29. Mi gran amor.

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—Despierta, Camila—Dice una voz dulce que reconozco como la de mi madre. Abro los ojos lentamente y una borrosa señora de cabellos castaños invade mi vista.—Despierta, cariño. Se nos hará tarde.

Asiento, me siento en la cama bostezando y me dispongo a ponerme de pie.

Bajo a desayunar una vez que tome la última ducha en mi hogar. Suspiro, acomodándome el cabello mientras me siento al lado de mi padre.

—Sinaí llamó—dijo mi madre para después comer una tostada— Dijo que los datos ya habían sido enviados a la preparatoria a la que entrará Cam.

Asiento y mi padre también. Todo es silencio, pues nadie sabe qué decir.

—Iré a tomar aire.

Digo para después encaminarme a la puerta. Ver el patio me trae muchos recuerdos. Me siento en el césped verde y lo acaricio.

Cierro mis ojos, pensando en las tardes de tareas con Mirna o las noches de risas con Cole, de mi primera borrachera —y la última— en la que vomité en los zapatos de mi papá. Sonrió con melancolía, sintiendo presión en el pecho.

Es lo mejor.

[•••]

Me acomodo sobre el asiento del auto, incomoda. Era hora de irnos y Cole no apareció. Mi corazón dolió un poco, pero las palabras de mi madre me ayudaron:

—Quizás sintió pánico. Es decir, eres su mejor amiga, su todo—dijo— creció a tu lado y ver qué te vas... debe de ser muy duro para él.

Aunque así fuera, el hecho de que no se presentara a despedirme... me dolió en el alma.

Mi papá subió al auto y antes de arrancar me miró a través del espejo para decir:

—¿Lista?

—Lista—Murmure sin ánimos.

El coche dio marcha y observé por última vez mi casa. Mi hogar. Mis recuerdos. Mi infancia. Mis amigos. Mis risas. Mi dolor.
Una pequeña lagrima brotó de mis ojos y rápidamente la retiré.
Debo de ser fuerte, porque esto también es duro para mis padres. Sintiendo una opresión en el pecho, pongo los auriculares en mis oídos dispuesta a olvidar el mundo con la música.

Veía el camino pasar, los enormes árboles despedirse de mi y el cielo despejado.
Me acurruqué en mi asiento, observando el paisaje.

Un mensaje llegó, y tomé mi celular,

¿Dónde estas? Lamento no haber llegado...
Cole, xoxo

Suspiro, tratando de contener las lágrimas. Quería con todo el alma darle el último abrazo.

En la carretera de Northeast. No te preocupes, lo supuse.
Camila, x

No espero su respuesta y siento mi celular vibras varias veces. No le quiero responder, me siento desanimada.

Sigo observando el paisaje, hasta que los árboles van desapareciendo del camino, estamos saliendo de la ciudad.
Un coche rojo queda al lado de mi auto y en cuanto reconozco esa cabellera azabache... mi corazón vuelve a tener un poco de esperanza.

Y en eso esos ojos profundos se clavan en mi...

Es él.
No lo olvido.

PDV COLE

La alarma suena por enésima vez y maldigo en voz baja.
¿Por qué carajos suena en un maldito sábado?

Tallo mis ojos, dispuesto a mandarla al diablo y volver a mi sueño, cuando un pensamiento fugaz llega a mi:
Camila se va hoy.

No without you, Cole.Kde žijí příběhy. Začni objevovat