablemente vaya la policía a la escuela. Gracias por la ayuda, te mantendremos al tanto de cualquier información que sepamos sobre nuestra hija.

Luke Schmidtke.»

El sentimiento de tristeza invadió mi ser y contuve la rabia de lanzar mi celular al suelo. Nada de Camila, nada de Camila.  ¿Estará bien? ¿Tendrá frío? Comencé a caminar hacia mi casa, conteniendo las lágrimas y el deseo de seguir buscándola.

Mañana será otro día, me repetía, mañana sabrás algo de ella.

No without you, Cole.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora